De película

- Es como una escena de película - dijiste

Y me quedé recordando una serie de imagenes de película que quiero vivir.

¿Qué si las viviré contigo?

Hoy no me siento tan optimista. Quizá porque estamos en una épica de descreídos, quizá porque tú mismo me has dicho que no crees en lo eterno.

Yo creo en el poder de la mente para enamorarse de ti cada día, otro día, nuevamente, de golpe o lentamente.

Cuadro a cuadro o beso a beso.

Slow motion o digital.

En 3D, caricias, besos, suspiros o con la bidimensionalidad de un comic.

Tú eres la luz con la que proyecto este cinematografo. No cambies.

Déjame bañarme en tu luz.

D.

Redondel

Giro mis brazos y encuentro tu cuerpo.

Giro mi boca y tus labios me esperan.

Viajo en el redondel que es tu cintura, giro, giramos.

Nos constelamos, como estrellas girando sobre su eje.

La forma más perfecta del universo, se recrea en nuestro devenir.

Estamos condenados - guiados por estos hilos imaginarios.


Pasamos la noche brillando, titilando, cintilando.


Nos hemos convertido en estrellas que morirán en la mañana.


Sigue el redondel de mi cintura, pierdete en la órbita de mi cadera.


Sé mi astro y mi satélite, dejate llevar.


Nunca aprendí otra danza que el misterio celestial que te ha guiado hacia mí.


D.


Piel de oso

Osos. Grandes, atemorizantes, peludos. Aunque los niños los usan para dormir en sus amables representaciones con narices rojas o de botón, los osos son rudos.

No se puede estar en el equipo del Salmón y en el equipo del Oso al mismo tiempo. Tiene uno que decidirse, tomar partido, ser conciente.

Pero en presencia de un Oso es poco lo que se puede hacer. Tienen grandes ojos marrones o negros, que parecen recorrerte completamente. Algo de miedo te invade y no sabes exactamente la magnitud de su abrazo.

Su oído y su olfato es finísimo, por lo que no es de extrañar que hagan gala de esto  en su vida diaria... Eligen cuidadosamente y son prevenidos.

Los osos también pueden alimentarse de frutos, así que su dieta puede considerarse omnívora...

 A veces, viendo cuadros del hombre primitivo, me pregunto como sería ese primer hombre que se enfrentó a un oso. ¿Qué afán lo hizo enfrentar al oso? ¿Por qué era tan importante llevar su piel?

D.

Limpieza del alma

Fui con la dentista, quien me puso una tremenda regañada por el estado de mis encías y me recordó:

"Todo depende de ti, tú eres quien decide si te cuidarás o no y serás la que tendrá que pagar las consecuencias".

La dentista sacó un instrumento punzante, en forma de pequeño garfio y me mostró:

- ¿Ves? Crees que es algo pequeño, pero se acumula y se vuelve piedra. Se queda en la base y va carcomiendo todo. Lo desgasta.

Claro, estaba hablando del sarro... pero me recordó tanto que necesito también limpiar mi alma de vez en cuando.

Las pequeñas cosas que se nos acumulan se solidifican. Nos quedamos atrapados en esos recuerdos. También, periódicamente, hay que limpiar el alma.

El secreto de la familia

Todas las familias tienen secretos, algunos pequeños y otros grandes. Algunos inofensivos (que se guardan por obsesiva tradición) y otros terribles y francamente dolorosos.

Mi familia no es la excepción.

Por años, no supe que tenía un tío. Un tío al que nunca veíamos. Un tío que no aparecía en las fotos. Un tío cuyo nombre estuvo vedado, cuya elección de vida lo alejó por años de la familia. Un  tío que marcó uno de los capitulos más tristes de la historia de mi madre, mis tíos y mis abuelos.

Y es que mi tío, en una época en que los Beatles cantaban Jai guru deva om, decidó adoptar el culto a Krishna.

Mi abuela se lo atribuye todo "a las malas compañías", que en realidad era un grupo de chicos con inquietudes espirituales que, tras estudiar religiones, volvieron a la fe católica.

