I. Empleo Precario
Ahora que de nuevo soy desempleada (La pregunta aquí sería ¿dejé de serlo alguna vez?) me he quedado pensando en lo que dijo Henry al observar a los jovenes que limpiaban el parabrisas del taxi en el que ibamos:
- ¿Son pobres?
-Eh...
No supe que decirle exactamente, puesto que según algunos calculos económicos si un limpiavidrios recibe 1 peso por cada alto, al finalizar del día tendrá más de lo que gana un obrero con un empleo de salario mínimo.
La misma lógia aplica a los "Viene, viene" o vigilantes informales de los estacionamientos publicos. ¿Cuál es la ganancia real en un día de mendigar con un niño en brazos, de vender chicles o de vender discos piratas? ¿Cuanto de ese dinero se va en mordidas, en drogas, en sindicatos de vendedores ambulantes?
La cantidad de empleos precarios en México incluye una gran diversidad de fauna urbana no inventariada... Algunos mendicantes son tan populares que acaparan dos o tres estaciones del metro. Hay personas que ya tienen estudiada su rutina... Incluso la mujer de cabello blanco a la que siempre se le descompone el carro o la desesperada madre de familia que dejó las llaves dentro del auto, son historias que ya he escuchado muchas veces...
La flaca memoria hace que repitan sus cuentos una y otra vez.
Algunas veces creo que valdría la pena intentar una de esas versiones, porque no parece muy alentador el panorma laboral. Quizá sea por mi falta de organización, visión, planeación y adecuación a los modelos existentes... pero creo que es un asco buscar chamba.
II. La sopa
Ayer soñé que estaba en una boda y no me traían la sopa. La gente a mi alrededor ya estaba comiendo el guisado y a mi nada... Nada. Ni siquiera la cucharilla para comer mi sopa.
- ¡Revolución, revolución! - Gritaba yo por el salón.
Y me trajeron mi sopa.
- ¡Puaj! Le falta sal.
La señora de al lado me preguntó:
- ¿Qué opina usted de las trivialidades, señorita?
- Es lo único importante de la vida. Los grandes temas siempre estarán allí... Sólo podemos ocuparnos hoy día de las trivialidades.
- Eso es cierto - Todos en la mesa asintieron... y fue el mejor momento de mi semana.
D.