El lobo de Wall Street

Me acordé de uno de mis ex jefes en esta película.

Al parecer nuestra parte animal está más cerca de lo que quisieramos creer. Y sí, hay personas con naturaleza de depredadores y otros con más cercanía o simpatía a querer ser víctimas.

El lobo de Wall Street es la historia de un predador y sus técnicas de caza; además muestra un entorno de decadencia que seguro a muchos se les hizo bastante envidiable.

Sin ser moralino, ni azotado Martin Scorsese cuenta la historia de  Jordan Belfor, un hombre empeñado en ser rico, aún a pesar de las pérdidas de los inversionistas que confiaban en su capacidad para especular en el mercado bursátil de Wall Street.

Fundador de una empresa de dudosa reputación Belfor ganó su apodo en una entrevista con Forbes, que lo reveló como un ambicioso y despiadado competidor en las bolsas de Nueva York: su fama se complementó con un estilo de vida alocado, de fiestas, drogas y prostitutas, que va subiendo de nivel durante la película y se termina en un estallido de colores, en donde todos quedan salpicados.

Divertida y llena de personajes memorables, resulta una larga aventura que vale por completo la pena ver. ¿Estará citada a los Oscars? Aunque la actuación de Leonardo DiCaprio es maravillosa, creo que no. Mejor próxima para la próxima, Leo.

D.

La ladrona de libros

Acudí despreocupadamente a ver La ladrona de libros. La verdad sabía poco de la obra y hasta los créditos descubrí que se trataba de una película basada en un libro. El narrador de la historia es la muerte.

Al saber que la narradora es la muerte deberíamos temer por la protagonista, Liesel Meminge; sin embargo a la pobre le ocurren muchas otras cosas peores que morir.

Dice la muerte que cuando ella llegue, uno no debería intentar resistirse. "No parece ayudar".

Creo que, aunque la historia se precipita hacia un final horrible y dramático, la película alcanza momentos muy bellos, entre todo el horror que se representa en el contexto de la segunda guerra mundial.

El contexto de la quema de libros, la persecusión de los judíos, el reclutamiento de los soldados, la pobreza de la gente en el país en guerra y las trágicas muertes de civiles inocentes, está acompañada por una reflexión sobre el poder curativo de las palabras, la importancia de contar y la necesidad de aprender y escribir lo que uno aprende.

Liesel Meminge roba libros en una época en la que la gente del pueblo pasa hambre, porque en momentos en que parece abandonarla toda esperanza requiere seguir creyendo en historias; necesita la esperanza que da el que haya una página siguiente en la cual todo podría solucionarse.

"Escribe" es el consejo que le da Max, su amigo judío que tiene que esconderse para evitar los campos de concentración.

"Aprende" es el consejo que le da su padre adoptivo, al recibirla en una casa temporal a la que la envían después de que su madre es acusada de ser comunista.

No me gustó el final de La ladrona de libros y salí a la calle aún con la mirada vidriosa porque no era una alegre película de Disney con final feliz; pero si de algo les sirve les diré que es una película muy emotiva. Le doy tres estrellitas y le agrego una caja de pañuelos deshechables.

Por si acaso.

D.

Detrás del candelabro

Después de terminar la tercera temporada de Glee se me hacía imaginarme un mundo en donde la homosexualidad tenía que esconderse. Así que el mundo de "Detrás del candelabro" me pareció increíble, no sólo por el lujo del ambiente que refleja, sino por el contexto en el que se desarrolla la historia... Pero eso fue hace apenas un par de años y ni siquiera podemos decir que la homofobia ha desaparecido.

Definitivamente la película logra grandes momentos al reflejar la relación del pianista Liberace interpretado por Michael Douglas con el personaje del "pueblerino" Matt Damon, que interpreta al joven Scott Thorson que mantiene una larga relación con Liberace y logra conocerlo más allá del oropel de sus presentaciones.

La actuación de ambos actores nos lleva a entender mejor ese sentimiento de codependencia que los ligó y el premio a Douglas es muy merecido: su Liberace está lleno de matices y es conmovedor en su fragilidad humana.

Damon, por su parte, hace una actuación muy buena, que nos recuerda que no es sólo un tipo guapo y musculoso, sino que tiene más de una sorpresa bajo la manga.

Cuatro estrellitas, sólo porque sufrí mucho al final de la película.

D.















Sobre la minifalda vengadora

Me encantan las minifaldas.

