Todo puede cambiar...

Bueno, tal como presagiaban mis cartas al principio de la semana, tuve mucho ajetreo, principalmente porque tenía que sacar el trabajo de cinco días en dos, lo cual hice en la medida de las posibilidades...

Así que después de quedarme un rato de tiempo extra en la oficina el martes fui a tomarme un café con un excelente amigo con quien despotriqué un poco sobre las dificultades técnicas de mi trabajo... allí perdí algo de estrés, que se diluyó entre el café y el sustitito de crema.

Al día siguiente visité a una de mis mejores amigas de la Universidad que festejaba el cumpleaños de uno de sus hermanos y me quedé a comer pollo frito y agua de naranja. Eso relajó mi espalda hasta el punto de poder sentarme nuevamente con propiedad...

También renté películas y me dispongo a ver "El lado oscuro del corazón".

Me he bañado y me siento agradablemente relajada y tibia, como si todo el estrés hubiera sido un mal sueño de esos que te despiertan sobresaltada y luego no sabes por qué fue.

Hoy me puse a leer la revista "Algarabía", que les recomiendo mucho, en donde, además de leer de Walt Disney, Cortázar y los Hippies, me encontré la cita de la contraportada, de Paul Auster, que decía algo así como: "De repente, todo puede cambiar, de una vez y para siempre." (Me pareció la definición justa para esta entrada)

D.

D.

2 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

Suenan muy bien las mini-vacaciones.

Esperemos que la semana entrante todo vaya gradual y no te suelten la chamba de zopetón :P

Anónimo dijo...

el lado oscuro del corazón.... no soy tan cursi como para ver eso, jeje

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...