Placeres musicales culposos...

Ahora escucho a Cecilia Toussaint. La verdad está muy decente la selección musical de esta noche...

Pero confieso que hay muchas cosas que escucho que la verdad no son políticamente correctas.

Como por ejemplo... Me sigue gustando Gloria Trevi. Incluso el sábado que acudí a una fiesta en casa de mi tocaya Mayra, escuché la nueva rola de ella "Todos me miran" y me costó trabajo no ponerme a tararear...

Me encantan las rancheras... Hoy en la mañana sin motivo aparente y sin tequila de por medio puse un disco de José Alfredo.

No conozco grupos de rock actuales, pero esta noche me puse a escuchar a Led Zeppelin... Me sigue gustando esa guitarra...

Ay... Y no puedo resistir un bolero o una rolita de trova, por más cursi y edulcorada que suene. Un requinto me mata.

Claro, no debo dejar de lado toda la música tropicosalserosacumbiosa...

Me gusta Maelo Ruiz, Grupo Niche... y la Sonora Santanera me mata.

¡Que bello!

Ah... y si, también unas rolas del TRI. Jo... Y escucho la hora de Luis Miguel... y generalmente balbuceo rolas en otros idiomas que no conozco bien...

Cuando fui a Estados Unidos me encantó la estación de música Country... y creo que los que desprecian algun genero musical sólo porque si, son unos estirados...

D.

Yo quiero una novia pechugona...

Cabe destacar que fueron varios los comentarios (en distintas épocas) que me hicieron pensar en esta entrada:

1. Anel me preguntaba sobre la talla de brasier perfecto... ella dice que la suya es ligeramente excesiva (¿?) Que a veces le provoca problemas y le pesa tener que comprar ropa específica para no verse demasiado... demasiado...

Ella es 38 C.

2. Martha escribió sobre el tamaño del pene. Yo le dije que eso a mi me tenía sin importancia, porque los hombres con pene grande luego ni se preocupan por su desempeño... Así que me quedé pensando si las mujeres de amplios senos ya la tendrán más fácil...

3. Ladahir me dijo que una novia sin tetas, es como un buen amigo. (Frase que no es suya, sino totalmente Río Platense, según me dijo)

4. Alejandro, quien solía ver la novela de "Sin tetas no hay paraíso", me dio acceso a su libro de fotografías de senos, en donde ví a la mujer con el record de las glandulas mamarias naturales más grandes... y francamente no se veía muy apetecible.

5. Hoy me pidieron el teléfono dos extraños en el metro... Aunque no llevaba escote. Je. Pero tenía una falda bonita y tableada.

Además de la obvia fascinación que tienen los hombres hacia los senos por sus fijaciones... ¿Cual será la copa perfecta? ¿La de champagne? ¿La de martini? ¿La de cognac?

¿Las mujeres con menos senos son mejores amigas que novias?

¿Las novias con muchos senos ya no se esfuerzan en nada?

¿Unas bonitas tetas dan la felicidad y te proveen de números telefónicos de extraños en el metro y copas gratis en los bares? (Jo, bueno... eso ya lo sabemos)

Ya todos nos sabemos muchos chistes gráficos sobre las chicas con dos cerebros...

Pero hay más que ver que un par de doble pechuga... ¿Qué no?

D.

Fumigar

Estan fumigando la oficina. No sé si exista alguna regla sobre la fumigación en viernes, pero ya terminé lo que tenía pendiente, así que si por mi fuera, ya estaría viendo el atardecer desde la comodidad de alguna terraza... como la del Majestic, por ejemplo, tomando chocolate de quince pesos con una vista inmejorable...

Pero no, estoy acá, escribiendoles esta entrada, sobre la percepción laboral originada de que mi tercer cheque será expedido hasta la próxima semana...

También considero las inquietudes que me provoca este escozor que sube por mi garganta, una especie de nausea dolorosamente presente, cada vez que resoplo una bocanada más de aire, mientras intento mantenerme conciente, mientras trato de seguir hilando palabras, mientras jalo aire... halo... sorbo, aspiro, como si en respirar se me fuera el alma, como si el aire que me rodeara no contuviera veneno...