La verdad no las uso tanto como debería o como podría, porque como ya lo dije acá mi vestuario siempre ha sido un gran signo de interrogación.

Pero la verdad se me hacen una prenda muy bonita.

La historia de la minifalda vengadora viene de un trauma de la infancia/adolescencia de siempre usar ropa que me regalaba mi abuela, que no era nada sexy.

Entonces escribí un cuento de que cuando fuera mayor me compraría ropa sexy y haría que quienes se burlaban de mí se arrepintieran.

Bueno, ya soy mayor y creo que no he logrado que nadie se arrepienta de burlarse de mí; simplemente creo que quien se burla de otros por su forma de vestir está bastante vacío.

Pero veo Fashion Police. Claro, soy una contradicción con patas.

Esa es otra historia.

Cuando era niña quería que mi vida tuviera muchas aventuras. Que me ocurrieran cosas Maravillosas, Terribles y Extraordinarias.

Así que parecía una buena conjunción para la historia de mi vida...

"Las aventuras de la minifalda vengadora" suena a título de comic.

Con superhéroes y que sé yo.

Ahora bien, acá casi nunca cuento aventuras como tal. Más bien es un debraye mental que a veces carece de sentido, orden, concierto o signos de puntuación.

Pero mis historias tienen muchos puntos y aparte.

Claro, "Darina y su listado de puntos y aparte" no suena tan atractivo.

Así que prefiero usar lo de la minifalda.

D.

Sobre Darina Silverstone

El personaje de Darina Silverstone surgió hace muchos años, aproximadamente en el año 2000, cuando comencé a visitar foros de MSN, principalmente para conocer gente interesada en las letras, los escritores y la tarea de escribir. En aquel entonces entraba a una Sala de chat llamada "Sala de Escritores" y no recuerdo si, por comodidad o por sistema, podías guardar tu nombre de usuario para no tener que inventarte algo cada vez.

Empecé a conocer al grupo que frecuentaba la sala hasta poder llamarlos "amigos". Incluso aún sé del destino de algunos de ellos. Sólo frecuento a uno de ellos.

Con el derrumbe de las Salas de Chat, similar al hundimiento de la casa Usher, llegaron los grupos, que eran comunidades que también contaban con un foro. No los encontré tan divertidos, pero me llevé hasta allá el nick. Luego vino la época dorada de los blogs y desde entonces firmo como Darina Silverstone.

Me llevé el nombre a Twitter, aunque allá por la brevedad del medio (y porque no cabía) lo dejé en Darina Silver...

Pensaba en cambiar la dirección del blog, pero meh. Ya llevo muchos años con el apellido Silverstone, que me evocaba una piedra de plata: aparentemente sin chiste, pero puede tener sus destellos.

Supongo que como todo, hay que dedicarle tiempo y tenerle paciencia.

El apellido se lo robé a Alicia Silverstone, de su interpretación de Batichica. (No me culpen, era muy joven)

También Darina es una adaptación de un ícono de cultura Pop: Daria.

Claro, era una adolescente malvestida.

Ahora sólo soy malvestida. Bueno, a ratos. Trato de no serlo. (A veces trato)

Me gustan las botas, todavía. Son cómodas.

Y el pelo suelto. Todavía.

 Darina es el nombre que le robé a una participante de la fallida de Operación triunfo México.

Sí, me gustan los reality shows. Es un gusto culpable.

Más los de canto. Quizá me gustaría aprender a cantar. Antes de que se nos acabe la voz. O las palabras.

Diario canto en la regadera. A veces canto sin abrir la boca. Pero siempre lo hago.

Y esa es la historia de por qué Darina Silverstone se llama Darina Silverstone.

Ya la había contado alguna vez. No sé si aquí, pero por si acaso. Más vale no olvidarlo.

No somos tan importantes, sólo un amontonamiento de pequeñas historias, una detrás de la otra, queriendo parecer un todo ordenado.

Pero muchas cosas, como este seudónimo inventado, no tienen sentido.

D.

Sal en la herida/Minusvalía

Creo que hay gente buena en el mundo.

De verdad lo creo. Aunque luego la gente buena tiene algunos impulsos sádicos.

No sé por qué. A veces elijo a personas así de amigas. Supongo que así soy también y por eso me siento a gusto con alguna cantidad de dolor en la vida.

Se puede estar roto.

Se puede estar torcido.

Se puede estar torcido, roto y querer echarle limón a la herida.

