Bufandas

Ayer vi uno de esos dispositivos que tanto llaman mi atención: una tablilla para tejer bufandas. Tan sencillo que un niño puede hacerlo, esta tablita tiene un agujero en medio y dos hileras de clavos, para que vayas enredando el estambre hasta que se logra una bufanda del largo que se te antoje.



Algo que me gusta de este sistema es que te permite ver que en realidad la trama de las bufandas es un hilo enredado con gracia... algo parecido a lo que hacemos los cuenta cuentos con la realidad.

Las historias suelen ser anécdotas que le pasan a gente normal, pero narradas con más acierto.

Lo cierto es que la bufanda que iba saliendo de color morado (mi color favorito) y me di cuenta de que me encantan las bufandas; si el clima de México lo permitiera las usaría más tiempo, pero la benignidad de nuestro clima obliga a quitarselas en marzo.

Creo firmemente que para Navidad un excelente regalo es una bufanda y un par de guantes; si pudiera usaría guantes y bufanda de colores distintos cada día de la semana...

Si nuestra vida se enredara como una bufanda colorida alrededor de nuestro cuello, me pregunto, ¿que tan larga sería mi bufanda?, ¿que tan colorida?

D.

4 comentarios:

Juan dijo...

te entiendo,una bufanda y un abrigopueden darte mucha sotisficaciòn, tres chic!!!

:D

Espaciolandesa dijo...

¿Hay de esos artilugios para hacer bufandas así como con nudos?

Esas me parecen preciosas, pero carísimas... como siempre, mejor hacerlo una misma :P

Mar dijo...

La mía sería cortísima y toda malhecha: llena de nudos, floja de algunos lados y apretada de otros. Seguro.

Pero color naranja.

Darina Silver dijo...

B:

Je, je... Si, cuando fui a Perpignant me dijeron que tenía un excelente sentido del estilo (llevaba abrigada hasta la nariz.

Pequeña Saltamontes:

La verdad no tengo idea. Si las he visto, pero no sé como se hacen.

Mar:

Con que a tí te guste es suficiente.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...