Debido a lo diferente del pensamiento de mi tío y a la incompatibilidad con las costumbres en las que había pasado su infancia (se volvió vegetariano, estudioso de los textos sagrados y dejó por completo la escuela), construyó su vida lejos de mi familia.

No fue sino hasta cerca de los 14 años que entendí que tenía un tío "perdido y reencontrado"; que se fue incorporando a mi familia en visitas esporádicas, donde dejaba olor a incienso, con su familia vestida en ropas coloridas, de andares sigilosos, que no comían carne y musitaban mantras por lo bajo cuando estaban en reposo.

Quizá por lo incómodo del secreto de la familia, cuando llegué a la preparatoria y en mis clases de literatura me dejaban leer algún texto como el Baghadav Gita o fragmentos de los Vedas, la suspicacia de mi madre aumentaba, temerosa de que algún gen mutante que me cambiara a una religión que le pareciera inintelegible.

Lo cierto es que el temor de mi madre no era hacia la religión, sino hacia la intolerancia. Hacia la incapacidad de hablar o aceptar al otro. A la exclusión y al exilio.

Me acordé del secreto de la familia porque hace un par de días, donde trabajo, me encontré a un joven practicante de esta doctrina. Comenzó a contarme algunos preceptos y me ofreció un libro llamado "La conciencia científica de Krisha", donde básicamente se explica que toda la ciencia cabe en la mirada abarcadora de Krishna...

Más allá de los argumentos, el libro me hizo pensar en mi tío. En que su visión del mundo se contraponía con la visión científica de mi abuelo, o la religiosa de mi abuela. No fue la religión la que me apartó de mi tío, sino la intolerancia. Y eso es una dura lección, que no debería estar en secreto.


D.
 

Lágrimas en la melena del león

"Entradas agotadas", la tristeza que viene después nos lleva a revisar en la cartelera. Gabriela quería ver la de Woody, pero al parecer era una misión realmente dificil.

Así que entramos a la japonesa "Lágrimas en la melena del león", un poco tarde, debo decirlo: perdimos la escena inicial.

Aún así yo difruté la cinta, la fotografía en blanco y negro es frangamente hermosa, el puerto y su belleza sencilla, el simple encuadre de un muelle, el duro trabajo de los pescadores y las horas muertas del astillero se reflejan plenamente en esta cinta de Masahiro Shinoda.

La historia es un drama y, aunque a mi acompañante no le ha gustado nada, por lo exagerado de algunos momentos de la cinta, creo que la historia es interesante y al menos a mi me mantuvo interesada.

La cinta narra la historia de Sabu, un muchacho huérfano que trabaja en el puerto para una empresa que tiene un sindicato, Sabu es protegido del líder sindical y también es espía, por lo que los trabajadores lo desprecian, ya que es él quien se encarga de quitarles siempre su "cuota".

El dirigente sindical, un ex combatiente de la segunda guerra mundial, es un tipo nefasto a quien Sabú estima, pues vive con la convicción de que lo salvó de morir en un bombardeo; el diringente tiene una relación enfermiza con la esposa del dueño de la empresa, una ex secretaria que ascendió socialmente y vive en un matrimonio infeliz.

Es en este entorno que Sabu conoce a Yuki, una joven que trabaja en una cafetería y a la que salva del "ataque de un feroz perro"; Yuki queda conmovida con la parte que logra conocer de Sabu: su forma de cantar y la ternura que vive en él.

Sin embargo, bajo la influencia de su protector Sabu y otro de sus compañeros cometen el asesinato de un trabajador que formaba parte de las reuniones clandestinas para formar un nuevo sindicato.

La sombra de este asesinato perseguirá a Sabu y volverá su vida una pesadilla, enfrentando su espiritu a una batalla en donde se dará cuenta de que gran parte de las cosas que creía ciertas son mentira.

Tres estrellas y media, y la recomendación de verla si les gustan los melodramas.

D.

Se visten novias (Somos insuperables) de José Joaquín Blanco

Conocí a José Joaquín Blanco en el primer año de mi carrera universitaria, cuando, vagando por la biblioteca me saltó a la cara "Un chavo bien helado", crónicas urbanas de su experiencia como periodista en los ochentas, en un México que quería dárselas de moderno y avanzado.

