Hoy me desperté temprano, para desayunar con mis papás. Regué las plantas y me sorprendí de ver cuanto ha crecido la planta de platano que nos regaló mi abuela... También vi que la higuera que tenemos ya tiene frutos, que aún están verdes, pero pronto se volverán deliciosos y morados.
La primavera se siente en el aire. Así que por la tarde fui a la plaza y disfruté de la tibieza del sol. Mientras caminaba, me di cuenta de que hacen más falta más árboles en la ciudad... Porque pasé enfrente de los aparadores de ropa y no me motivó.
Mi nariz fue tentada con los vapores alimenticios que salían de los restaurantes y no me dio hambre. Niños pasaron con helados suaves y cremosos frente a mi, pero no se me antojaron. Brillantes cámaras y equipos celulares destellaron en las vitrinas, pero no parpadee.
Dejé las películas en la tienda y esta vez no me detuve frente a videojuegos, estrenos, series...
Caminé frente a la carpa de liquidaciones y no quise asomarme.
Traía dinero en la bolsa, pero en verdad tenía más ganas de disfrutar el viento moviendo hojas de bambú cerca de mi, o algunas hojas de álamo temblando, como aquellas de la ciudadela, que tanto me gustan.
Las plazas ya no me motivan. Quizá sea tiempo de buscar nuevos lugares.
D.
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2 comentarios:
No me gusta mucho esa canción de Sabina: "Nos sobran los motivos" (a quién le importa) en cambio, me gusta esa de Café Quijano y Sabina "No tienes corazón", es posible que falten (aunque ciertamente no sobran) palabras. Antes precisas que retóricas. Antes contundentes que lastimosas. Las arenas griegas deben ser inclementes a la hora de curar corazones casi muertos de asfixia en las oficinas contables. Arenas desoladas bailando a un ritmo antiguo, solidario e inspirador, como la muerte.
-Si no me quiere, no me quiere
-Nadie se muere!
Héctor Paleologos:
Te faltó decir... "Antes muertas que sencillas"
Me gustó tu primera entrada del nuevo blog.
No sé por que insistes en ponerlo verde.
De todas formas lo recomendaré.
Saludos.
D.
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