Frío

Mi gato duerme en una pila de cobijas limpias. No me animé a ir al taller de creación literaria. Desperté tarde y tomé un chocolate con leche. Le preparé un desayuno rápido a mi hermana y mi vocación por calificar los trabajos de semiótica que me dieron el martes no fue lo suficientemente fuerte...

Tenía una pila de libros por leer y aún no conseguía recortar el cuento de siete cuartillas a sólo cinco... No parecen tantas, pero cuando tienes que sacar copias para todo el grupo, lo piensas un poco mejor.

Me metí a bañar en agua caliente y mientras chapoteaba en la espuma del baño, me felicité a mi misma por pedir un día de descanso entre semana: lo malo es que al salir, allí seguían las hojas de los alumnos sin calificar, los libros que tengo por leer e incluso el montón de ropa limpia, que exigía ser doblada y guardada en cajones.

El frío me anima a tomar chocolate, a leer novelas de misterio, a meterme en cama (acompañada o no), a escribir entradas del blog...

Pero definitivamente no me inspira para nada ganas de calificar o reducir las cuartillas de un cuento policiaco.

D.

2 comentarios:

Juan dijo...

dímelo ami,aqui en mi casita (me dieron eldía!!), nunca tomo té, pero puuts cómo se me antoja hoy!!!)...

lo malo es que tengo que salir al ratito, no quiero!! jjeej

Darina Silver dijo...

Que bonito es cuando te dan el día y puedes quedarte más tiempo en la cama.

jo, jo.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...