Ropa del montón

Ayer me fui a comer unos tacos de barbacha bien dorados a un mercado que queda a unas cuantas estaciones del metro de mi casa...

Aunque llegué en auto, con mis papás, decidí volver a casa pues tendría un compromiso (que se canceló después, pero esa es otra historia). Así que me regresé caminando.

Al cruzar el puente, de camino a casa, me fue inevitable fijarme en un tianguis que se pone "siempre en domingo"; antes era un tianguis normal, de todo un poco, ya saben...

Ahora, esa calle en particular, unas cinco cuadras, se dedican casi por completo a vender ropa de montón, es decir, mercancía que es comprada por pacas a precios bastante bajos de ropavejeros o en el mejor de los casos de la mucha ropa que se deshecha en el país vecino por cambios de temporada.

Doy fe y cualquiera puede darla por mí, de que a mi no me gusta ir a comprar ropa. Creo que tengo más ropa de la necesaria... pero les juro que sucumbí a la tentación de ver texturas, colores... y mejor aún, a la gente buscando su ropa.

¿Ven a aquelle chica tan bien arreglada, con muchas prendas encima, que parece que salió de alguna Boutique? ¡Pues ella escoge su ropa del montón!

¿Ven a esa señora que tiene muchos vestidos iguales? ¡Los sacó todos del montón! (La verdad le envidio la paciencia para buscar tantos diseños de puntitos, florecitas y cositas iguales en un diseño tan feo)

¿Ven a esos niños con gorras? ¿A la niña con listones? ¡Todo del montón!

Así que cuando sus esperanzas estén desahuciadas y sus bolsillso vacíos, no olviden que hay ropa del montón desde $5.00 y pantalones de mezclilla de $40.00

D.

P. D. Por si se lo preguntan... No, no compré nada, sólo unas calcetas que olían a nuevo y que compré más adelante. Ja, no es que yo sea desconfiada pero...

Cosas que ya sabía... pero que confirmé jugando a los Sims

  • No importa cual sea tu trabajo... si tus aspiraciones son de platino (es decir, ser el más mejor de cualquier cosa que hagas) al salir a tu trabajo irás de buenas.
  • Cada profesión te da cosas que las otras no te dan... pero lo malo es que no alcanza la vida para hacerlo todo.
  • Si tus aspiraciones no tienen que ver con la carrera, sólo estás perdiendo el tiempo si vas diario a trabajar, si tienes un empleo fijo, si tu circulo de amigos se reduce a la oficina.
  • Sin importar que trabajo tengas, necesitas conocer gente... o si no nunca ascenderás.
  • El teléfono es importante.
  • El chatear es bueno, pero siempre es mejor reunirse con los cuates o tener una cita.
  • Cuando no ves a nadie empiezas a tener alucinaciones con botargas (bueno, algo así)
  • Las necesidades básicas sólo quitan el tiempo que podrías utilizar para ser feliz...
  • pero una forma de ser feliz es tenerlas cubiertas.

D.

23

El ponía en su firma un número 23, no sé si dominado por algun temor apocalíptico, por ser la fecha de su cumpleaños, porque se le daba la gana.

Siempre pienso en él en la fecha 23, a pesar de que a él no le importa saber que pienso. Antes leía mi blog, antes.

Urgaba en él como quien desmiembra el cadáver de una rana, urgando, tratando de saber que más hay, pienso que estaba poseído por una locura febril que no sé si llamar amor o simplemente dejarle el nombre de locura.

Me gustaba pensar que era amor, porque así tenía formas de conducirlo: canciones, esas caricias imparables que se extendían como reguero de lumbre por los andenes, sin que nadie pudiera detenernos, ni las miradas de la gente ni la buena conciencia, que nos gritaba que estabamos locos.

¿Estabamos? ¿Los dos?

Si.

Esta es la entrada 236.

