Desde que murió Violeta,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía...
J. Sabina
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía...
J. Sabina
Hoy, por segunda vez en mi estancia laboral, mi jefe me pilló cometiendo una falta de ortografía. Eso es bastante grave, porque se supone que me tiene allí para que no se vayan las que él comete...
Pero nunca he tenido una ortografía impecable.
Aunque en la primaria gané un concurso ortográfico y en general en los dictados me iba bien, siempre termino metiendo la pata en más de una ocasión, como ya está más que comprobado en este blog.
Pero nunca he tenido una ortografía impecable.
Aunque en la primaria gané un concurso ortográfico y en general en los dictados me iba bien, siempre termino metiendo la pata en más de una ocasión, como ya está más que comprobado en este blog.
En mi defensa debo de argumentar que siempre escribo de primera intención y lo que me va saliendo de las tripas. Todas las vísceras en la mesa. Todas las moscas sobre el templete. Toda la materia oscura y las cosas viscosas que surgen de mis deditos, como quien saca fango de una alcantarilla, hasta quedar satisfecho.
Mi boca no es un jardín de rosas. Más bien lo siento como un puerto pesquero, salado y tibio, con algunas cosas que se ven bonitas y otras que se están pudriendo.
Y cuando saltan las astillas y corto mástiles contra el cielo, les cuento poemas tristes e historias que siempre acaban mal.
Con faltas de ortografía, pues desde que se fue Violeta, se ha enlutado la poesía...
D.
Mi boca no es un jardín de rosas. Más bien lo siento como un puerto pesquero, salado y tibio, con algunas cosas que se ven bonitas y otras que se están pudriendo.
Y cuando saltan las astillas y corto mástiles contra el cielo, les cuento poemas tristes e historias que siempre acaban mal.
Con faltas de ortografía, pues desde que se fue Violeta, se ha enlutado la poesía...
D.
4 comentarios:
y se enojan cuando los jefes hacen mal su trabajo... chingao.. jejejeje
Si hay algo que siempre m egustó de tu blog es la ausencia de faltas de ortografías (obviamente nadie es perfecto). Por lo tanto no te creas las cosas que pueden llegar a hacerte creer los jefes.
Con errores o sin ellos tus entradas son geniales.
Besos
¡Violeta, vuelve!
No queremos un mundo con atropellos ortográficos.
Blasfemar y errar ortográficamente es imprecar contra el idioma pero, en cierto modo, cada uno de nosotros debe permitirse errar unas cuantas veces; esto es, como decía uno de los colegas de Joaquín Sabina en La Mandrágora:
"No estés con la regla más de lo que es natural"
Un saludo, primera vez que me paseo por tu blog y me pareció bastante bueno.
Publicar un comentario