Si, quizá intentan desmoralizarme, pero me resisto a ello, dice uno de mis compañeros que debo de ser extraterrestre... lo cierto es que ya no salto de felicidad cuando llega alguien a entrevista:

- ¡Antes aplaudías, Mayra!

Ja.

Bueno, ya no aplaudo. Ahora me limito a caminar, como cuando caminas por la cuerda floja, hasta llegar a la siguiente quincena o hasta la otra orilla...

¿Dónde estará la otra orilla?

D.

Tu única piel...

- Cada ser humano es único. No creo que existan seres humanos bellos y feos. Lo específico de cada uno es lo que deberíamos valorar...

Me dijo y me dio algo de risa, porque justo un par de días antes me dijo que no entendía mi estilo de vestir en un alegato que me pareció de todo... menos existencialista. Casi estuve por decirle mi discurso defensivo, de que me gusta pensar que soy algo más que la ropa que me pongo.

Finalmente tengo una única piel.

Única y perene, que me cubre el alma mientras sea posible, porque mañana no sé si rebasaré los senderos de lo mundano y este espíritu que se esconde entre capas de tela y pliegues corporales se extenderá hacia un horizonte más amplio.

Me gustan las figuras de las mariposas, le dije... incluso le expliqué el porqué...

Pero parece que a algunas personas es imposible decirles las cosas a través de una metáfora...

No sé, creo que me equivoqué de nuevo y me siento un poco tonta, como mariposa bajo la lluvia.

¿Dejará de llover para que se me seque la única piel que importa?

¿Dejará de llover para que extienda mis alas?

¿Dejará de llover?

D.

Mujer de barro...

Amas a una mujer de barro, de piel nutricia, de viente fecundo, de calido vaho de tierra forjada a golpe del canto de la mano...

Amas a una mujer de barro, que te abrigó en sus dedos de terracota, con sus labios lodosos llevó tu boca a un extremo impensado...

Amas a una mujer firme, cuyos pies de piedra se mantienen inamovibles cuando de tomar decisiones se trata...

Amas a esa mujer... y yo no puedo ser ella.

Porque mis besos son lluvia, a veces fríos y dispersos... porque mis caricias son viento, a veces quietas y otras furiosas... porque mis miradas son fuego, brillante algun día y otras veces apagadas...

Amas a esa mujer.

Y yo lo entiendo.

D.

Nosotros le hablamos...

La verdad, al principio de este año, ni en mis sueños se me habría ocurrido estar del otro lado, en una oficina de Recursos Humanos.

Esa especie de limbo a donde te envian con un curriculum, llena de expectativas y emocionado, para que al final te digan: "Nosotros le hablamos"

Claro, la gente se queda esperando la llamada... pero lo cierto es que en el tiempo que llevo aquí me he vuelto más perceptiva a la gran cantidad de lenguaje no verbal que sigue a alguien que entra tras la puerta de una entrevista de trabajo.

No sé exactamente que tipo de broma sea esta, del destino, de ponerme del otro lado del escritorio reclutador en mi primer empleo... pero los curriculms que he tenido en las manos son más o menos el mismo puñado de esperanzas que anduve repartiendo yo en multiples sitios, así que aún no logro volverme tan dura como para juzgar en el alma humana la aptitud y actitud laboral.

Ya sé que es parte de la chamba el decir con una sonrisa... "Nosotros le hablamos", pero por más que he practicado no me sale.

D.

Oye... tengo que decirte algo... es que... me encanta... TU AMIGA

Ja, ja...

Ay, dios, que pena me doy, bueno, no tanta, pero si.

Debo confesar que siempre he tenido amigas guapas. No es mi culpa, hay muchas mujeres guapas en el mundo, creo que la culpa es de Dios, que esparció mal la belleza y aunque nunca he tenido problema en encontrar mujeres guapas en mi camino, hombres bonitos casi no he conocido.

