La muerte... a escena

La invitación llegó vía Facebook.

El sitio me era desconocido. "La capilla británica".

Parecía del todo inapropiado para un festival de día de muertos.

Al caminar por la calzada México Tacuba la encontré, guiada por varios personajes vestidos de negro que se acercaban al lugar.

Allí, M. y C. presentaban "La muerte... a escena" festival dedicado a la muerte y la manera tan maravillosa que tenemos de "vivirla" en México.

Pude presenciar dos montajes escénicos, un par de bailes y una exposición fotográfica de catrinas: por desgracia tenía otro evento después y no pude quedarme más.

También compré "Terror en la ciudad de México", historias de terror y leyendas adaptadas por la editorial Sangre y Ceniza, del que ya les estaré contando luego.

Le agradezco a M. la invitación. No sé si pasará a leer esto en algún momento, pero de verdad me alegra ver que hace lo que ama.

D.

Cuídese mucho: Sophie Calle en el Museo Tamayo

Entré a la exposición de Sophie Calle un poco desorientada. Estaba en espera de la famosa expo de Yayoi Kusama y tenía que hacer tiempo.

Me asomé a las vidrieras y vi fotos, fragmentos de cartas. El análisis detallado y lingüistico de una carta.

Subrayados, entrecomillados.

Pensé que era un análisis forense, de algún tipo de asesino, que era diseccionado en su malvado método.

En las paredes fotos de mujeres que leían. ¿Qué leían?

Poco después comprendí: era un correo que Sophie Calle recibió y convirtió en un performance, una experiencia artística.

Su manera de cuidarse/curarse fue darle a leer el correo de "Se acabó" a 107 mujeres distintas.

Lingüistas, historiadoras, psicólogas. Incluso una mujer payaso.

La carta fue interpretada, reinterpretada, destazada. ¿Quién era el autor? ¿Qué quería? ¿Qué lo motivó?

Esta es la carta, su original, en francés:


"Sophie,

Llevo un rato queriendo escribirle y contestar a su último email. Al mismo tiempo me parecía mejor hablar con usted y decir lo que tengo que decirle de viva voz.
Por lo menos esto quedará ya escrito.
Como sabe, últimamente me he sentido mal. Como si ya no fuera yo mismo en mi propia existencia. Una especie de angustia terrible contra la que poco puedo hacer salvo avanzar a toda prinsa en un intento por dejarla atrás, como he hecho siempre.
Cuando nos conocimos puso una condición: no convertirse en la "cuarta". He respetado el compromiso: ya hace meses que dejé de ver a las "otras", puesto que no tenía forma de seguir frecuentándolas sin convertirla a usted en una de ellas.
Creía que eso sería bastante, creía que el quererla yo y el quererme usted bastaría para que la angustia que me empuja siempre a buscar en otros lugares y me impide por siempre jamás estar tranquilo y sin dudarlo ser simplemente feliz y "generoso" se calmase con su presencia y con la certeza de que el amor que me aportaba era lo más beneficioso para mí, lo más beneficioso que haya conocido jamás, como bien sabe. Pensé que escribir pondría remedio, que disolvería mi "intranquilidad" y me permitiría ir a su encuentro. Pero no. Me siento aún peor, no puedo ni decirle en que estado me encuentro. Así, esta semana, empecé de nuevo a llamar a las "otras". 
Sé lo que eso significa para mí y a que ciclo me arrastrará. No le he mentido nunca y no estoy dispuesto a empezar a hacerlo hoy. Al principio de nuestra relación usted había anunciado otra regla: que el día en que dejásemos de ser amantes no se plantearía volver a verme. Sabe hasta que punto esta imposición me resulta desastrosa, injusta (Puesto que sigue viendo a B. R) y comprensiblemente (evidentemente...); de modo que no podría nunca convertirme en amigo suyo.
Pero hoy, el hecho de que acepte plegarme  a su voluntad a pesar de que echaré terriblemente en falta verla, hablar con usted, aprehender su visión de las cosas y los seres y sy dylzura conmigo, da cuenta de la importancia de la decisión que tomo.
Pase lo que pase, tenga presente que no dejaré de amarla de ese modo que mes propio como lo hice desde que la conocí, un modo que seguirá vivo en mí y, estoy seguro, no morirá.
Pero hoy, sería la peor de las farsas tratar de prolongar una situación que, lo sabe tan bien como yo, ya no tiene remedio. Por respeto al amor que le tengo y al amor que me tiene y que me obliga ahora a ser franco con usted, como un último tributo a lo que compartimos y que será, por siempre, algo único. 
Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo.
Cuídese mucho

X.  