23 Es su número favorito.
6 Es el mío.

No sé porque le escribo, si él se propuso borrarme de su vida y lo ha hecho con éxito. No sé porque sigo pensando en él en las fechas 23; hasta febrero tiene un 23, así que lo pensaré al menos 11 veces más.

Después quien sabe.

D.

Historia de amor. Capítulo 2

Cuando el último cielo azul se desgarró sobre nuestras cabezas y el pedazo de paraíso que nos había tocado en suerte cayó al fondo de los infiernos y nos arrastró al fango de lo mortal, cuando nuestras aspiraciones de platino se fueron por los suelos y nos convertimos nuevamente en mortales, cuando todo eso terminó, te miré a los ojos con dulzura y te dije que aún te amaba; sólo porque quería saber que se sentía comerme mi propia mentira.

"¿Es que todo el amor fue siempre mentira?" Me pregunté a mi misma, mientras abría la puerta, buscando desesperada un taxi que me alejara para siempre. Menos mal... tenía para el táxi. Tú que siempre criticaste la aprensión con la que contaba las monedas en el bolsillo, pero uno nunca sabe cuando se tendrá que dar a la fuga.

¿De que estaba escapando esta vez? ¿De tus besos? ¿De tus llamadas? ¿De tus mensajes en el celular que me hacían sonreír? ¿De esa pleyade de versos que no eran tuyos? ¿De esas citas citables con las que me rodeabas cada día?

¿De que escapaba? ¿De la sensación en el estómago al saberme tuya? ¿De los titulos de propiedad que te di, cuando te hice ciudadano de mi cuerpo y te dote, por gracia divina, de la posesión de uno de mis lunares?

Ese terreno baldío que te ofrecí para que fincaras allí un sueño. Ese pedazo de tierra oscura que te regalé para que lo hicieras un oasis, un páramo fresco donde se refugiaran los pájaros y cultivaras orquídeas que bajarían por mis caderas o mis senos.

Yo te dí todo eso y remataste a pedazos el trozo de tierra.

Escapaba de los litigios por propidad, de los juicios por intestado, porque cuando nuestro amor muriera sabría que ese pedazo quedaría sin dueño, sin heredero, páramo muerto, estéril... y ya no tendría titulo de propiedad para otorgarselo de nuevo a nadie.

Tierra sin ley.

Patria sin cuidadano.

Mujer evasiva que no fue ya de nadie.

D.

Uñas de gel. Todo un mundo sobre las cutículas.

Recuerdo que cuando iba en la secundaria tenía una maestra de Inglés cuyo mayor atractivo eran las miniaturas que armaba sobre sus uñas.

Un día llegaba con castillos japoneses con murallas chinas y atardeceres soleados y otro con un diseño navideño, árboles de Navidad con estrellas en la punta.

A mi y a mi mejor amiga de la secundaria, Mitzi, nos daba algo de miedo esa maestra y le teníamos cierto respeto distanciado; tanto a ella como a sus tarjetitas de verbos de colores y a sus miradas azul relámpago.

Algo tuvo que ver que el primer día de clases se presentara hablando por completo en inglés y sólo Oliver le entendiera (pausa al flash forward para babear un segundito mientras me acuerdo de lo guapo que era Oliver)

El caso es… que para mí las uñas largas siempre estuvieron vinculadas con las brujas, con cosas poco agradables, como los rasguños, las clases de inglés y el miedo al los tiempos condicionales.

Así que ahora que renació esta moda por las uñas con dibujitos, no pude sino intentar desanclar toda la carga negativa que para mí conlleva una sobrecargada uña con diamantina, cinta brillante, mezcla de colores y paisajes de flores.

Una vez me hice garabatos chinos en cada uno de los dedos con un pincel de un solo cabello y esa inscripción duró sobre mis dedos como dos semanas, de las más felices y decorativas de mi vida.