De hecho, creo que siempre he sido amiga de las chavas más guapas de la escuela o por lo menos del salón. Me gusta salir con bellezas raras... O con raras bellas... Y ambas son buenas cómplices.

El problema viene cuando... oh, desgracia... es hora de ligar.

Si señoras y señores: a todos los hombres que me gustan, mis amores platónicos, les gustan más mis amigas.

Por alguna razón que no entiendo parece que tengo un letrero que dice... "Soy el servicio de información, soliciteme datos de mis amigas"

Y luego no sólo acabo de Celestina, sino también de paño de lágrimas, casi casi consejera matrimonial.

Bueno, otra vez me pidieron que presentara a mis amigas... ahora lo trataré de tomar con calma, respiraré lento, para no hiperventilar, me sentaré con la espalda bien asegurada en la silla...

Y con la mejor de las sonrisas responderé, como siempre:

- ¿A cual de todas?

(Aún no saco folletos promocionales)

D.

El misterio de la estrella o confesándole mi amor a los ratones

Escondida por los rincones...
temerosa que alguien la vea...
platicaba con los ratones...
la pobre muñeca fea.
Un bracito ya se le rompió...
su carita está llena de hollín...
Y al sentirse olvidada lloró...
lágrimitas de aserrín...
Hoy fui a ver "Stardust: el misterio de la estrella" y cuando salí me fui caminando a casa de mis abuelos, que no queda muy cerca del cine...
Para llegar a casa de mi abuela hay que atravesar una colonia llena de parques y camellones. No sé por qué, en la vuelta número tres vi una banca que me provocó unas infinitas ganas de llorar.
Creo que siempre termino confesándole mi amor a los ratones, mientras pienso que ellos no me escuchan...
Y luego termino sonriendole a una almohada vacía, hasta que noto que ya no hay nadie allí.
¿Alguien cree todavía en cuentos de hadas?
D.

Caín...

- ¿Cuál es tu libro preferido?
- Demian, de Herman Hesse.
- Lo leí en la prepa.
- Yo también y me cambió la vida...

Me lo prestó. Ya lo había leído... pero en la preparatoria todo te cala de un modo diferente. Andas con las antenas receptivas, a ver si encuentras un letrero luminoso que te diga a dónde ir...

Ahora que volví a leer el primer capítulo del libro me sorprendió leer sobre el mundo luminoso y el mundo oscuro, que también menciona Salvador de Mandariaga en El Corazón de Piedra Verde...

Yo leí El corazón de Piedra Verde al principio del año, regalo de mi último novio... y me quedé pensando en que es muy cierto... hay un mundo claro y un mundo oscuro.

En general me muevo en el mundo claro... Me gustan los flirteos que mantengo con el lado oscuro... (de la fuerza) pero tampoco creo en la línea concreta que separe a los mundos, como algo determinado, sin grises, matices y sombras...

Empecé a leer Demian para recordar...

Y recordé que aún tengo mucho por conocer.

D.

De piezas y caminos

- ¿Qué camino debo tomar?
- ¿A dónde quieres llegar?
- No lo sé.
- Entonces cualquier camino te sirve.
Alicia en el país de las Maravillas...


Creo que es la historia de mi vida. Como no sé a donde quiero llegar, he tomado todos los caminos, que es igual a no tomar ningun camino... pero no, tampoco es igual, después de todo me he movido... tampoco me muevo tan libremente como la reina del ajedrez... En ese sentido, creo que me muevo como una pieza de las damas...
La vez pasada que jugué damas con mi papá, me dijo que me podía comer "Por boba", es decir, por no moverme rápidamente para evitar una jugada que me iba a ser desfavorable. Yo quería mover una pieza más segura, en otro extremo del tablero, donde no estaba a punto de ser engullida...
Finalmente me enojé con él y ya no quise jugar, porque nunca me había explicado esa regla en mis 24 años de vida y ahora resulta que hasta no moverse tiene sus consencuencias... ¡Habrase visto!
Bueno, me comieron por boba. Yo no quería moverme, está visto, pero eso era porque pensaba que una luz divina bajaría a mostrarme que camino seguir, mi destino final, mi hilo conductor en la vida, mi karma absoluto, definitivo, inamovible...
También recuerdo que la oruga del país de las maravillas tenía un hongo mágico con el cual podías comer... Ah, pero ese era para hacerte grande, no para indicar el camino...
Jo, jo.
D.