Quizá es algo que viene con leer; no se puede uno meter en la cabeza de  la gente, andar explorando en sus telarañas mentales, en esos laberintos que de manera tan exhibicionista exponen a la luz publica, pasearse entre las ropas con sus pelucas, mirarse en sus espejos, asomarse a sus áticos mentales sin salir con telarañas en la cabeza.

La locura

La rotura

La violencia

Lo retorcido es contagioso.

Quizá, de ese desgarramiento va buscando uno amigos, esperando que esos trozos de alma que tiene uno colgando sirvan para remendarse. "Nunca falta un roto para un descosido".

Pero... ¿y si aquella muñeca de trapo que creías te completaba, sabe manejar bien las tijeras?

Eso temo. Eso ando temiendo desde que el año pasado una de mis amigas cortó todo hilo de comunicación conmigo.

En ese momento me dolió, claro, pero como en realidad no he nacido cosida a nadie y sé que los lazos que nos atan sólo son cuerdas que hemos acordado tejer con la finalidad de aprender algo, de perpetuar algo, de completar algo que quizá nos falta, de completar un retazo colorido, dejé que ese hilo que nos unía se desamarrara. Y me dolió.

Pero, ah, esta muñeca rota ha querido purificarse (no sé si sea esa palabra sea la justa) escribiendo que le avergüenza haber sido mi amiga.

Eso me ha dolido mucho.

Porque pensé que nuestra despedida había sido un corte limpio.

Porque no sentía deber nada, ni ella me ha debido algo.

Porque pago cada tiempo compartido con atención y cuidado. Porque lo que he aprendido de las personas es un tesoro que guardo aunque las personas ya no sigan conmigo. Y no le veo nada malo a dejar ir a la gente.

Tampoco le veo nada de malo a guardar secretos, creo que las amistades a veces se fundamentan de cosas no dichas, que deja uno en el baúl de sastre. ¿Que afán de convertirnos en muñecos vudú, para divertimento del otro? ¿que interés en exponer cada costura, cada pliegue, con morbosa fascinación por los puntos que se corren en este entramado que es la vida?

No creo que sea correcto. Ni justo. Ni bueno.

Pero creo que merecía una respuesta. La última vez que pensé en ella fue escuchando una canción que me envió. Solía recomendarme muchas canciones, así que supongo que esta era un mensaje y no supe escucharla hasta ese día en el metro.

Y para mí esa fue su auténtica despedida. Lo demás es quererle echarle sal a la herida.

El gato fantasma: La vida secreta de Walter Mitty

Esta mañana fui a ver "La vida secreta de Walter Mitty", una película en la que seguramente los soñadores del mundo nos podríamos ver identificados. ¿Pasamos más tiempo en ensoñaciones que en la realización de nuestros objetivos?

No sé si todos podamos ver con claridad en que momento fue que dejamos atrás una parte de nuestros "sueños infantiles" y entramos a la "Vida adulta" llena de responsabilidades y hojitas de balances contables, presupuestos y fechas de pago.

Supongo que a todos nos gustaría ser astronautas, bomberos, cazadores de tesoros o (en mi caso) escritores.

Pero el mundo también necesita otras profesiones y no hay nada de malo en hacerlas; tampoco hay nada de malo en pagar las cuentas; tampoco hay nada de malo en admitir que, quizá, nunca veas los glaciares.

Creo que eso de andar recorriendo el mundo también es un deseo bastante occidental; ¿los pastores de Afganistán pensarán en la necesidad de conocer Brujas o en recorrer las calles de Nueva York?, ¿en dónde está realmente nuestra felicidad?, ¿es que el trabajo cotidiano, bien hecho, que nosotros podríamos realizar no tiene algo de maravilloso?

Puede ser que a nadie consuele ver esas fotos de los sueño que quería realizar. Yo aún estoy pensando en ir a sacar mi pasaporte que venció hace años...

La película de Walter Mitty me hizo pensar en que muchas veces pasamos por alto la belleza de las cosas que nos rodean: estamos realmente obsesionados con otras ensoñaciones que perdemos el tren y la ocasión de hablar con esa persona que nos encanta.

El año pasado me reencontré con personas de mi pasado a quien nunca había considerado más que escenografía. Curiosamente, son personas que comparten muchos de mis sueños y pesadillas, supongo que es porque son sueños y pesadillas universales.