Como tenía que exponer de algún trabajo periodístico, no dudé en tomar ese libro de llamativa portada y debo confesar que me encantó, fue de los mejores hallazgos dentro de la pobre y maltratada biblioteca de Políticas.

Este año, revisando en las mesas de remate saltó "Se visten novias" (Somos insuperables) de la editorial Cal y Arena, que reúne la obra de Blanco mientras trabajaba en Notimex.

Me encanta la claridad de la prosa de Blanco, así como la vigencia de sus textos, que siguen siendo pertinentes en un mundo cada vez más obsesionado por cultos a la belleza, la juventud, lo extranjero, lo "buena onda" y la moda.

Mientras tanto, seguimos siendo un país con 62 millones de pobres, de los cuales 40 tienen pobreza alimentaria, pero no dejan de tener sueños, de desear y de frustarse como mosca atrapada en la ventana.

Que gusto poder leer a José Joaquín Blanco, un hombre de tan amplia perspectiva, de tan ricas lecturas, de tan coloridos acentos y disfrutar de su visión, aunque sea un ratito, mientras nos dura el golpe de la página, la vuelta de la hoja.

Creo que hay poco periodistas a los que me gusta ver llevados a libros, porque muchas veces una columna o una crónica no resiste el primer rayo de sol del día siguiente. José Joaquín Blanco es de los que han resistido el paso del tiempo y ya constituyen un testimonio imborrable.

Ah! Y mientras rebuscaba imágenes para ilustrarles esto, me encontré con que pueden leer el libro en línea, por si ocupan: Se visten novias, el blog.

Y abusando de la generosidad de José Joaquín, el link para que consulten: Un chavo bien helado. 

D.

Chabacano, jolgorioso, neblinoso

México. Un país, millones de historias. Muchos países en uno. El país que se le desmorona en las manos a nuestro presidente.

En el zócalo el jolgorio chabacano sigue, los cohetes revientan en brillantes suicidios coloridos.

La fiesta tiende a ser ruidosa, para callar el dolor de las personas que han perdido a alguien, de quienes se duelen de sus calles rotas, de sus noches rotas, de los boquetes que hay en su economía, en su paz.

Una neblina que puede atribuirse a los cohetes que retumban en la noche se escucha, como un eco que asusta a todos. ¿Son cohetes? ¿Son balas?

La gente corre y no se sabe si es para escapar de los huevos de harina y confetti o de algún extraño enemigo, que profana con su planta su suelo.

¿Cómo saberlo, si parece que incluso el vecino es parte de esta campaña, que nos vuelve temerosos, aterrados, impactados por tdas partes... y todas las conversaciones familiares terminan en alguna tragedia?

Vuelvo a la mesa, donde aguardan los sopes, los tlacoyos, la longaniza con papas y la salsa picosa. Vuelvo a los nopalitos con queso y a los frijoles refritos. Vuelvo y quiero quedarme en ese espacio suavecito, esponjoso, oloroso, tibio.

Pero la cena se acaba y la calle está fría, huele a polvora, está oscuro.

Y no sé si esa neblina es la madrugada o el nuevo día, la noche, la calma chicha o el ojo de la tormenta.

D.

Historias del No

Ustedes NO están para saberlo, porque fue una tarea asignada la semana pasada, pero me pidieron provocar negación en mis congéneres.

Las reglas fueron las siguientes:

a) No podía ser nadie de mi familia
b) Conseguir 5 negaciones por día
c) Durante una semana

He aquí la historia de las negativas.




Dìa 1: miércoles 7 de septiembre

Empecé el día inventando una calle imaginaria: Juventino Rosas.

Le pregunto al hombre que va a un lado mío y afirma conocerla, pero dice que no sabe bien el rumbo.

Luego le pregunto a otra persona, que me dice que No la conoce. Le pregunta a dos personas más, que aseguran que en ese rumbo no hay una calle así.

Bajo del autobús y pregunto por un cine a una señora.

