Ajonjolí de todos los moles

Mucho me sorprendió saber que los españoles confunden el Mole con el Guacamole... así que dediqué 15 minutos de mi visita a Málaga para contar la historia del Mole poblano, aunque nunca pude recordar cuales eran los dos conventos que disputaban la primera receta de mole.

Recuerdo haber contado con lujo de detalles el relato del Obispo que tomando desprevenidas a las monjas clarisas llegó a comer y ellas, no sabiendo que ofrecerle molieron todos los chiles e ingredientes que encontraron en la dispensa para crear un invento sin precedentes gastronómico.

A decir de los antropólogos que tengo a la mano, el mole es una idea prehispánica, pues muchos grupos étnicos ya molían especies y chiles para crear una multitud de salsas amarillas, rojas y verdes (sobre todo) con las que se aderezaban las carnes (guajolote y conejo, sobre todo, pero también de perro, para los grandes banquetes)

El mole poblano es la conjunción de muchas especies que llegaron con los conquistadores, pero también tiene una escencia de las naciones originarias de América, lo cual lo hace un plato morbosamente delicioso, pues tan sólo pensar en la multitud de muertes que fueron necesarias para establecer conventos en este rincón del mundo, hace pensar que también estaba aderezado de sangre y tripas el corazón del mole.

Este corazón oscuro por la piel del cacao, aligerado con el pan duro del convento, tenía también un toque de picante (las variantes a la receta son muchas, pero se dice que al menos se le agregan 17 chiles originarios de Mesoamérica) y dulzura de monja (se le ponen galletas sabor a convento, azúcar, canela...)

El toque final del mole poblano suene ser el ajonjolí, que se agrega para decorar el platillo y además de saber delicioso contrasta por su color claro con el color oscuro que toma la mezcla...

Como este toque final se comenzó a usar en otros tipos de mole, además del poblano, se le decía a la gente excesivamente metiche o que trataba de figurar siempre que era ajonjolí de todos los moles...

Y no, no fue esto lo que les explique a los españoles que tuve el gusto de conocer... sólo les conté que el mole poblano definitivamente NO lleva aguacate.

D.

5 comentarios:

Indigente Iletrado dijo...

El mole es delicioso.

Sobre todo en las bodas (por aquello de que es gratis)

Debiste darles algunas clases de Tradiciones 101.

Anónimo dijo...

Sólo para comentarte que éste post me recordó la cumbia del mole de Lila Downs.

Hace tiempo que te leo, pero no acostumbro comentar.

NM dijo...

woooo no sabía la historia del mole! Ta interesante! Bienvenida de nuevo amiga! por aquí andare!

D dijo...

Una vez fue al pueblo de mi jefe, mi abuela hizo un mole casero, y como mi estomago esta acostumbrado al exceso de conservadores y azucares del Tradicional Mole Doña Maria, pues que crees? ...si, en esta parte es donde tu dices QUE? pues paso que por la madrugada despues de la "molisa" el condenado aumento la peristalsis de mi intestino vaciador y los retortijones batian cruelmente el contenido...en fin me dio chorro de turista. Desde esa vez ya me da miedo probarlo (eso incluye que sea gratis)

Deberia haber un mole donde se incluya el aguacate, aunque sea como decoraciòn...

Darina Silver dijo...

Indigente: Si, debieron invitarte a la boda de Neri. ¿Cuanto apuestas a que hubo mole?

Anónimo: Que buenos gustos tienes (por Lila Downs) Ya me caíste bien.

Natalia: Ah, que chido estar en el mismo vecindario por fin, Nata. Nos estamos leyendo. A ver que día le caes por mexicalpan de las tunas.

David: Pues si... deberíamos ir haciendo experimentos culinarios con moles y aguacates. Lo peor que nos puede pasar es... lo que te pasó a tí.

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