Cuento de hadas

Siempre he pensado que comenzar a ver una serie es colocarse un compromiso no escrito encima.

Resulta que luego te quedas al final de temporada como en un "Break", con una horrible sensación en el estómago, sin saber si la historia continuará o no...

Por eso me resisto un poco cuando nuevas series se estrenan con sus nuevas y brillantes promesas de drama y comedia.

Pero ¿cómo resistirse a la tentación de seguir una serie basada en cuentos de hadas?

Yo adoro los cuentos de hadas y se puede decir que mi tesis es un reflejo de ello. La idea de mezclar una telenovela con un cuento de hadas me pareció irresistible...

Y así es como quedé seducida por el encanto de "Once upone of time", que sería algo así como "Había una vez..."

Y creo que, para variar, tengo un crush con el personaje de "El escritor".

(Tan predecible soy!)

D.

La voz en el teléfono

Sonó el teléfono de la oficina.

- Bueno...
No reconocí la voz y capté un acentro extranjero preguntando por mi nombre. No sé de donde era el acento, no soy buena con los acentos.
- Sí, ¿que deseaba? - me llaman a veces por motivos de trabajo. Otras para ofrecerme ofertas (pero en un call center no reclutarían a alguien con ese acento o quizá...
- Hola, quiero conocerte.

Quiere conocerme. Que amable, en realidad "siempre he dependido de la amabilidad de los extraños". Extraño.

- ¿Quién habla?
- *Ruido intelegible*, te vi en Facebook y quiero conocerte. Estoy de visita en México, sólo un par de días, para conocerte.

Quizá en otra ocasión, en otro momento de mi vida, eso hubiera resultado emocionante, pero...

- Le agradezco el interés, pero no voy a conocer a nadie de Facebook, disculpe. - Colgué.

El desconocido ya no hizo otro intento.

Me quedé pensando en algún momento de mi vida, en que habría indagado más en el asunto. Me limité a cambiar mi configuración de privacidad y a escribirlo públicamente... Así, de contradictorio como siempre.

D.


Saber que al final siempre encontraré tu nombre

Me gustaba comentar textos. Nunca perdía ocasión en clase o en las adjuntías en las que participé para dejar comentarios al margen. Estuve en más de 5 talleres literarios y cuando tenía menos de 18 años formé parte de varios foros donde el fuerte era comentar, criticar, encontrar similitudes, ecos, dar sugerencias.

Pero el óxido llega a todos los rincones de la vida. Y también mi aparato crítico está oxidado.

Así que ahora que (después de meses y quizá hasta años) de no hacerlo, cuando J. me pidió unos "Comentarios" sobre un texto que escribió me heló la sangre.

Conozco a J. He leído su blog y sabía que no encontraría errores ortográficos o de sintaxis en su texto. También me imaginé que no estaría satisfecho con un par de comentarios superficiales como "Ah, está padre", que incluso llegaron a ofender a M. quien cuando le decía algo así me echaba en cara que no lo tomaba en serio...

Pero cuando empecé a leer el texto de J. muchos ecos vinieron a mi. Voces de mi pasado, historias compartidas, otras que no sé de donde saqué...

Y de repente todo el texto de J. tomó un sentido especial, una relevancia única y fue una sinfonía maravillosa.

No sé si podría contarle a J. esta revelación. Tendría que conocer toda la historia. Quizá se contente con saber que me pareció "una buena historia y está padre".

D.

Envidia de Vian

Mi biblioteca necesita ser re ordenada.

Mi closet escupe prendas con desagrado, como si ya nada le pareciera, como si todo me quedara grande, pequeño, amplio, untado.

Como si las estaciones del año se hubieran vuelto locas y ya nada me acomodara y ningún sombrero fuera del tamaño de mi cabeza y ningún zapato de mi número.

A veces quiero renunciar a todos mis trabajos (a mis tres trabajos, haciendo el recuento) y tomarme un mes (¿o un año? ¿para cuanto dará el presupuesto?) sabático.

Cada que me paro por mi blog y veo que Vian escribe me da una envidia bárbara, por la constancia de su prosa, por la agudeza de su estilo y recuerdo las palabras de Raúl, que me decía que había que escribir YA!

Porque no nos hacemos más jóvenes y el lenguaje ya no es el mismo objeto brillante con el que unos se entretenía antes.

Yo suelo detenerme a mirar el reflejo del cielo en los charcos y me pregunto por esa realidad tan distorsionada que intenta uno plasmar en una hoja; tan lejano de la simpleza con la que parece reflejar el agua las cosas.

Me gustaría dedicarle más tiempo a escribir, pero realmente escribir me consume tanto que no puedo dedicarle tiempo a escribir de lo que me gusta. Y paso tanto tiempo leyendo... que igualmente poco tiempo le dedico a la lectura.

Contradicciones del ser humano...

Y envidia, tan propia del ser humano.

D.

Tripas

Hoy fui a un restaurante argentino. ¡Y a un bufet!

Siempre he pensado que ese tipo de ocasiones se prestan para la gula y para el exceso. Corre el vino, se sirven platos y platos de carne. El mesero dice que la única limitación que tienes es la del apetito...