Me pregunto si todos hemos recibido una carta así. "No eres tú, soy yo. Es que mis problemas me impiden amarte como mereces ser amada". Me pregunto si todos hemos escrito una carta así: "Te quiero demasiado como para mentirte. Me hubiera gustado poder continuar con esto. Cuídate mucho".

A través de la narración reiterativa de la historia, la despedida va perdiendo peso, se vuelve cada ves más ligera, hasta poder dejarla ir.

Entre las 107 mujeres hay quienes lloran sobre la carta. Quienes se carcajean de ella. Quienes la queman y quienes no pueden creer lo egoísta del mensaje.

Creo que mi interpretación favorita fue la siguiente:


¿Y usted que sintió al leer la carta?

Tuve mucha suerte al poder encontrar "Cuídese mucho". Vayan, si pueden, a verla al Tamayo.

D. 

Hacer 8 horas algo que no te gusta es muy jodido: Horacio Altuna

"Pasar 8 horas al día, todos los días, por el resto de tu vida, haciendo algo que no te gusta está muy jodido. En cambio si haces algo que te gusta, esas 8 horas no te las quita nadie. ¿Me explico? No es un consejo, es una opinión personal". Hablaba Horacio Altuna, historietista argentino quien fue el encargado de iniciarme en el "Festo", Festival de Autores de Cómic de la Ciudad de México.

Era mi primera vez en el Festival, pues aunque con frecuencia había acudido a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, pero nunca pasó por mi cabeza que, a pocos pasos de allí, se reunieran los "cómiqueros". Esta vez festejaron su cuarta edición. En mi primer Festo, tuve la ocasión de estar en la conferencia de Horacio Altuna: llegué por pura coincidencia diez minutos antes de que empezara su conferencia.



¿Y quién es...?

Horacio Altuna estudiaba derecho: se sentía atrapado entre el deseo de hacer otra cosa y cuando decidió que lo suyo lo suyo era la dibujada, dice que vió que en los ojos de su padre una luz se extinguía. ¿Cómo que iba a trabajar en una empresa de poca monta, además haciendo dibujitos?

Pero Altuna era joven y creía en su pasión. Comezó con una historieta a la que no el tiene aprecio y de hecho pidió a la audiencia: si alguna vez encuentran un ejemplar de "Súper Volador" por favor quémenlo.
Este cómic era una copia de los cómics de Superman, pero comenzó a hacer oficio con los héroes y poco a poco fue obteniendo las tablas necesarias para lanzarse a empresas más grandes, que le dejarían un mejr sabor de boca.

En 1975 comienza en el diario Clarín,  la publicación de "El Loco Chávez" historieta que lo haría famoso. Carlos Trillo, autor de los diálogos, escribía las historias de este personaje que formaría parte de la cultura popular en Argentina.

Derechos de Autor

Sin embargo, Altuna no la tendría fácil: pese a su éxito, se empeñaba en obtener los derechos de autor de cada una de sus obras. Para él resultaba doloroso entregar los derechos de sus originales, sobre todo al principio de su carrera, cuando veía que sus dibujos terminados eran impresos con mala calidad y descuidadamente.

Tras ganar "mala fama" entre los editores de diversas publicaciones, Altuna buscó a un conocido que era editor de Playboy Italia, donde encontró una oportunidad para producir historietas cortas para la revista Playboy. Después de cobrar relevancia, sus historietas llegaron a ser publicadas en 12 países por esta revista, así como por su competencia, Penthouse. "Logré el equivalente de lo que sería venderle a Coca-Cola y a Pepsi", comentó entre risas.


Cómic para todos

Altuna asegura que parte de su obra tiene un gran componente de crítica social, pues parte de su formación lo llevó a sostener la idea de que el cómic debía ser para todos, es decir, debía evolucionar con los lectores, abarcar inquietudes distintas para un lector de 15, 20 o 30 años. Para Altuna, alguien que no evoluciona con sus lecturas podría llegar a ser alguien "Poco interesante".