Atisba por la cerradura...

Ayer que estaba cantando (vease escribiendo) en una ventana de chat la letra de "Mujer sucia" de Real de Catorce, cometí un error ortográfico y escribí... "Esta noche dejaré que Dios atizbe por la cerradura..."

Después de tan tremenda pifia me quedé mirando el error y me pareció que el verbo atizbar se veía bien con Z... quizá porque pensé en el siete que se le hizo el otro día a mi falda azul. Por medio de él se podía atizbar un fragmento de mi muslo, justo un pedazo de piel que contrastaba con el resto de la tela cubierta y monacal...

Alguna vez me han observado mientras me baño y creo que cuando sorprendí esa mirada, lidie un momento entre le incredulidad, la ira y la satisfacción de ser contemplada.

Atisbar es un verbo muy bonito, aunque también puede ser doloroso, porque no sabes cuando el picaporte te dejará parcialmente ciego o te romperá los lentes...

D.

El ataque de las chicas terremoto...

Iba a ponerle un post a cada una, pero ellas tienen la culpa por nacer casi CASI (y recalco el Casi, porque a mi se me olvidó y pensé que de hecho nacieron el mismo día...) el mismo día.

Y el día fue el día del terremoto de la Ciudad de México, ese del que yo no me acuerdo nada, pero el que hace que todos tengan una anécdota...

Sin embargo este post no es de anécdotas del sismo, sino de felicitación...

En primera, (por orden estricto de aparición) para Mar, a quien conocí hace poco, porque las dos compartimos un par de obsesiones que van desde nuestro temor a llegar a los 95 y seguir viviendo en la casa de nuestros padres, hasta el terror que da no saber como elegir los aguacates (Mar, el domingo mi papá me estuvo enseñando a elegir tomates, no es tan complicado!)

También pensamos mucho en la muerte... Y en otras cosas, casi igual de enfermas. Me encanta por paranoica y porque le da pena quejarse, pero espero ayudarle a superar eso. Jo.

Soy una mala influencia, a decir verdad.

Me gustan sus ojos verdes.

En segunda, una mujer a la que quiero mucho, la verdad es como la hermana que siempre quise tener (bueno, si tengo una hermana, pero no sé porqué no puedo quererla tanto como a tí, Natalia)

Total, Natalia es bien bonita, me gusta su lunar y también me gusta hacerle piojito cuando se duerme... Y cuando se enoja es bien graciosa, me dan ganas de calmarla como a esos gatitos erizados.

Y es su cumpleaños, así que lamento mucho no poderla mirar dormir, porque es de las cosas que más me gustan hacer. Creo que me despierta mi instinto maternal... que raro, que una mujer tan grandota me despierte instinto maternal. La neta me dan ganas de ayudarla, de tener algunas respuestas para sus preguntas.

Pero claro, ya sé que este año va a responder todas las preguntas que le hacen falta.

El número 22 es un número bonito. Es como ver dos patitos nadando en el estanque... Me gustan los números pares...

Ojalá que sus 22 años les traigan muchas bendiciones, muchas felicidades, Mar y Nata...

D.

Se hizo el silencio

Ya no me llegan mensajitos al celular.

Creo que eso debe de ser un motivo de tristeza generalizado, me pregunto si estaré pagando alguna deuda karmica, o por qué tanto silencio en la oficina.

