Caminando al ritmo de Nirvana

Cuando Nirvana estaba de moda yo estaba en otra dimensión y me gustaban otras cosas. De hecho, el día que descubrí esa palabra grabada en una mesa del laboratorio de biología lo asocie enseguida con Buda y no con la banda de rock.

En aquel entonces o había leído Siddharta de Herman Hesse y pensaba que algún día salvaría al mundo con mi amiga Mitzi y mi amiga Lilia, pues entre las tres acabaríamos con el hambre y la injusticia... algo así.

Kurt Cobain no estaban en el horizonte de mi comprensión y no lo estuvo hasta mucho después. Así que admito que descargué "Smells like teen spirit" cuando yo ya no tenía ningún tipo de espíritu adolescente... después de los 20.

De hecho, cuando me enteré de la historia del fallecimiento de Kurt Cobain (como diez años después de que ocurriera) me llamaron mucho la atención los extraños detalles de su muerte, la sospecha que pesó sobre su pareja, Courtney Love...

Pero más allá de la trágica historia, me gusta caminar al ritmo de Nirvana.

No es música que pondría en mi casa para relajación mental... pero es de esa música que va con la selva urbana y que puede usar para ir pateando botes de basura y para ir escuchando mientras te fijas en las manchas de aceite de la acera en donde reparan autos, mientras caminas entre basura de condones (en serio... ¡es muy frecuente que me encuentre condones usados o empaques de ellos tirados en la banqueta por donde camino a diario! es algo muy raro)

Soy muy feliz cuando escucho miro el tráfico bajo mis pies en el puente y escucho Lithium, Rape me, All Apollogies o The man who sold the world...

Es curioso como algunos grupos te traen recuerdos de una época y otros constituyen un sentimiento en sí mismos.

D.

4 comentarios:

Onminayas dijo...

Es curioso como, cualquier dejà vu, olor, melodía son capaces, en soledad o compañía, de desdibujar las distancias, las barreras temporales, para acabar unificando sensaciones similares a miles de kilómetros.

Por cierto, Darina, yo me quedo con lo importante y no menos curioso: en la calle, pero con cabeza para seguir utilizando el preservativo.

Abrazos.

fher dijo...

totalmente de acuerdo, Nirvana sin dudas podría ser tranquilamente la banda sonora de este film cotidiano que son las ciudades y su ferocidad (a veces hermosa, a veces terrorífica)

besos

John B dijo...

me caga esa pinche banda

Darina Silver dijo...

Onminayas:

En estos tiempos, lo menos que se puede hacer al ir caminando por la calle es tener un preservativo... ¿Qué no?

Fher:

Lo hermoso y lo horrible a veces se tocan en los extremos.

John B:

Siempre me han gustado tus recomendaciones... Pero por algo yo no te recomiendo música.

D.

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