Sobre estimado

... y resulta que tanto alboroto para nada.

Si.

Mi entusiasmo se evaporó con rápidez.

Finalmente todo estuvo sobre estimado.

Las intenciones de crear una pareja estable. Mis ideas sobre el crecimiento laboral. Incluso mis perspectivas sobre la amistad, la importancia de mantenerse en contacto.

En realidad podría haberme quedado hoy todo el día el cama, mirando un hueco en la pared, sin el desgaste emocional y físico que requiere moverse media ciudad para tomar un frappe de moka.

Tampoco fui a trabajar. Eso de trabajar también está sobre estimado. Se supone que me citaron porque mi área de trabajo era un caos. Pero no fui...

Realmente el salario que me pagan no es tan maravilloso como para hacerme ir en sábado.

El lugar en donde nos sentamos a comer, inicialmente, era muy fancy, pero tenían un evento, así que mis papás también decidieron cambiarse de local...

Quizá habían sobre estimado mi interés en los bufetes.

Ahora creo que debería de escribir más y tirarme menos al drama. Quizá sobre estimo el poder de convocatoria de mis tragedias personales...

Mañana será otro día, para volver a calcular.

Y no sobre estimar las cosas.

D.

Jaque a la Torre

Hoy no tengo ganas de escribir.

Pero si tenía que poner esto. Era imperativo.


Para tí, ya sabes.


Como un perro que lame o ladra sin motivo,
como una carta urgente sin dirección ni sobre,
temprano descubrí que todos los caminos que yo elegí desembocaban en la torre de Babel.

La luna choca contra la pared.

Quiero decir que anduve lo mismo que cualquiera
en busca de unas manos que en mitad de la noche,
entre tantos idiomas el mío comprendieran
por los teléfonos de la torre de Babel.

En el acuario se deprime un pez.

Laberinto de espejos
callejón sin salida
donde baila el azar su negro minué
cada vez que la bols asube, baja la vida,
cada vez duele más la herida de mi piel.

Algún dios aburrido ideó esta manerade querer escapar
pero cómo y a dónde algún diablo alcohólico
hizo que me perdiera por los túneles de la torre de Babel
el trapecista empeñó su red.

Barrio Chino del mundo,
boulevar de Sodoma,
¿por qué nadie me dijo:"chaval escápate"?."

No hay billete de vuelta una vez que se tomael tren que lleva al apeadero de Babel.

Todavía queda un viejo guitarrista que cuenta a los chicos del barrio que algunas noches ve estrellas cancerosas desde el piso cuarenta de una colmena de la torre de Babel.

Del cementerio se escapó un ciprés.

Sabina Dixit.


D.

Trepa por mi ventana

Al salir del metro, rumbo a casa, casi siempre encuentro a un grupo de chicos que están sentados en la banqueta, platicando, con gesto despreocupado.

Me dan harta envidia.

No es que no tenga amigos o que no los haya tenido, pero nunca logré crear uno de esos lazos que mucha gente tiene, de confianza suficiente como para sentarse en la banqueta y platicar de cualquier cosa.

Siempre he sentido que hay personas con quien puedo hablar de algunas cosas... y otras a quienes esos mismos asuntos les aburrirían y les parecerían triviales.

No tengo un amigo estilo Dawson´s Creek que entre por mi ventana.

Ni una amiga a quien esperar en el pórtico.

A veces miro mi teléfono y no tengo ni a quien marcarle.

Jo.

Quisiera que algo más que la hiedra trepara por mi ventana.

D.

Arena en el zapato

Hoy fui a buscar una rosca de chocolate con Diana y Gaby. Caminamos bajo la lluvia un rato e incluso se me metió arena en el zapato. Anduvimos de acá para allá. Movimos muebles.

Tomamos cerveza y nos mezclamos entre una porra de futbol.

También fuimos a bailar.

Acabo de volver y creo que siento aún arena entre los dedos. Quizá necesito unas vacaciones. A veces creo que deberían de hacer las vacaciones portátiles.

Quien sabe.

Lo más cercano a la playa que estoy por ahora es a través de mi juego de los Sims.

Me compré allí una residencia en la playa y estoy redecorando esa casa.

Ya cumplí un año en el trabajo, pero las vacaciones las otorgan hasta diciembre. (Si no, la casa pierde)

Pero estaría bien improvisar una.

Ya encontré un sitio donde hay arena, al menos.

D.

¡No te lo pongas!

Ya les he mencionado que me engancho con facilidad a los programas conocidos como "Reality Shows", pero me gustan especialmente los que demuestran que no hay mujeres feas, sólo faltas de cirugía plástica...