Ya nadie me escribe diciendo "No consigo olvidarte"

Bueno, cabe la posibilidad de que nadie esté intentando olvidarme, que el olvido ya esté completado, razón por la cual se justifica que mi teléfono permanezca totalmente silencioso.

Pero ahora que lo pienso... ¡Yo me lo gané!

Entonces. ¿Quiero o no quiero discusiones vía mensajes?

¿Alguien tiene 1 peso de saldo que me preste?

D.

Perfil - ES

- Me imaginé que ese sería tu libro preferido.
- ¿Por qué?
- Tienes todo el perfil...

Mi perfil es aguileño. Desde pequeña, mi mamá dice que lo más notable de mi rostro era mi nariz. A veces pienso que me hubiera gustado tener un perfil griego, pero quizá no me iría bien con el resto de la cara.

Me gusta el perfil maya, esa frente pareja y ese rostro imperturbable, de serenidad ancestral.

Mi perfil... Bueno, me han puesto a hacerlo para muchas páginas de Internet y para un par de cuestionarios de Orientación vocacional.

Creo que me caracterizo por ser tímida y seria. Luego está el aspecto en que tengo buenos modales. Pero claro, también soy extrovertida y malcriada. Y luego cuento cuentos que terminan mal.

Pero me gusta contar historias bonitas, en realidad.

Soy obsesiva con muchas cosas y descuidada en otras tantas... No sé si tenga un perfil, pero si tengo uno, está desdibujado.

D.

Explosiones patrias...

Parece irónico que la mayor parte de los festejos patrios tengan un cariz militar...



Ese desfile cívico de niños de primaria encabezando escoltas con marciales pasos, bandas de guerra y el sonido de esa tonada, que Melannie Saori, la sobrina de mi amiga Jeaninne entonaba...



"Y retiemble en sus centros la tierra... al sonoro rugir del cañón..."



Mientras veía desfilar a las señoritas Patria, Justicia y Libertad, pensaba en que el verde no le favorece casi a nadie...



Los niños quemaban ratones en la explanada del Municipio, mientras el mariachi tocaba la marcha de Aida y yo sólo pensaba en todos los lugares en los que podría estar...



D.

¡Echate un volado!

- ¿Me voy en pesera o en metro? - Me preguntó... como si yo supiera algo, algo...

Yo que he dejado a la suerte la mayor parte de las decisiones importantes de mi vida.

- Echate un volado. - Le dije... y él utilizó su razón y su entendimiento para resolver el problema.

Llovía. La ciudad se veía bonita y decidí tomar el camino largo para llegar a casa.

Luego escribí un mensaje en una esquina.

Y siguió lloviendo, mientras pensaba que el azar me ha puesto en las esquinas correctas del pañuelo.

Llegue a casa y me probé una falda azul.

De nuevo la moneda había acertado.

D.

Cultura en México...

De un modo o de otro, me puse a pensar en la alta cultura y en las culturas populares, en lo que es elitista y lo que es para todos... Por alguna razón, lo que pasa a ser popular deja de ser culto y parece ser excluyente una cosa de la otra...

Pero las definiciones más laxas y antropológicas de cultura, dicen que es cultura todo lo creado por el hombre... Eso incluye el metro, la piratería, las banquetas, el ballet, el graffiti, la opera...

¿Hay suficiente cultura en México? Si, claro, por los poros de la piel, por los baches de la banqueta, por el río de la piedad...

¿La gente necesita más cultura? Quizá necesitan tener más elementos para apreciar otro tipo de expresiones culturales.

No me cabe la menor duda de que el abrirse a otro tipo de expresiones culturales te ofrece muchos beneficios, aunque también hay que pensar... ¿Mientras más sabes eres más feliz, mejor persona, más de algo?

Yo he conocido gente muy culta, profundamente desgraciada y con sus vidas hechas un lío, perdidas en un laberinto de contradicciones y valores imposibles de seguir, por lo intrincado...

Mientras más subes en la pirámide de la cultura, más miras un sinsentido de las cosas de la vida y localizas que el hilo de las cosas se enreda sobre si mismo y se muerde la cola como esa serpiente mítica...