Aún así yo he tenido problemas con mis tripas. Desde mayo mi sistema digestivo pareció ponerse en una intermitente protesta, que se cuela en las rutinas cotidianas con claras manifestaciones de inconformidad.

Todo comenzó cerca de mi cumpleaños, cuando unos camarones me hicieron llegar a la clásica "Corre que te alcanzo". Esta cedió con un par de medicamentos sin receta...

Pero fueron quizá los primeros indicios de que no cuido mi organismo (mi alimentación, en específico) como debería.

Luego el problema fue el contrario: pasé una semana con las tripas echas nudo, al parecer provocado por el estrés: entonces comprendí que todos los comerciales anunciando cereales de fibra y yogurts de ciruelas no mentían: cuando tus tripas se niegan a colaborar ves el mundo de color negro, el pesimismo se apodera de uno y en realidad sólo piensas en el bendito momento en que a tu cuerpo se le ocurrirá cooperar.

Ser rehén de tu propio cuerpo no está padre...

Y cuando por fin escapaba de ese mal, llegó Julio... y Julio empezó con 39 grados de fiebre y una infección estomacal que fue diagnósticada como gastroenteritis: días enteros de vomitar y no poder comer ni gelatina. Llegué a las casillas de votación ardiendo en fiebre y no pude lidiar con ella hasta dos vacunas de antibióticos después (estas sí, recetadas por el médico, porque ninguno de los bien intencionados remedios de mi madre me hacían efecto)

Ahora, que se acerca el final de Julio tengo un par de kilos menos y la confianza de que mi estómago y yo entraremos en una tregua: incluso este día, en el bufete, procuré no sobrepasar los límites de lo adecuado y ser considerada con mi propio cuerpo...

Las asignaturas pendientes, como siempre... más ejercicio, dormir mejor (sigo despertando sin razón aparente a las 4 de la madrugada) y menos estrés (eso si no puedo prometerlo... mi trabajo cada día tiene más exigencias)

Aún así, intento encontrar el equilibrio en un mundo desequilibrado (como diría Marisol), para que mis tripas tengan algo de paz y deje de hacer entripados.

D.



Día del amigo con beneficios

Ayer me enteré que en Argentina habían creado el día de "El amigo con Beneficios". El beneficio generalmente es sexual, o por lo menos "Derecho de roce o derecho de roce".

Tendencias mundiales van, tendencias mundiales vienen... una amiga decía que un amigo con Beneficios tenía todas las desventajas de un novio y ninguna de las ventajas.

Lo cierto es que a muchos les da pánico la palabra "Compromiso", así que se inventan ese ambiguo estado de la materia emocional...

Escribí hace unos días algo que queda bien con el tema, así que va el refrito.

"¿Quién dice que hay una respuesta exacta para cada pregunta que formas con los ojos?


Sabes que te quiero y sabes también que no quiero decírtelo. ¿Para qué? 


Sabes que tú tampoco lo dirás..


No. 


Esto que estoy viviendo en esta noche de gatos locos y estrellas azules es distinto.


Sólo quiero paz en tus manos y silencio en mis noches.


Mi brazo en tu brazo, mi cabeza en tu hombro.


Sin esa terrible sensación de recordar mi incapacidad de amar.


Ya soy bastante de mi misma y no quiero recordar que no puedo ser otra.


Por desgracia tú me recuerdas que no soy otra, que nunca seré otra: mi incapacidad de cambiar más allá de mi vida y mis limitaciones, de mi forma de ver el mundo, de mis tics, obsesiones y lamentaciones impiden que seamos otra cosa.


Igualmente tú, no eres más de lo que eres. Y no intentes ser otra cosa.


No intentes.


No. 


Lo arruinarías.


Evitamos la primera impresión y guardamos lo que somos para siempre.


Suelta la ilusión de control.


No ser, no estar. No tener. No controlar.


Es más fácil cuando nos cubrimos de olvidos.


Cuando la noche se vuelve nuestro manto, respiramos el ir y venir de la respiración convirtiendolo en algo tangible, como pan en la mesa."

D.

Periodismo, mariposas y amnesia.

Gimnasios históricos donde nunca creí entrar y lugares que nunca creí conocer.

Sueños que no creía posibles: despertar y saber que tienes ante ti la expectativa de lo nuevo, lo diferente, lo impredecible: lo fantástico maravilloso que sólo en sueños te prometías vivir.

Vivir así es lo que te mueve cada día y alimenta tu alma... y sin embargo...

Cada día está hecho de promesas nuevas que puedes recoger a puñados como mariposas muertas, que tomas del piso y guardas en los bolsillos, como un niño descuidado que va a guardar esos especímenes (recuerdos) en tablones con alfileres de colores.

Cada voz recopilada es un murmullo, la tos de un moribundo. Es recogida, analizada y exprimida hasta sus últimas consecuencias y luego pasa al olvido en una lista de bajas donde quedan los horrores de la guerra como una estadística: lo nombres se van borrando y son difíciles de apreciar en la memoria.

La labor diaria del periodismo también tiene mucho de amnesia.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...