Me dice que no lo conoce.

Vuelvo a preguntar por la calle de Juventino Rosas a otra mujer, con su hija.

No la conoce.

Pregunto la hora a una desconocida.

Tenía reloj.

En el camión pregunto por la Juventino Rosas a una chica rubia.

No la conoce.

En el alto pregunto por una veterinaria canina a una mujer.

No saben donde está.

Día 2. jueves 8 de septiembre

Cambié de rumbo y pregunté por una calle que si existe en esa zona.

Una chica me dijo que NO sabía

Luego un muchacho me dijo que el pesero No pasaba allí, sino enfrente.

Crucé la calle y pregunté de nuevo. La mujer No sabía de que calle hablaba.

Luego me subí al pesero y pregunté: ¿Está muy lejos el hotel Camino Real?

Y la señora que iba junto a mi me respondió: No, no está muy lejos.

Al salir del evento y regresar a mi oficina, pregunté por los contenedores de pilas usadas.

Los policías aseguraron que No conocían ninguno cerca.

Dìa 3 viernes 9 de septiembre

Día en que se casó mi tía y me la pasé pidiéndole canciones al señor que fue a tocar en la guitarra.

Le pedí: “Wendoline, Balada para Adelina, Y la amo, Sueño de una noche de verano y Eugenia”

El cantante no tenía ninguna de esas. Fui alternando las peticiones hasta que se veía algo molesto, porque pedí varias que eran evidentemente instrumentales.

Día 4: sábado 10 de septiembre

Fui a tomar una cerveza con un amigo y le hice peticiones inverosímiles al mesero.

Primero le pedí un helado, me dijo que no tenían.

Le solicité que me trajera unas crepas, me dijo que no preparaban cosas dulces.

Después solicité que me trajeran chiles encurtidos y me dijero que NO tenían, sólo había cacahuates.

El nivel de desesperación del mesero parecía ir en aumento.

Le pregunté al mesero que a que hora llegaba la música viva y me aseguró que el sábado NO se presentaba, que sólo iban los viernes.

Para cuando terminé, le pregunté a mi amigo que si saldríamos de nuevo y me dijo que NO.

 Dia 5: Domingo 11 de septiembre

Fui a la feria de la enchilada y pedi platos poco convencionales.

Primero pedí unos chilaquiles y me dijeron que No los preparaban, pues se concentraban en las enchiladas.

Luego pedí unas enchiladas de Camarón, pero me dijeron que No tenían que buscara en otro puesto.

En el puesto de enchiladas con productos marinos, pedi unas de cecina. También me enviaron a otra parte, pues No tenían.
 
Llegue a un estante donde vendían pulques y pedí uno de avena, me dijeron que No tenían de ese sabor.

Finalmente fui a un puesto donde vendían masa y pregunté por unos Tlacoyos. Me dijeron que No los preparaban, hasta más tarde.

Día 6: Lunes 12 de septiembre

Subí al metrobús y venía escuchando el radio cuando se cruzó en el camino un auto pequeño, de color rojo. El chofer dio un frenazo fuerte y abrí los ojos, que tenía cerrados.

Le pregunté a mi compañera de asiento que si había visto las placas del carro con el que casi nos estrellamos. Me dijo que No.

Le increpé al chofer su descuido y me dijo que No era su culpa, que no hubiera podido esquivarlo de otra forma.

Luego solicité permiso para bajar, alejando que me había impactado mucho el evento y le pregunté a la persona frente a mi. ¿Baja en la siguiente? Me contestó que No.

Al bajar, le pregunté al policía que si podía hacer uso de los sanitarios de la estación y me informó que No, que eran sólo para el personal.

Llegué tarde a mi oficina y le pregunté a la secretaria si alguien me había dejado un recado. Me informó que No.

Dia 7: Martes 13 de septiembre

Tenía pendiente un trabajo a distancia con un colaborador en Colombia. Me conecté.

Le pedí que me diera las claves de acceso para el sistema.

Me dijo que No, que aún no las tenía.

Le dije que si podía avanza en la depuración de la base de datos.  Me dijo que No, que prefería que esperara a que él terminara sus cambios.