Me surgía esa duda, hoy que me preguntaste por la palabra "Sexista" y la cambiaste por "denigrante". Definitivamente creo en el peso de las palbaras, y en que algunas significan exactamente algo, algo preciso e imposible de cambiar sin alterar el orden del mundo que ordenan...

Después de todo nuestra conciencia es lingüistica, se ordena con base en las palabras, así que sé que en cuanto te diga que te quiero todo cambiaría... el mundo se ordenaría de una manera diferente...

Quizá por eso hay que tener cuidado con las palabras, con la cultura, con las manos que manejan esas palabras, con las manos en la que depositamos la cultura, con las manos que sostenemos en nuestras manos...

Todo está unido de forma muy delicada, el balance y entendimiento de las cosas puede cambiar de un momento a otro...

D.

Escapes oficinezcos...

Bueno, además de los vicios, quedan otras formas de evasión del trabajo: pequeñas rutinas que hacen más leve la espera del día de la quincena...

Es verdad, si el trabajo fuera bueno, la gente rica lo acapararía todo para ellos...

O si fuera tan bueno, pagaríamos por trabajar y no nos pagarían por hacerlo...

Por eso cuando todo parece ser demasiado, Luis sale a la hora de la comida a comprarse un Sundae...

Por eso, cuando todo parece demasiado, surge una palabra mal escrita, que enriquece nuestro acervo de pifias ortográficas...

O como cuando Betty ya está cansada de que no llegue la gente a la que tiene que entrevistar y recibe una llamada de su novio...

Es como cuando yo paso por la librería, o cuando me estiro como gato, o como cuando me tomo un café a media tarde, mientras llueve sobre el piso de grava y todo se ve como nuevo...

D.

Maldito vicio...

Si, cada quien tiene su vicio. Encías sangrantes rompía huevos Fabbergge contra las paredes. Milones de personas está enganchados a alguna droga. Hay grupos de adictos a casi todo... A comer, a las relaciones destructivas, a pasar horas y horas en Internet...

Es una calamidad ser un adicto, porque no importa donde estés, no puedes evitar sentir esa tensión, ese escalofrío dentro de la piel, buscando acomodo, para saciar esa necesidad...

¿Siempre quieres más? ¿No te parece suficiente, nunca, nunca?

Adicto.

Por eso yo no debería haber comenzado a trabajar aquí, donde paso a diario por la librería del Fondo de Cultura Económica Rosario Castellanos...

Hoy llegué temprano y salí sin dinero, balanceando una bolsa negra llena de letras pastosas, con un libro que nunca en mi vida había escuchado nombrar, pero cuyo diseño en portada me hizo un guiño, de esos que nunca he podido resistir...

Un guiño de esos que hacen que los hombres se lancen a la guerra y las mujeres a los brazos de los hombres...

Chin, maldito vicio. Ahora tendré que buscarme otras calles para transitar...

D.

Mi trauma con los colores

En la semana, Juan Carlos, el correcto de estilo de mi tra bajo, me preguntó por mi color favorito, mientras se dedicaba a hacer el chismografo de la oficina, en un bonito arrebato de ociosidad burocrática...

Yo le dije que es el azul, para que no hubiera malos entendidos, pero en realidad es el lila... lo que pasa es que ¿Que jodido color es el lila?

El lila que a mi me gusta, es ese lila de los atardeceres, pero luego se malinterpreta y me dan demasiado rosado, demasiado morado, demasiado azul...

Es dificil ese color, entre azul y buenas noches.

La vez en que le dije a mi papá que quería mi cuarto pintado de lila, terminó comprando una pintura color rosa mexicano que hasta la fecha ofende mis pupilas cada vez que regreso a ese cuarto de mi infancia. Eso fue hace como 16 años... Y aún no supero el trauma.

En general me gustan más los colores fríos, toda la gama de azules y morados, pero dice mi asesora de color que para vestime me quedan mejor los colores calidos... So... Nunca me puedo poner lo que me gustaría.