Alguna vez, en un chismografo, llegué a poner que la parte que más me gustaba de mi cuerpo eran mis manos, porque son pequeñas y delicadas. Claro, aún no me había mordido ningún perro. Pero en general me gustan mis uñas almendradas y sin cutículas gruesas.
Creo que reparé en la importancia que habían retomado las uñas de gel cuando vi la cintilla dorada que cruzaba los dedos de Luz María Jiménez, en la Agencia del Universal Radio, mientras sus dedos corrían veloces por encima del teclado.

Ella se había puesto guapa para su ceremonia de graduación y tenía unas uñas principescas que me hicieron pensar en que quizá descuidé demasiado mi manicure todos estos años al empeñarme en usar barniz de color azul cielo y brillitos con estrellas que parecían sacados de un experimento de mi alegría.

En realidad nunca me he ido a arreglar las uñas y me sigue pareciendo un exceso gastar 300 pesos en unas uñas de acrílico. Pero de vez en cuando me dan ganas de sacar mi lima de uñas, sobre todo en momentos como hoy, cuando ya terminé mis labores del día y podría perfeccionar la media luna que guardo por encima de las yemas.

Aspiraciones, Inspiraciones y Simulaciones...

El día de ayer fui a la comida en honor de mi amiga Jeanine, quien ya es lifenciada. En su casa están muy contentos y durante el examen le dijeron que esperaban que pronto entrara a la maestría.

Yo llegué y le conté eso a mi mamá y ella me dijo que sería bueno que yo también entrara...

Luego me puse a pensar si eso será lo que yo quiero... ¿O quiero algo?

Bueno, hoy me puse a jugar Los Sims, el juego que me facilitó Ladahir y encontré que hay muchos Sims que sólo son felices con titulos universitarios; otros conquistando muchos Sims, otros ganando dinero a carretadas...

Pero a veces me cuesta trabajo distinguir cuales son las cosas que de verdad serán mis aspiraciones, porque se me confunden entre las cosas que me dicen que debo querer.

A veces creo que soy más simulación yo que los juegos de video; después de todo allí es más claro, debes alcanzar objetivos muy concretos, lineas muy básicas que reunen los requisitos.

Tabuladores que no se mueven.

Con 1000 puntos de esto ya tienes esto.

Pero el aprecio de los demás, la seguridad, la felicidad, es un bien más esquivo... Más elusivo.

Me pregunto si mis aspiraciones legitimas serán académicas, o creativas, o de alguna en particular... ¿Quiero una familia? ¿Quiero dinero? ¿Que sacrificios estoy dispuesta a hacer? ¿Quiero comodidad?

A veces quisiera pararme e inspirar hondo, hasta que el aire toque el fondo de mis pulmones y poner mi mente en blanco para ver si tras el fondo se trasluce algo auténtico, original, que sea mi deseo.

Algo por que luchar, que no sea una calca de los deseos pintados en las paredes, de los cuadros y ventanas... espejos llenos de fantasmas de otros.

D.

Historia de amor. Capítulo 1

Esta historia de amor comienza por el final, porque de todas formas las historias de amor tienen final. Se llama separación, se llama muerte. Se llama incompatibilidad de caracteres. Se llama acuerdo mutuo. Se llama punto final.

Le dije a Mar que no había muchos finales. Si acaso diez. Diez se me hacen aún muchos.

Esta historia de amor comienza por el final, porque de todas formas los lectores que vengan leerán el final al principio... o podrán ir de vuelta, como si fuera un cuaderno reversible.

Esta historia de amor termina con un...

Sin príncipe
Sin castillo
Sin rescate
Sin para siempre jamás.

Este final comienza con libertad, porque la libertad no es la felicidad, sólo es el desprendimiento de las cosas mundanas, que nos atan.

Incluso el amor nos ata, a otra persona, a los recuerdos, a la tierra, a la vida.

Porque la libertad más completa es la muerte, cuando podemos desprendernos de todo, incluso del cuerpo, de los recuerdos del miedo.

Pero antes de llegar a eso, habría que relatar la historia.

