Algunas reflexiones sobre la monogamia

Esta semana he tenido ocasión triple de reflexionar sobre la monogamia.

El lunes lo hice desde la perspectiva biologicista, pues platicaba con un amigo sobre el papel de la poligamia en la diversidad biológica; de manera natural la especie, al tratarse de una rama de los primates, es polígama. Esto favorece la diversidad y propicia la adaptación de los más aptos.

En el mismo sentido mi amigo (que no es biólogo, pero está muy cerca del tema), platicabamos de lo poco exitoso de este sistema.

Ayer pensaba en el aspecto económico del asunto, pues, con tantas noticias de crisis en las bolsas del mundo, países en recesión, no podía dejar de pensar que la monogamia es una forma de resolver problemas del capitalismo, en el sentido de simplificar las unidades económicas.

Un sistema basado en la acumulación hace que la necesidad de acumular capital de manera "líneal" y mediante circulación exogámica de los bienes (pasan de una familia a otra, por línea de sucesión generalmente paterna) permite que el sistema económico sea más estable.

La jerarquización y estratificación de la sociedad también dependen de la aparente estructura monogámica; pero como todos sabemos las sociedades de todos los tiempos han tenido filtraciones que nos hacen pensar en que la monogamia siempre fue parte de la teoría social, aunque no necesariamente de la práctica.

Relatos de todos tiempos y lugares hablan de concubinas, amantes y familias conformadas por una integración flexible de las familias.

Ni que decir de las soluciones de vida comunitaria que se han tenido que adoptar en tiempos de guerra o las soluciones de familias de otras culturas y civilizaciones distintas al modelo que conocemos en Occidente...


El contrato matrimonial fue creado para dar fundamento legal a los estatutos de preservación de la riqueza en la línea familiar; pues fundar una familia es casi como fundar una empresa: se requieren los seguros económicos, las clausulas específicas que establezcan que se hará en caso de fallo, en caso de zozobra...

Y es que en estos días la duda parece rondar la esquina...

Lo cual me lleva a mi tercer día de reflexión sobre la monogamia, que abarca el aspecto psíquico y emotivo del asunto.

Desde pequeños nos informan de lo importante que es compartir; pero luego también nos explican que hay cosas que son nuestras y sólo nuestras, por lo que compartirlas está mal, de hecho no sólo está mal, nos pone en riesgo.

Aquí es donde el asunto es más escabroso y complicado, porque las personas no pueden "ser nuestras" aunque en realidad hay muchas canciones que nos digan lo contrario.

Los seres vivos con su genialidad, sus contradicciones y sus predilecciones impredecibles no son de nadie. Nosotros mismos, aunque entregemos cartas y firmemos contratos matrimoniales o hagamos votos no somos de nadie.

Con el esclavismo y la trata de personas hemos visto que la poseer a otros seres humanos sólo lleva al dolor y la frustración, pues ningún espíritu debe encadenarse bajo la etiqueta de "mío".

Aún así nos queremos empeñar en la delicia de llamar a otro "nuestro" y declararnos "poseídos" por tiempos indeterminados y hasta "eternos".

Nuestro interés de ser únicos, amados de manera bilateral y por siempre jamás suele encontrarse miles de millones de caminos, subterfugios, retornos, vueltas en U, reocnsideraciones emotivas, económicas, biológicas y de todo tipo.

Monogamia.

Suena tan bien. Es tan dificil.

D.


6 comentarios:

Yareli dijo...

sí que lo es... :C

Espaciolandesa dijo...

Interesantes puntos de vista.

Pienso que, quizá, si se nos educara con conciencia de todos esos aspectos, seríamos menos infelices.

En lo personal, ver el matrimonio como un contrato me parece cuasi genial, sobre todo para las mujeres y en el sentido de que ya con conocimiento exigirían lo que les corresponde en caso de que la otra parte no cumpla los términos.

La parte biológica me parece más complicada, por un lado creo que el entendimiento de esta podría evitar muchos conflictos y por el otro generarlos al usarla como excusa.

Jajaja, todo esto para coincidir contigo en que sí, la monogamia suena fácil pero no lo es.

Lumediana dijo...

La diferencia entre monogamia y poligamia no es tanto el numero de parejas, sino la palabra “tener”.
Siempre le pregunto a las madres si es verdad que tienen un hijo favorito y dicen que no, que los aman a todos por igual, pero cuando les pregunto porque no podrian amar a varios esposos por igual no parecen tener respuestas propias, generalmente sus respuestas tienen que ver con lo que han escuchado al respecto, me pregunto como serian las cosas si nos atrevieramos a desaprender lo que culturalmente nos ensenan y nos atrevieramos a pensar por nosotros mismos.

Darina Silver dijo...

Yare:

Snif.

Pequeña saltamontes:

El problema es que basamos la idea del amor en la exclusividad del otro, de la experiencia completa de amar con la equivalencia de poseer.

Luna Lunera:

Si, creo que diste en el clavo "Tener" es el problema.

Tener o no tener.

D.

Juan dijo...

Creoque hay que probar de todo, ahorita es en lo último que pienso!!! =D

Darina Silver dijo...

Juan!

Que escándalo...

jajaja.

Un abrazo.

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