Disfruté los paisajes de la película, pero creo que disfruté más la idea inspiradora de la revista Life: "Ver el mundo, enfrentar peligros, transpasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir. Ese es el propósito de la vida". (No es que no haya notado que era un comercial de dos horas de la publicación... pero bueno, sigamos con el comentario.)

¿Mi parte favorita de la cinta? La participación de  Sean Penn como el misterioso fotógrafo al que Walter Mitty persigue para salvar su empleo y recuperar el esquivo fotograma 25. Amé cada una de las arrugas de Sean Penn.

Quisiera darle cinco estrellitas a la película y un reconocimiento especial porque hacía mucho rato no había una cinta que me hiciera animarme a ir al cine sola.

D.


Black dog

Yo no tengo un perro negro. En realidad tengo un gato negro, con botitas blancas... Pero eso no viene al caso porque este post está dedicado a esa enfermedad mental llamada depresión.

Con el toque ñoño que me acompaña, después de sentirme mal comencé a leer sobre la depresión exógena, la endógena, los síntomas de la depresión y la depresión como síntoma.

Descubrí muchas cosas y recordé otras que seguramente había ya leído antes.

Recordé que el salmón y el pescado en general es bueno. Que hay que comer nueces y otros antioxidantes, que no debemos automedicarnos, ni aislarlos.

Recordé la importancia de caminar, de hacer ejercicio ligero, de ver a mis amigos...


Y, mientras buscaba, Marisol puso este video en Facebook. Ahora se los comparto, porque aunque mi perro negro no está bien adiestrado, siempre intento hacerle aprender nuevos trucos.

I had a black dog, his name was depression. from hiblio on Vimeo.

D. 

Breakdown

No me gusta llorar.

Y mucho menos llorar acompañada.

Lo que menos disfruto de llorar es que es imposible articular palabras o incluso pensamientos. Es como si todo fuera un caudal salado y lluvioso que te impide ver.

Aún así dicen que llorar es bueno, que te calma, que te tranquiliza.

Que es más relajante que masturbarse, incluso.

Lo que sí es que hacía mucho no lloraba por tristeza y menos con público.

Digamos que fue una serie de eventos desafortunados que terminó en que les confesara a mis papás que me siento solitaria, que la vida se me hace incierta, difusa y no sé exactamente si lo que creía querer es lo que de verdad quiero.

¿Qué se hace en esos casos?

No sé si sea el síndrome de Lisa Simpson, pero a pocos meses de conseguir lo que aparentemente quise desde hace años, creo que no lo quiero.

D.

Los juegos de Ender o los peligros de darle una lupa a un niño

Ender´s Game, la película basada en el libro del mismo nombre del autor Orson Scott Card, es una historia de Ciencia Ficción que aborda algunos de los temas más escabrosos que enfrenta el hombre: la propia naturaleza violenta y destructiva de la especie, que parece surgir a la menor provocación, como resultado de la "lucha por la superviviencia" y la necesidad de demostrar la superoridad del más fuerte.

¿Qué nos motivaría a patear al enemigo que ya está en el suelo?

La incomodidad que me provocó la película iba en aumento conforme avanzaba la historia porque involucra a niños en juegos de guerra, usa la tecnología para la aniquilación y convierte la exploración espacial en una trampa mortal para cualquier especie que se le ocurra colocarse en el camino (o en la mira, mejor dicho) de los humanos.

Aunque la historia es muy entretenida e incluso hay quien compara a Ender con un nuevo Harry Potter Intergaláctico, creo que los temas que aborda le echan sal a la herida y el final es completamente escalofriante. Según entiendo el cuento va aún más profundo, así que me encantaría leerlo a ver si me quito la espinita y la extraña incomodidad que surge, posiblemente, de ser humano.

Cuatro estrellitas y recomendación interespacial de llevar un casco, por si les cae alguna pedrada. 

D. 

Propósitos de 2014

Va la lista de propósitos.

12, porque por docena es más barato.

1. Decorar el departamento
2. Iniciar (ahora sí) la maestría
3. Enviar la novela al concurso.
4. Bajar los 3 kilos que me sobran. (Saludablemente, espero)
5. Viajar con mis amigas.
6. Aprender a tocar el acordeón
7. Comprar una bicicleta
8. Mejorar mi nivel de inglés
9. Mantener las tarjetas de cliente frecuente que tengo.
10. Cambiar de contador
11. Estrenar lentes
12. Comprar un seguro de gastos médicos.

Bien fácil, ¿no?

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...