Entre la obra de Altuna se encuentran contenidos que hablan del racismo y la segregación, como Hot L.A., Las puertitas del Sr. López, que pinta un panorama del burócrata encerrado en la fantasía o Ficcionario, una historieta de ciencia ficción de distopías.

¿Cómo hacemos llegar el cómic a todos?

Para Altuna los medios digitales y el crowfounding son alternativas estupendas para los viejos y nuevos creadores; hay más formas de hacer llegar los contenidos  y los editores ya no tienen que ser necesariamente parte de la fórmula. Tras una vida de escuchar "cuentos chinos" de los editores, Altuna defiende la posibilidad de la creación más allá de los intereses de las grandes editoriales.

Incluso el propio Festo es una oportunidad de reflexionar sobre las alternativas que dan los medios digitales, las redes sociales, el crowfounding...


Se levanta el viento

Vi "Se levanta el viento" en una función que ofreció una librería.

Aunque la sala era pequeña y el asiento incómodo, disfruté bastante de Kaze Tachinu, película que cuenta la vida de Hiro Horikoshi, un ingeniero que diseñó hermosos aviones que eran usados con fines bélicos.

La película es de 2013 y llegó a México este año, ya que se trata de la última película que dirigirá Hayao Miyazaki, legendario director creador de Studio Ghibli.

Sobre "Se levanta el viento" puedo decir que me encantó que fuera una historia de amor, pero del amor que Hiro sentía al diseño, a la posibilidad de volar, de desafiar las leyes de la gravedad y de crear los diseños más hermosos de aviones.

En su infancia, Hiro soñaba con enormes aviones de pasajeros, que una vez terminada la guerra llevarían a la gente como hoteles flotantes, con todas las comodidades.

El tiempo que le tocó vivir le permitió vivir realizando lo que más le apasionaba.

Incidentalmente conoce a una chica que lo apoya y que, por desgracia, está muy enferma.

Hiro sigue teniendo como prioridad lo que le apasiona y aunque una pequeña parte de la cinta está dedicada a su romance, incluso el final es drástico en su lección final: hay que seguir nuestras pasiones hasta el final.

Dulce y trágica, pero también bella y reflexiva, Se levanta el viento encontrará su lugar en la filmografía de Studio Ghibli como una pieza bien acabada, que vuela bien, aunque sin ser el más memorable trabajo del estudio, según creo.

Tres estrellitas voladoras.

D.

En esto ver aquello: Octavio Paz y el arte en el Museo del Palacio de Bellas Artes

"En esto ver aquello" es la exposición que celebra la relación de Octavio Paz con el arte, al relacionar la obra del autor con piezas de más de 100 museos de México y el mundo.

228 obras de autores entre los que se encuentran  Vasili Kandinski, Paul Klee, Jackson Pollock, Robert Motherwell, Mark Rothko, Manuel Felguérez, Henry Moore, Joan Miró, Eduardo Chillida, Juan Soriano, Ángel Zárraga, Jean Dubuffet, Carlos Mérida, Wifredo Lam, Pedro Coronel y José Luis Cuevas, entre otros, están expuestos en el Palacio de Bellas Artes curados por algunos de los temas que inquietaban a Octavio Paz.

La museografía nos permite leer fragmentos de sus obras y ver como se relacionan con la selección, que resulta bastante diversa y además puede ser acompañada con listas musicales vía Spotify, que fueron elegidas por cuatro personajes del horizonte musical mexicano.

En lo personal disfruté mucho esta exposición y no sólo por la oportunidad de ver a Kandinski y a Joan Miró, que me encantan, sino porque en la obra de Paz encuentro eco en algunas de mis propias inquietudes, más en estos tiempos que corren.

La metáfora, el simil y la asociación claves en toda la exposición y constantemente se tiene un diálogo con las interpretaciones de Paz de la realidad, que develan temas que se encuentran como subtextos de las piezas que se encuentran expuestas.

La exposición estará hasta enero del 2015, así que tienen oportunidad de verla: los domingos la entrada es gratuita, el costo es de $45.00 y el horario es de 10:00 a 17:00 hrs.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...