Por eso este es el capítulo 1, porque toda historia tiene un final y este debe ser escrito, para que les cuente que todo empezó en el omega de las cosas.

D.

Felicidades y caminos

Andé muchos caminos...
unos con senderos despejados;
otros con tierra, musgo, barro.

Anduve por las veredas de la mar,
entre la sal y los cactús.

Anduve en las veredas de los trenes:
ríos de hierro corrieron en mi boca,
antes de poderle decir a esta tierra mía.

Anduve en matorrales, en selvas vírgenes
y toqué la arena nueva, recién nacida del silicio y la arenisca.

Fui la descubridora de esos páramos cálizos...
de piedra dura donde el tepetate era el rey.

¿Qué buscaba?

Buscaba esa perla extraña, esa pepita exótica...
Felicidad, le llaman.

Escalé el risco del mañana, cada día, añorante,
en el firmamento cada sol me prometía la sonrisa...

siempre la sonrisa quedaba pendiente, en la siguiente cordillera,
tras el siguiente páramo, en la próxima estrella.

Ahora que volteo, veo que la felicidad fue cada paso,
que la felicidad fue todo sitio conocido,
cada hoja del árbol que pisaron mis pies y me cantaron sus trinos.

Ahora veo, quizá algo tarde... el camino andado por mis pies.

Y encuentro que a mi alrededor había muchas sonrisas...
y miradas de simpatía para mi busqueda;
abrazos...
señales sinceras, que me indicaban pozos de agua,
chimeneas tibias,
vasos de barro,
manos agrietadas por el trabajo.

Voces que murmuraron canciones de amor o de cuna, en mi sueño,
cuando mis pies andaban ligeros, entre las brumas de la noche,
sin descansar siquiera dormida...
cuando perseguía la felicidad
por tantos caminos.

Andé muchos caminos.
Puse mi huella en el corazón de los hombres.
Ahora volteo y miro la felicidad en mi propio rostro
y sé que es un sendero que he recorrido.

D.

Romeo y Julieta 2008

La perra que tiene mi tía, una adorable cooker, de nuevo está en celo.

El perro de mi hermana, un gruñón French Poodle se la pasa pegado a la ventana, con rostro trágico, desmayado...

Claro, generalmente los dejamos correr en el patio y el Poodle no le presta la menor atención a la Cooker; no la llama por teléfono, no le envía mensajitos, no...

Ah, bueno, no exactamente, pero ya me estoy proyectando.

El hecho de que ella esté disponible ha creado esta historia de pasión perruna desenfrenada, lloriqueos en las puertas y demás...

Ahora que termina "Diálogos en confianza" me propongo pensarme una nueva historia de amor para este año...

A ver que tal sale.

D.

Viejas amigas

No es lo mismo crecer con alguien, ver como se abriendo su corazón de cactácea y ver nacer de entre sus espinas la flor de sus ideas, ver como sus huesos se van conformando y en las líneas de su cara se va pintando el rictus de amargura o de sonrisa que nos va dejando la vida...

No es igual conocer a alguien cuando aún tiene fe en la humanidad y espera darle una mejor casa a su familia, antes de comprar un abrigo de visón...

He visto crecer su alma, he visto florecer su mente y me estremece ver correr su sangre bajo su carne pálida y casi traslucida.

A veces me quejo porque es otro el camino de sus sueños y no encuentro punto de llegada a esa escalera al cielo que tiende...

Pero sé que venimos de una raíz que no me es desconocida y desconocerla sería como desconocerme a mí; por ello cada vez que la abrazo y estrecho entre mis brazos esos huesos frágiles y a la vez tan firmemente parados en la tierra, escucho mis propios sueños y sonrío, porque en nuestra voz hay cierto eco por las cosas que siempre hemos creído justas.

A pesar de los besos, cursos, kilometros, marcas que nos hemos empeñado en que nos separen, espero... espero que ella sienta lo mismo, porque ella es para mí la más antigua de mis amigas; quien sabe que mis valores no serán distraídos, ni el golpe que quisiera alcanzar las estrellas se distrae por la oscuridad que me envuelve algunos días.