Ayer me quedé pensando en eso, porque platicaba con Nezumi sobre las fotos retocadas en Fotoshop.

Nezumi argumentaba que a través del retoque puedes llegar a ver la persona que está detrás de esos barros, imperfecciones cutáneas y ropa abultada...

Para mí es una ilusión óptica...

Pero ya que la vista engaña, también pensé en este programa inglés que me gusta tanto, de la BBC de Londres conducido por las dos más mordaces analistas de imágen que he visto, Trinny y Susanna.

Cuando descubrí: "No te lo pongas!" recordé que debería hacer una limpieza profunda en mi closet, con la finalidad de sacar toda esa ropa emotiva que sólo uso porque me recuerda un momento de mi existencia, pero que nunca me ha gustado como se me ve o que me hace ver como una bolsa de papas colorida.

Ayer pasé como una hora pensando en que forma corporal que tendría, para saber si debía de commprar ropa para "peras", "manzanas", "bolos" o "jarrones"

Finalmente llegué a la conclusión de que me daría mucha flojera ir de compras... pero a veces se me antoja llamarle a Mitzi y decirle que me acompañé a una tienda departamental y me diga su finisima opinión de como destacar lo que hay y ocultar lo que sobra sin ayuda del editor de imagenes más popular del momento...

A veces creo que debo de dejarle esas cosas a profesionales, porque si fuera por mí iría con unas fachas diarias al trabajo, sin nadie que me diga la frase tan necesaria, a veces: "No te lo pongas!"

D.

Faux pas

Originalmente, este post se iba a llamar "No le des click al botón de guardar"

Pero afortunadamente un comentario de Ladahir me hizo rectificar y puse un título más bonito...

Algo que me gusta de los juegos de video es que cuando metes la pata y lo arruinas todo, puedes dejar de guardar la partida o incluso comenzar una nueva, sin que exista detrimento de tu puntuación.

Eso es algo que, por desgracia, no podemos hacer en la vida real, resignados a que en la vida real no se puede realizar borrón y cuenta nueva...

Ladahir me recordaba aquella línea de "Perfume de mujer" donde Frank Slade asegura que le gustaba el tango debido a que, si se equivocaba, sólo daba el siguiente paso y continuaba bailando...

Claro, Al Pacino nunca menciona nada sobre los pisotones o la posibilidad de que el patanazo de tu pareja decida que es mejor suspender la pieza a la mitad antes de seguirse torturando con tu compañía como bailarina (oh, si, una vez me pasó eso, desafortunadamente lo recordaré hasta el día de mi muerte).

Lo cierto es que yo he tenido más pasos en falso de los que quisiera recordar y aunque he intentado no guardar rencor por cada uno de ellos, cada pisotón deja una marca.

Quisiera no haberle dado guardar a esas cosas, pero creo que retomar el paso después de equivocarse, para algunos resulta fácil e incluso lo hacen con gracia, mientras que otros terminamos sentados en la banca, tratando de entender que salió mal.

D.

Manual de la moderna Cenicienta

Hoy platicaba con Mimí sobre un libro llamado "Psicoanálisis de los cuentos de hadas", el cual consulté para mi tesis.

Además de ser un libro bastante interesante, me quedé pensando en una entrada que iba a escribir en la semana, por varias cosas que pasaron:

1. En el trabajo hablamos de los peores "osos" de nuestra vida, por supuesto, me acordé de la escena clásica donde perdí el zapato en el concurso de escoltas y nos descalificaron.

2. Le pregunté a mi hermana sobre sus planes al terminar la carrera y me dijo que deseaba casarse con alguien rico para que la mantuviera. (Supongo que lo dijo en broma... creo)

3. En realidad pasaron una versión de la Cenicienta en la tele! Sólo que en lugar de ratón había un taxista.

4. En el radio, Patricia Kelly regañó a otra mujer de esas que quiere que llegue el príncipe azul a salvarla...

5. Y yo... incluso me sentí como predestinada para ser salvada de las garras del malvado dragón, por una buena noticia que recibí en la semana.

¿Cómo resistirse al encanto que tiene pensar que una será salvada? ¿Cómo no creer en la magia del amor verdadero, de las puertas que se abren con sólo desearlo, de la belleza de un zapato olvidado?

¿Cómo reescribir un manual para las modernas Cenicientas, si ahora hay que explicarles que nadie vendrá a salvarnos, que nadie terminará la carrera por nosotras, que nadie buscará un mejor empleo si uno no abre ni la sección del aviso oportuno, que ningún taxi se para si no levantas siquiera la mano, aunque sea media noche...?