Quizá es sólo mi inconformidad perpetua, pero ahora que remodelé el blog nunca encontré el tono de lila que me gusta, así que a ver cuanto tiempo dura este fondo...

D.

Como los gatos, caer de pie...

Para Juan, Ere y todos mis amigos
que han aprendido a caer de pie...
Yo confieso que nunca he tenido una crisis, crisis. He tenido mis ataques de ansiedad, mis momentos de desesperación, mis tropiezos de los que me repongo con una media sonrisa y una mirada hacia los lados para ver si alguien me miró...
Pero nunca me han dejado caer desde un noveno piso para saber si caigo de pie, como un gatito.
Dicen que los gatos caen de pie porque si los tiras desde lo alto tienen tiempo de girar su centro de gravedad mediante una maniobra complicada y aerodinámica, la cual tendría que explicar mi amigo Armando...
Pero hay gente que tiene particular gracia y estilo para reponerse de las situaciones adversas, como es el caso de Juan, a quien siempre sorprendo con una sonrisa en la boca, aunque lo hayan corrido de la chamba...
Pero si leen su última entrada, se nota tan fresco como la soleada mañana, tan feliz como la primavera, tan ligero como una pluma...
En cambio, hay otras personas (aquí ya no diré nombres, pero ya saben...) que si caminan al borde del peligro ya imaginan su cuerpo despeñuzcado entre las rocas... No, pues así no se puede vivir, caray...
Quizá si traiga a Armando, después de todo, para que me enseñe como es que los gatos caen de pie.
D.

Otros idiomas...

A veces creo que yo ladro en un idioma desconocido, porque no me puedo dar a endender con los otros perros del mal. A veces creo que ese error mío viene de una cuerda vocal, de un gemido animal, que no se expresa, ni se encuentra perceptible para el común de los mortales...

Se dice que los gatos sólo maullan para comunicarse con la gente, porque para comunicarse entre ellos, usan bufidos y sonidos guturales imposibles de imitar para el hombre promedio.

Yo estudie inglés y francés... pero de todas formas, comunicarme ha sido una labor muy ardua. No sé si se deba, como parece sugerirlo mi amiga Natalia, a algun trastorno de personalidad que me hace esquiva...

Pero definitvamente el don de lenguas no es el mío.

D.

Carta de amor a quien corresponda...

Hace mucho que no escribo una carta de amor... la principal razón de esto es que últimamente mis cartas de amor han sido mal entendidas...

¿Cómo expresar el amor si no es con las mismas palabras que ya han sido dichas? ¿Y si uno va más allá de las palabras y quiere expresarse con palabras nuevas, como clavicordio, misterio, andanada, decadente, retoño, milagro, azúcar, pastura, homogeinización...?

¿Y que tal si mi amor sólo podría materializarse en masajes en la espalda y en el sudor tuyo mezclado con el mío?

¿Y que tal si mis caricias no saben hablar, y tengo que contentarme con las palabras, que en cualquier día hábil deben cruzar el tiempo para expresarte algo tan simple como... Estoy enamorada de tí?

¿Y quien dice que estoy enamorada de tí es simple? Lo he dicho yo, lo dije en un arrebato, en un intento por clarificar lo oscuro y arrojar luz sobre las cosas complicadas de la vida, como si la sombra, la silueta, el perfil de algo nos dijera un todo.

Sólo sé que mi amor es un edificio pintado por Escher, donde hay mil puertas a mundos desconocidos y escaleras que bajan cuando deben de subir... Hay sitios que yo no conozco, entrelazadas cintas de Moebius del destino, allí, donde debería estar mi corazón sólo hay espacio para una locura saltarina y frágil.

Esa locura es la que te ama. Esa locura es la que se empeña en decir que aunque me correspondas, nunca encontrarás mi amor en la misma puerta que en donde se encontraba ayer, porque a diferencia de las hormigas en la cinta de Moebius, yo si me estoy moviendo.