Porque le he confiado el depósito de mi infancia, porque también vio como se afinó mi cintura y aprendí con ella a caminar en tacones.

Porque somos viejas amigas....

Porque ella es, simplemente, como deben ser siempre las amigas, a pesar del tiempo, fieles.

D.

Los normales...

El día de ayer, en que Mar celebró un año de escribir en su blog, me di cuenta de que definitivamente celebrar un año de ocio no puede ser algo normal...



Luego me puse a pensar en lo que será normal.



Creo que yo soy anormal, siempre lo he pensado, pero buscando iluminación Zen en mi vida, me encontré una página del calendario que decía;

"¿Quien es una persona normal?

  • Es un sujeto maduro que no se encuentra fijado a sus padres y se conduce como una persona desarrollada y tiene unas metas específicas en la vda
  • Acepta los golpes y contratiempos de la vida filosóficamente.
  • Se encuentra demasiado ocupado como para sentirse infeliz.
  • Se prepara para ganarse la vida y trabaja sin quejarse excesivamente.
  • Posee alegría de vivir, se encuentra contento de estar vivo.
  • Puede acompañarse de casi cualquier individuo, tiene una personalodad flexible y se manifiesta humanamente comprensivo.´
  • No actúa por impulsos, ha aprendido a dominar tus emociones, ejercita un juicio sano y es capaz de tomar decisiones inteligentes.
  • No es cínico y no alberga prejuicios neuróticos.
  • Trata de no meter la nariz en asuntos de otras personas.
  • Se manifiesta como una persona con tacto y no argumenta excesivamente; es tolerante y generoso, no es hipersensible y acepta la crítica ajena.
  • Tiene sentido del humor, e irradia un fuerte sentimiento de seguridad en si mismo.
  • Da amor y sabe compartirlo con los otros, tiene fe en la humanidad y la manifiesta en una sana actitud hacia la gente que lo rodea.
  • Conoce lo que ha hecho mal y es capaz de adquirir buen juicio de los errores del pasado.
  • Ha logrado alcanzar un modo de vida que le permite valorar y vivir con placer en vez de penas, ha adqurido la capacidad de mantenerse en paz la capacidad de alegrarse la vida.






Quizá por eso no sea fácil encontrar gente normal...



Habrá que creerle a un poeta que descubrí gracias a mi amigo Tomás:


FELICES LOS NORMALES



Felices los normales, esos seres extraños...

Los que no tuvieron una madre loca,

un padre borracho, un hijo delincuente.

Una casa en ninguna parte,

una enfermedad desconocida.



Los que no han sido calcinados por un amor devorante



Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más.



Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros.



Los satisfechos, los gordos, los lindos.



Los rintintín y sus secuaces;



los que, cómo no, por aquí.



Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura.



Los flautistas acompañados por ratones.



Los vendedores y sus compradores.



Los caballeros ligeramente sobrehumanos.



Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos.



Los delicados, los sensatos, los finos.



Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.



Felices las aves, el estiércol, las piedras.



Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños.



Las ilusiones, las sinfonías,

las palabras que nos desbaratany nos construyen,

los más locos que sus madres,

los más borrachosque sus padres

y más delincuentes que sus hijos...



Y más devorados por amores calcinantes:

que les dejen su sitio en el infierno, y basta.


Roberto Fernández Retamar.



Mar... quizá no seamos normales. Quizá no seamos felices. Quizá estemos en el infierno...

Pero después de todo... ¿quién le cree a las páginas de los calendarios?

Quizá lo normal sea ser infeliz, cínico, intolerante, criticón, hipersensible, intolerante, inmaduro, quejumbroso... Enfermo pues...

Gracias por compartir eso en tu blog.

D.

