Día negro para el periodismo

Soy periodista.

A veces me cuesta reconocerme como tal ya que poco he publicado en tinta, pero alguna vez mi nombre se ha publicado de manera periódica.

También dedico mis días a escribir notas, a hacer entrevistas, a comparar información, a cruzar datos.

Así que aunque casi todo lo que escribo se publica en medios digitales puedo reconocerme dentro del gremio.

Por eso ayer me estremeció y me dejó sin palabras la jornada negra que vivió el periodismo en México y el mundo.

Primero, entre las sábanas, me enteré del ataque a la redacción de la publicación Charlie Hebdo en la ciudad de París, Francia. Este ataque dejó 12 muertos.

El análisis exahustivo del evento puede ser leído en diversos medios, pero me hizo reflexionar sobre los principios éticos que rigen la profesión. Temas que ya revisé muchas veces en la carrera, pero que nunca está de más retomar, pues no son debates cerrados, al contrario: son mucho más tangibles cuando ya llevas varios años "en el ajo" y ves concretarse frente a ti lo que eran leyendas urbanas.

Pocas horas después la publicación mexicana "Proceso" anunció que en la madrugada había muerto Julio Scherer García, referente del periodismo mexicano y fundador de este medio, que en su momento fue el más contestatario, inteligente y crítico del país.

"A veces nos preguntaban ¿cómo hacíamos para tener siempre tan buena información? Y yo les decía que teníamos al mejor reportero hasta en el puesto de director", aseguró en un breve testimonio Sonia Morales, una de mis profesoras preferidas de la carrera, quien trabajó muchos años para la sección de cultura de Proceso.

También el 7 de julio del 2015 fue desalojado el periódico "El País", debido a una amenaza de bomba.

Mientras transcurría el día fueron circulando en diversos medios publicaciones y carícaturas que se extendieron en el análisis del ataque a Charie Hebdo, mientras que el luto embargó a algunos de los periodistas mexicanos más destacados, quienes rindieron homenajes a "Don Julio" en diversas maneras.

El día no dejó de ser gris y la noche cayó, dejándonos a todos un poco abatidos y apesadumbrados.

Y es que el oficio de narrar a veces es el mejor del mundo y a veces muestra los dientes.

D.

La paz, 2015

Mi hermana tenía ganas de visitar La Paz, Baja California, desde hace varios años.

Concretamente quería ir a ver a las Ballenas.

Al saber que es un destino caro, mi mamá se lo prometió varias veces, pero diversos imprevistos hicieron imposible la visita.

Mi papá no estaba muy entusiasmado con la idea y originalmente sólo iban a ir mi mamá y mi hermana.

Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, el año pasado mi papá se apuntó al viaje (siempre que nos diera tiempo de ahorrar).

Como el año pasado tuve una Navidad bastante miserable (cosa que se puede leer aquí) en cuanto tuve el dinero disponible me apunté para el viaje, así que ya estabamos todos confirmados cuando...

Mi hermana dejó su trabajo y entró a uno nuevo, por lo que no tendría vacaciones y el viaje empezó a peligrar.

Pero allá por junio, empezó a perfilarse la posibilidad de que mi hermana nos acompañara y confirmó de último momento.

Ahora, estas vacaciones no fueron tan ideales porque:

- Cuando llegamos a Los cabos, ciudad de donde se embarca uno para ir a visitar a las Ballenas, nos informaron que la mejor hora para visitarlas es a las 11:00 de la mañana y ya eran las 17:00.

- Mi hermana se tuvo que regresar un día antes que nosotros por motivos de trabajo.

- No calculé muy bien la temperatura y fui con muchos vestiditos vaporosos cuando hacía mucho frío, así que prácticamente todo el tiempo anduve con chamarra y con las pantorrillas congeladas.

- Se me perdió una gorra a la que le tenía mucho aprecio porque tenía orejas de gato. :(

Pero el viaje a La Paz también tuvo muchas cosas bonitas, como los paisajes increíbles, la visita a los lobos marinos y la comida (siempre salvadora, reconfortante, deliciosa, sorprendente).

En realidad no tuvimos mayor incidente, los horarios se fueron cumpliendo y si lamento algo es que fueron unas vacaciones cortas y anduvimos (como siempre) a las carreras. Pero eso tiene más que ver con el estilo de vacacionar de mis padres que con el tiempo en sí.

Gracias La Paz, por hacer honor a tu nombre y por traerme un soplo de aire fresco (literal) antes de adentrarme en el 2015.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...