Yo dejé caer mi zapato, con funestos resultados, cuando tenía doce años...

Ahora debo ponerme los zapatos y caminar hacia la puerta, porque allá afuera está el único camino que me queda por perseguir, ahora que soy una moderna Cenicienta.

D.

1984 - Un mundo feliz - Fahrenheit 451

Desde que leí 1984 pensé que los periodistas eran esos escritores de mentiras, que, un día escribían que estabamos en guerra contra Europa y al día siguiente contra Australia...

Cuando leí "Un mundo feliz", no pude sino imaginar que bailaba envuelta en una nube rojiza de soma, recordando mi frasco amado...

Concordé con el principio de esa novela, respecto a que la familia era el origen de todos los traumas.

Concordé en que la vida, cuando citas a Shakespeare, se vuelve más trágica.

A pesar de que me gustaba el departamento de 1984, me di cuenta de que el mundo era más fácil cuando simplemente te apegabas a las reglas, hacías las cosas de siempre, a las horas de siempre y evitabas las visitas al cuarto 101.

Fahrenheit 451... por otro lado... siempre me identifiqué con la vecina... aunque la idea de tener paredes de televisor no me sonaba tan mal.

Después de todo, no hay pesadilla que no tenga destellos de luz.

D.

Al dos de corazones

A veces insistimos en ponerlo todo de nuevo en la misma casilla de la ruleta.

Joaquín Sabina lo dice en su rola con Estopa.

A veces insistimos en apostarlo todo al dos de corazones.

Joaquín Sabina sabe que podemos perder de nuevo.

Incluso sabe que el corazón que sangra por una herida puede sangrar por muchos otros sitos.

Tengo un gatito en el regazo.

A veces creo que nunca me cansaré de apostarle al dos de corazones.

A veces creo que sí.

Hoy iba a ponerme un vestido negro, pero por la mañana decidí que hacía frío.

Menos mal que tengo un gatito en el regazo.

D.

Bajo la luna de Beijing

Hoy, mientras todos los comentaristas deportivos que llegaron a cubrir la justa deportiva comentaban los pormenores de su viaje en los noticiaros nocturnos, me quedé mirando la luna y pensé en que posiblemente ellos la verían de otra manera.

Casi todos los comentaristas deportivos hablaron de la comida, la hospitalidad, las maravillas tecnológicas, los adelantos arquitectónicos, la polución, el clima...

Nadie mencionó la luna.

Resulta que en México la luna está acostada, a diferencia de en la mayor parte de los cromos, donde uno dibuja lunas que son auténticas sonrisas verticales...

Pero por la posición de nuestro país, la luna se acuesta.

Posiblemente, de los muchos reporteros que estén allá, pocos pensarán en la luna, así que considero que tengo algo que aportar.

No me malentiendan. No es que no aprecie mi trabajo. Es más, sé que debería estar contenta de tener trabajo en esta época de depresión económica. Además me gusta lo que hago.

Sólo que a veces pienso que podría estar comiendo perro en Beijing. O contemplando la luna. Si, luego me da envidia. Después de todo soy como muchos de esos periodistas de los que habla Norman Mailler que se enrolan en las filas de la descripción por los sandwiches gratis y los desayunos continentales.

También los viajes con lunas incluídas.

D.

Oda a mi familia

¿Saben? En realidad quiero a mi familia. Me daba cuenta hoy, cuando hicimos una taquiza de guisados en el carro porque llovía de forma torrencial.


Me percaté que, de entre toda la gente del mundo que podría haberme tocado en suerte, ese particular grupo de humanos estaba lleno de maravillosas virtudes.

Mi tía sabe hacer unas ricas rajas con cebolla. Y mi mamá se organizó para darnos de comer a todos en menos de 2 metros cuadrados, moviendo botes y pasando tortillas. Mi primo logró servirnos naranjada a todos desde la cajuela, donde también se ocupaba de pasarnos la botana.

Mi papá, con quien a veces me aviento los rounds más espectáculares (bueno, no tanto, pero si me hace repelar) es también un hombre bueno, capaz de muchisimas cosas. Es un hombre de acción y lo respeto mucho, porque ha salido adelante en la adversidad.

Mi hermana no estaba, pero me dijo que se había quedado a cuidar a mi gato.

En eso pensaba, en eso me concentraba, mientras el agua seguía cayendo afuera. Me dio mucho gusto estar con ellos, en esos menos de dos metros cuadrados. Me sentí segura, feliz y, como hacía tiempo no podía estar: en paz.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...