La cuesta de enero en tacones

Yo nunca había entendido el valor de una quincena y cuando me decían cosas de "La cuesta de enero" se me hacían lejanas, como de cuento de hadas...


Pero fomentada en no sé que paranoia de las noticias sobre el alza en todo... ahora pienso que soy realmente pobre y que nada del dinero será suficiente...

Además, me he perdido entre las declaraciones de los Barzonistas, los titulares del Universal del alza de las tortillas, las declaraciones del Secretario de Economía y de Agrícultura que dicen que todo marcha de maravilla, las cifras macroeconómicas que dan los analistas financieros y las llamadas continuas de mi banco para ofrecerme líneas de crédito que no usaré.

No.

No quiero ir a comprar zapatillas.

Pero al parecer son requisito indispensable para ir a trabajar en mi oficina y ahora tendré que subir la cuesta de enero con tacones.

Ahora bien... yo que siempre he andado en zapatos de piso, gastar en zapatillas para la oficina se me hace una extravagancia fuera de lo normal.

Le pregunté al guardia que si podía llevarme mis botas y se las puse enfrente, para que me diera su visto bueno, pero no estoy segura de si la cara que hizo fue porque no me había depilado bien o porque ahora será Fashion Police...

Claro, tuve una acalorada discusión con el corrector de Estilo sobre que algun día tendría que tomar copas de Martini en lugar de tarros de Cerveza, portar bolsas de mano en lugar de mochila, cortarme la coleta y comenzar a mirar el lado izquierdo más que el derecho en los menús...

Pero creo que aún no llega ese momento. Así que eché mis huaraches en la mochila, para subir la cuesta de enero en tacones y sentarme con toda calma, mis deditos al aire y contemplar la vista desde algun mes más alto, para contemplar la vista.

D.

Otra vez lunes

Después de dos lunes de medio asueto, debido a los días feriados; después de escapar a la maldición que es para mí no tener nada que hacer; después de no estar tan cizcada como para no abrir el internet en la oficina; después de que ya adelanté mi nómina y mi lista de asistencia para la quincena que viene (si, tengo que hacerla el 14 y 29 de cada mes y la suelo hacer el 7 y el 20)

Después de eso, me ha dado tiempo de reflexionar en muchas cosas que según yo no vienen al caso, pero de cualquier forma pienso en ellas:

1. ¿Por qué el titulo de un libro en la vidriera del Fondo de Cultura Económica se llama "Alex quiere un dinosaurio"? ¿Será alguna especie de señal secreta para que regale dinosaurios? ¿Acaso Alex será más feliz en cuanto le consiga su dinosaurio?

2. ¿A qué se dedicará el indigente iletrado ahora que no va a pervertir las ingenuas mentecitas de los estudiantes de Preparatoria de su ciudad natal? ¿Cumplirá con su amenaza de ponerse a hacer abdominales y sentadillas?

3. ¿Qué estará haciendo mi esposa, Mynn De Rosenzweig, ahora que ya se acabó el Foro de las Culturas y Monterrey pasa a ser la misma ciudad progresista, con super carreteras y choques espectaculares que era antes?

4. ¿Ya se habrá casado Verónica Martínez, Manuel Castillejo, Anne Marie, Mecaigo y todas las personas que conocí en el foro de escritores?

5. ¿Por qué hay un libro que se llama "Mi papá es un pretzel" en la vidriera del Fondo de Cultura Económica?

6. ¿Por qué mi vida tiene más interrogantes relacionadas con libros que con personas?

7. ¿Realmente el papá del niño de la vidriera tendrá forma de Pretzel? ¿O sólo será azúcarado?

Quizá deba comprar el libro...

D.

Princesa de la boca de fresa...

¿Cómo no recordarte,
cómo no imaginarte,
hace apenas dos años...?

Ayer fui a ver Encantada, una parodia de Disney sobre sí mismo, labor que hicieron mejor los de Dreamworks con Shreck... Pero Encantada es un buen ejercicio de autocrítica si siempre te has considerado una princesa que cree en los cuentos de hadas.