Me comuniqué con mi jefe, para quejarme del comportamiento del ingeniero y le pregunté si había algo más que pudiera hacer.

Me dijo que No, que prefería que me llevara la computadora a casa, para trabajar desde allí.

Me traje mi equipo a casa y tras recibir un tutorial sobre una parte de lo que tenía que hacer, pregunté si podía adelantarme en otras secciones.

Me informaron que No, que era necesario terminar esa sección, pues tenía prioridad.

Le pedí a la persona que me solicitó hacer esta tarea la explicación y me dijo que No me la daría, hasta el siguiente día.

D.

La teoría de "Eres mi mundo"

El sábado tuve una reveladora y muy profunda disertación sobre relaciones humanas con el señor TaminoX, con quien me fui a tomar unas cervezas.

Le decía que, como he venido sosteniendo con gravedad, no puedo establecer contacto con seres del sexo contrario...

Y el señor Tamino me decía que, el problema era que muchas mujeres formabamos idealizaciones muy intensas con nuestras parejas: "Para un hombre, las mujeres son lo más bonito del mundo; para una mujer, los hombres pueden ser su mundo".

Las chelas se consumieron en su debido tiempo y me quedé pensando en las palabras de Tamino.

Resulta que si.

Que pensé en todas las veces en que vacía uno en mundo en la ilusión romántica, en que ves completo el universo gracias al otro.

¿Y que pasa cuando termina todo? El mundo desmoronado en el que te encuentras, los pedazos de sueño que tienes que recoger mientras lloras te escocen en los ojos, te cortan los pies y las palmas de las manos.

El desastre.

"Para nosotros también es un peso muy grande, al principio no, al principio te gusta... pero luego..."

Y allí yo lleno los puntos suspensivos con esa necesidad que le entra a uno de estar con el otro, de quedarse allí tanto como sea posible... "El tiempo que te quede libre..."

Hasta que, igual que una flama dentro de un vaso, el fuego se apaga.

Yo tengo un mundo entero para compartirlo con otros, no necesito que seas mi mundo. Sólo ven y caminemos.

D.

Mentirte es un placer

Siempre conocer a alguien nuevo es la posibilidad de reinventarse, de mentir de una forma tan espectácular que cuando salga del trance se de cuenta de la alucinación sufrida por (falta) o en su caso exceso de alcohol. Y a la luz mortecina de un bar, unas cervezas son testigo de que estamos "conociéndonos", que es pura excusa para decir que nos mentimos y nos inventamos: - ¿Qué le vas al América? - ¿Qué nunca le has puesto el cuerno a nadie? - ¿Qué te encanta al jazz? ¿Cómo resistirse a las mentiras, como inventarse otras? Y luego termina uno diciéndo que te gustan los elefantes, la pizza el viernes, el café. Y él te dirá que baila como los ángeles y que ama pasear en la playa. Inútil será después explicar que todo era una mentira, aunque todo, al final, termina por ser una mentira. O simplemente termina. D.

De Bodas y esperas

Esperó muchos años para esta noche. La noche antes de su boda. Y mañana, todas esas consejas familiares se habrían cumplido. Tanta espera, tanta anticipación, tanto buscar. Y esta era la noche antes de firnar "El papelito". Compromiso de por medio, con Epístola de Melchor Ocampo y todo. Los alcatraces ya esperan en la sala y el pastel será comprado apenas unas horas antes. Las bodas me ponen triste y feliz, pero más bien triste; quien sabe si eso del amor verdadero exista o si sea una invención lejana e imposible de asir con un papelito y un arreglo de alcatraces. Hoy pasé el día viendo estadísticas del deterioro de poder adquisitivo en México, las negras perspectivas de las elecciones del 2012 y una que otra alusión a que la esperanza, el trabajo y la buena voluntad nos sacarán adelante. No sé que pensar al respecto, pero... mañana hay una boda en la familia y estamos en la espera. D.

