La princesa y el sapo: relajate y disfruta el jazz...

He tenido un fin de semana magnífico.

En verdad creo que el rudo inicio sabatino era una forma de prepararme el camino para un montón de descubrimientos, hallazgos y sorpresas.

Pero empezaré por contarles de la película que mis padres rentaron y que vi en la madrugada de este domingo...

Si, me desperté a las 4:30 para ver "La princesa y el sapo", de los estudios animados de Disney.

Yo tenía algunas expectativas respecto a esta película, pero pensé que sería una adaptación del cuento clásico de la princesa caprichosa que jugaba con su pelota de oro y se le perdía en un estanque...

La historia que nos propone "La princesa y el sapo", de Disney, tiene una riqueza cultural maravillosa, que rinde tributo no sólo a las antiguas cintas de animación que nos hicieron soñar de niños (por allí hay unos personajes que se parecen a la serpiente Ka, de "El libro de la selva" y a los caimanes de "Bernardo y Bianca").

La música de la cinta es maravillosa e imperdible y si les gusta el jazz reconocerán los otros tributos que existen en los nombres de los personajes secundarios, Loui y Ray.

Disney ha demostrado que puede hacer tramas más complejas, donde se va más allá de la historia de amor y se plantean algunos de los dilemas de la vida moderna, como las presiones económicas, la especulación mercantil y hasta la emancipación femenina...

Maravillosa y merecedora de 5 estrellas en mi rankin, la historia de "La princesa y el sapo", cuenta la aventura de Tiana por lograr su sueño de tener un restaurante...

Me he leído un par de reseñas, muy al estilo de Ariel Dorfman critican la cinta por la simplificación del problema racial y el tratamiento que le da a temas como "la magia vudú"...

Quizá era porque eran las 4:30 y tenía ganas de ver algo con final feliz... Pero yo disfruté del romance entre Ray y Evangeline, de la música y de los colores... Y que el análisis de la maldad del ratoncito queden para luego.


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