El libro de la vida: Piripituche de día de muertos

Mi abuelo contaba la historia del Piripituche, un platillo que se inventó en cierto restaurante famosillo de Tlacotalpan un día en que llegó a comer un señor muy encumbrado al lugar y ya no había nada... Así que el hábil cocinero le hizo un revoltijo con las sobras del día y resultó un platillo muy sabroso, al que a falta de mejor nombre bautizaron Piripituche.

Algo así me pareció la película "El libro de la vida", que parece una mescolanza de cosas bastante sabrosas y que podría causar una "indigestión visual" a causa de tantos colores, explosivas canciones pegajosas y mitos revueltos con historias que sí pasaron.

La trama va de algo muy sencillo: tres niños se conocen en un pueblo de México y los dioses, caprichosos como son, se juegan el destino del inframundo a las veleidades humanas. Luego, descontentos con los acontecimientos, empiezan a meter su cuchara.

Los protagonistas son Manolo, un niño que ama la música y es descendiente de una larga línea familiar de valientes toreros; María, hija del gobernador del pueblo y Joaquín, que vive bajo la sombra de su padre, un valiente y aguerrido héroe que defendió a la población del ataque de "El Chacal" un peligros bandolero.

Tras una serie de travesuras infantiles, el padre de María decide enviar a la niña a Europa "para que se eduque" y la separa de sus compañeros Manolo y Joaquín, quienes tienen que ir forjandose su propio destino, pero no dejan de ser amigos.

Cuando María regresa al pueblo los apuestos caballeros se disputan el amor de la dama, pero debido a la intervención de Xibalba, señor del inframundo, Manolo es mordido por una víbora y enviado a la "Tierra de los Recordados", donde habitan las almas de quienes murieron y tienen alguien en el mundo que los recuerda.

Allí estalla un delirio colorista que dejaría a más de uno mareado entre explosiones de colores, confettis y comida más apropiada para cena de "día de gracias". Manolo descubre que ha muerto en vano y no encontrará a su amada María en el inframundo, así que se embarca en una travesía para regresar a la tierra de los vivos y defender a su amada de "El Chacal", que nuevamente amenaza su pueblo.

A pesar de ser un platillo bastante apetitoso y disfrutable, si no sale usted empachado con tantos colores y revoltijo de culturas, mitos y tradiciones, puede darse una vuelta a ver "El libro de la vida".

Una de las cosas más controversiales que encontré al comentar con otros amigos esta película fue el uso de canciones en inglés y la falta de temas originales para la película. Hubiera sido buen detalle que ya entrados en riqueza se usaran temas originales o por lo menos en español.

Tres estrellitas.


Por algo pasan las cosas...

El miércoles perdí mis audífonos. Eso es bastante triste porque les tenía estima y porque me habían acompañado a muchos sitios...

Pero lo peor es que tenía un día largo por delante, así que tuve que dedicar mis trayectos a escuchar.

Y como sucede cuando dedico mis días a escuchar: encontré una historia.

Iba yo en el asiento individual de un vagón mixto, en el asiento lateral un gran chico, de 1.80 de estatura, trataba de acomodar sus rodillas en un espacio reducido.

De repente lo vi hacer un gesto inesperado. Pensé que estaba por ponerse de pien, pero no: había notado la presencia de un conocido que abordó en una estación intermedia.

Esta fue su platica.

- ¡Oye, que gusto verte! ¿Cómo te va en la Escuena Nacional de Educación Física?
- Ya me salí de allí.
- Ah, orale, ¿no te gustó o qué?
- No, es que estoy haciendo mis pruebas para entrar a la Federación Mexicana de Futbol.
- ¡Wow! Que genial, oye, pero eso debe de ser muy difícil.
- Sí, pero te abre muchas puertas, puedes entrenar en escuelas y hacer muchas otras cosas. Además te pagan bastante bien. Has de cuenta que ahorita si tengo días muy pesados, en los que doy hasta tres entrenamientos, pero ya que estás certificado, pues te pagan por entrenar y hacer lo que te gusta.
- Que bueno que encontraste el modo de seguir haciendo lo que te gusta.
- Sí, es que ya ves que el futbol profesional es muy difícil, tienes que conocer a alguien...
- Sí... o pasan cosas. Bueno, yo tenía un primo que ya estaba en primera división y lo contactaron para firmar con un equipo grande. Ya tenía todo listo y se fue a jugar una cascarita antes de firmar su contrato... y tuvo una lesión que le rompió el fémur.
- ¡Y el fémur es el hueso más resistente del cuerpo humano!
- Pues el doctor le dijo que su carrera profesional se acabó. Y luego, ya con algunas copas, mi primo me dice que no entiende por qué pasó eso. Le digo que no le tocaba. Por algo pasan las cosas...

Madurar

La semana pasada una amiga me envió una foto. En ella salgo con un agujero en el pantalón.

Eso no es nada raro, porque es de mis días en la universidad y creo que no tenía tiempo para mirarme al espejo tan seguido.

La verdad nunca me importó gran cosa mi presentación en la escuela.

Pero al ver la foto me dio algo de pena. ¿Entonces iba con ropa rota?

Puse un comentario en FB sobre este pensamiento y me llegaron diversos comentarios sobre los agujeros... (Y era nuestra herencia una red de agujeros)

¿Es la ropa roída sinónimo de juventud, de inmadurez, de una declaración personal?

¿Es crecer aceptar que hay mejores formas de presentarse? ¿Se tiene que renunciar a cosas para madurar?

Luego, sobre el mismo tema... Leí una entrevista que le hicieron a José Luis Cuevas. Él decía: "Sólo las personas mediocres quieren madurar. Las personas realmente talentosas quieren conservar las virtudes de los niños".

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...