Perdoname por quererte con este ruido viejo de clavicordio, por amarte con ansia decadente, por adorar tus labios, milagros de azúcar. Perdoname por esta andanada de palabras, misteriosa pastura creciendo, alimentando la tibia leche que llevo a homogeinizar y escurre de mis pezones, para alimentar este amor turbio y suave, que va creciendo día a día, que a veces dejo llorando en su cuna, por este amor que yo, mala madre, dejo abandonado hasta la noche... y luego mientras duerme, le arrullo con voz tibia...

D.

Sobre los codos...

Hoy, mientras viajaba comodamente sentada en el metro, un tipo me puso enfrente su codo rugoso y suavecito, ligeramente oscurecido por la falta de un sacate, pero lleno de implicaciones intertextuales.

Nunca se me olvidará que el codo es la parte más erógena de Marge Simpson, ni podría ver un codo tan de cerca sin pensar en el hombre que me confesó que cuando era niño mordía los codos de la gente... quizá le recordaban la suavidad de un pezón materno...

Tampoco olvidaré las lecciones de urbanidad de mi abuela, que me decía que no había que subir los codos a la mesa, no sé si por no jalar el mantel, por ensuciarlos codos, o por ensuciar el mantel...

También había una lección de buenos modales que explicaba que hay que comer con los codos lo más pegados al cuerpo que sea posible...

Los niños siempre guardan bonitos recuerdos de sus rodillas raspadas por las caídas de bicicleta, pero poco se menciona de las costras en los codos, cuando aterrizas de maneras inesperadas y terminas con una costra rojiza y quebradiza, que nunca dura, porque los codos se mantienen flexibles y uno los necesita para participar en el colegio, para saludar a un amigo, para amasar el pastel del día de las madres, para recargar la pluma contra el papel para escribir una carta de amor...

Hace mucho que no escribo una carta de amor. Ni con los dedos, ni con los codos...

A veces, para escribir una carta de amor hay que utilizar los codos. Te recargas contra la mesa y te pones a pensar en el objeto de tu ensoñación amorosa, mientras tus manos le sirvel de atril a tu cabeza, que saldría volando impulsada por un suspiro tibio de aire caliente, como un globo de colores...

D.

Fiesta pagana

Ayer escuché más banda de lo que acostumbro y vi un bailecito muy raro, ejecutado con gracia sin igual por un montón de jovenes alcolizados.

La rolita se llamaba "Fiesta pagana" y todo el mundo brincoteaba muy graciosamente. Lo que aprende uno.

Yo no bailé, me quedé mirando, como el chinito (No, no el de coopelas o cuello... otro más antigüito, que usaban las abuelitas para sus frases celebres)

Fue el cumpleaños de Griselda, me gusta como suena su nombre... Es como nombre de artista, o no sé. Es una tipa muy chida, la verdad me dio pena no tener regalo para ella, pero ya se me ocurrirá algo.

Es parte de los beneficios laborales, creo. Conocer gente que vale la pena.

Ah, me dormí muy poquito, ahora creo que iré a dormir como corresponde a la gente que se va de fiesta el sábado por la noche.

D.

Cristales

He roto los cristales
sobre la arena...

Han quedado confundidos: esquirlas de luz.

Ven a merodear entre mi playa,
déjame tu sangre de ofrenda.

He roto los cristales sobre la arena...
miro su reflejo rojizo y recuerdo:
ven, quiero ser la hoguera en donde vas a arder...

Quémate.

Haré de tu silicio mi vitral,
haré de tus arenas mi copa
haré de tus cristales mi caleidoscopio.

Quémate en la hoguera,
dejate fundir...

Quiero contemplarte a contraluz,
quiero contemplarte con las gotas de lluvia
en tu piel recien formada.

Quiero que seas mi ventana,
me guardes del frío
y permitas que me llegue la luz.

Ven... quiero sentir tu presencia acristalada
esta vez no te romperé.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...