Un accidente tecnológico, que no viene tanto al caso relatar, hizo que perdiera mi agenda telefónica del celular, me decidí a enviar un correo "megamasivo" a todos mis contactos...
Pero lo hice con un gesto de ambigüedad y una torpe redacción, ligeramente desmañada, que pretendía ser cordial, pero algo evasiva...
A fin de cuentas es un correo megamasivo. No se puede ser demasiado específico.
Los resultados fueron, por decir lo menos, sorprendentes.
Recibí muchos correos, más de los que he recibido en mucho tiempo, con la buena voluntad de aportar su granito de arena para que recuperara esos datos de contacto.
También recibí los recordatorios perentorios de que "nos debemos un café".
Una amiga de la preparatoria me informó que trabaja muy cerca de mi oficina...
Y una amiga de la universidad me escribió... ¡Desde Japón!
Si, definitivamente conviene perder de vez en cuando la agenda. A veces se lleva uno sorpresas.
D.
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2 comentarios:
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, o hasta que pierde su agenda. Esa tecnología nos aleja y nos acerca a la vez, sólo hay que saber usarla, supongo.
Mobtomas:
Al respecto de la tecnologia y saber usarla, pondré una recomendación mañana. Por si gustas pasar...
D.
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