Debo confesarles que yo si creo en los cuentos de hadas, quizá por eso me negaba a besar a nadie hasta que apareciera mi verdadero amor... Bueno, a los 16 no había aparecido y como esa era la edad a la que Julieta encontró a su Romeo, comencé a probar suerte con un muchacho de ojos verdes.

El sapo no se convirtió en príncipe y seguí mi busqueda del "Principe Encantador".

Justo hoy me cantaron la de ¿Cómo no recordarte, como no imaginarte hace apenas un año... cuando eras la princesa de la boca de fresa, cuando tenías aún esa forma de hacerme daño?

Bueno, Nezumi... quiero decirte que aunque aún no me meto en líos con la ley, si creo que me he metido en un lío, porque nunca te di gracias por el año pasado, en el que nos conocimos.

Incluso te confundieron con alguien más y no te di tu justo lugar en los créditos.

Déjame decirte que el tiempo en que fuimos novios disfruté mucho el tiempo que pasamos juntos, nuestra primera cita recorriendo media ciudad, el danzón que nos echamos, la visita a Toluca, la cena con concierto de Fernando Delgadillo, incluso me seguiré sintiendo apenada toda mi vida por ensuciar tu alfombra.

Creo que la dedicatoria que me dejaste en el libro del Proyecto de la Calle Melancolía fue más que justificado, porque nos conocimos en el día de reyes y de forma ineludible estará asociado ese día de fotos y danzón...

Ya nunca paso por un Carl´s sin pensar en que me mostraste las maravillas de la civilidad, ni tampoco entiendo igual la vida después de Calvin and Hobbes.

No fue un año, yo sé... ni siquiera un cuento con final feliz... Tengo un brillo nuevo en los labios y es de sabor sandía. El sabor fresa se me ha terminado.

D.

Partir la rosca

Acitrón de un fandango,
zango, zango, sabaré, de barranquilla...
con su triqui, triqui tran...

Hoy partimos la rosca en mi oficina y el corrector de estilo (si, también me corrige el estilo para partir el pan) se enojó conmigo porque la partí en donde estaba el hígo...

Más allá de la cuestión de si había o más hígos (que resulta intrascendente, porque creo que en esa oficina sólo a mi me fascinan los hígos) él alegaba que debes de conformarte con el pedazo que te toca en suerte cuando parten la rosca, porque hay un orden...

En mi casa todos partimos de donde se nos antoja y a pesar de que otro de mis compañeros comentaba que la posibilidad estadística de encontrar un muñeco en un corte doble aumenta, el corrector de estilo insistía que el muñeco que le tocó, era mío... Jo! Me quería colgar el milagrito. Nel.

¿Y ustedes cortan la rosca de reyes en un orden preestablecido o como va cayendo? ¿Se comen los hígos o el azúcar?

D.

La mala del cuento...

Como si requiriera de nuevo mi voz o mi aliento para ese triste oficio de lágrimas...
como si se le hubiera acabado la tinta con la que escribía que era desgraciado...
como si quisiera resucitar mi nombre para tatuar nuevas cruces en su libreta
y exprimir heridas que ya fueron...
cuando mi mano cerró sus ojos y aquello fue un hasta nunca.

Traicionera, cruel, esquiva... la excusa perfecta para unos versos amargos...
la musa de todas sus pesadillas estelares...
la llama que lo calcinó de los pies a las pestañas...
la mala del cuento, la bandida, la puta, la infiel, la ladrona...
Ese papel quiso darme.
La insensible, atole en las venas, que nunca toma nada en serio...
Esos fueron mis epítetos...

Y yo, que me colgué todas las medallas...
y acepté, que no había sido suficiente mi amor;
sólo por salir en la obra... sólo por ganar un papel en su vida...
ahora ya sé, que no quiero ser la mala del cuento sólo por figurar...
pero sigo sin saber, que papel voy a tomar.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...