Trastorno Esquizotípico de la personalidad

Cambié el nombre del blog, porque se me da la gana. :D Y esta noche tengo flojera, así que sólo les compartiré que estoy loca:
Personality Disorder Test Results
Paranoid |||||| 26%
Schizoid |||||||||||||||| 66%
Schizotypal |||||||||||||||||| 74%
Antisocial |||||| 26%
Borderline |||||||||||||| 54%
Histrionic |||||||||| 38%
Narcissistic |||||||||||| 42%
Avoidant |||||| 30%
Dependent |||| 14%
Obsessive-Compulsive |||||||||||||| 54%
Take Free Personality Disorder Test
Personality Test by SimilarMinds.com
D. P. D. Gracias a Anhelo por corregir el nombre de mi Trastorno. :D

Te lo agradezco, pero no

Si usted, amable lector, se paseo por este atormentado blog en el 2008, se podrá haber enterado de que ese año todo se derrumbó dentro de mi... Bueno, no tanto así, pero fue un año muy difícil, porque a mi crisis laboral se sumó una crisis personal, que me tuvo deprimida por meses.

Más exactamente, en diciembre fue que decidí que ya no podía dejar que mi hígado se carcomiera de tan diversas maneras y decidí dejar mi trabajo y hacer una limpieza en mis proyectos.

¿Qué quería?

¿Por qué lo quería?

¿Para qué lo quería?

Y fue entonces que la vida me fue poniendo nuevos retos, me llevó a otros rumbos donde no me imaginaba...

Y me alejó de lo malo. O yo me alejé. O fue un simple distanciamiento, bordado de cosas nuevas.

Y hoy, aquello que me hizo daño me pregunta, ¿quieres volver?

Y yo, con sonrisa y todo pude decir tranquilamente... Te lo agradezco, pero no.

(El agradecimiento estaba de más, porque nunca en la vida volvería a esa situación) Lo cierto es que sólo necesitaba perspectiva.

Algunos dirán que 3 años de perspectiva es demasiado; si me hubieran conocido en ese entonces quizá les hubiera dado pena: pero en realidad nadie aprende nada en cabeza ajena.

Ahora lo veo claro. Ahora sé cuando parar, parar... parar.

D.

El mural de Siqueiros

Rondaba la Cineteca nacional, en busca de hacer tiempo y no se me antojó ninguna película. El panorama parecía algo árido y me disponía a vagabundear por Coyoacán, pero antes iba a pasar a los sanitarios.

Entonces el tablón de reseñas me llamó y me aclaró: "El mural de Siqueiros" no era una pieza documental, sino un drama. ¿Melodrama, podría decir?

El cartel recordaba más a un "El crimen del padre Amaro", con una imagen sexosa, que evocaba una película francesa...

Así que, sin saber de que iba la cosa y más bien convencida de que era muy pronto para el deseo y muy tarde para el amor, entré a ver "El mural de Siqueiros".

Coproducción Argentina - México, la historia relata el encontronazo entre Siqueiros y Natalio Botana, dueño del periódico "Crítica", cuando Botana le encarga a  Siqueiros pintar un mural en su casa, como un capricho del destacado empresario de medios.

Siqueiros lleva a Argentina a su pareja, Blanca Luz Brum, quien se involucra con Botana y esto provoca una mini telenovela de dos horas, que no deja de ser entretenida por el contexto en el que se presenta la historia: aunque Siqueiros pretendía pintar cuadros para el pueblo, reconoce que la revolución necesita ser financiada por los burgueses, como califica a su mecenas.

Por otra parte, la tensión dramática de la película está bien construida y el personaje de Natalio Botana me parece genial, con sus contradicciones existenciales, su altanera pretensión de ser el pastor que conduce a las ovejas formando la opinión pública.

La esposa de Botana, la anarquista Salvadora Medina, es un personaje fascinante; creo que de las actuaciones más notables en la película.

Tras revisar varias reseñas, veo que muchos críticos argentinos se quejan de la falta de fidelidad a la historia y catalogan de simple chisme la anécdota central de la película, pero a mi me pareció muy entretenida, así que le concedo cuatro estrellitas y recomendación para fin de semana lluvioso.

¡Ya quiero ir a Buenos Aires!

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...