"El niño" o como me perdí y salí de gane

Ayer después de mi ilustrativa clase de Géneros Periodísticos donde conocí a Francisco Ortiz Pinchetti, me dirigí a la Escuela Nacional de Enfermería donde tenía que cumplir un encargo... Además de pasarme de la parada y cruzar el periférico arriesgando mi vida, todavía anduve caminando un rato antes de poder regresar a territorio conocido para volver al metro. (Que es como la fuente de seguridad materna para un capitalino perdido)


Después y jugandome otro volado con la suerte fui al CUEC, donde gracias a las instrucciones del jefe de Laura (que estudio allí) llegué sin novedades... pero vi tanta publicidad de la Cineteca, que (digo yo) secretamente nació en mí regresar a ese escenario de tantos encuentros y desencuentros de mi vida.


Así que... (de nuevo, pienso yo que) mi inconciente dirigió mis pasos hasta la calle de Centenario, donde me comí una torta antes de entrar a ver "El niño" de los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne.


Estos cineastas belgas se han dedicado a plasmar la realidad de una forma muy cruda, lo cual es ha merecido tanto críticas como alabanzas... En la película que vi ayer algo que me llamó mucho la atención fue la falta de fondo músical... Es como ver la vida, vamos.


La única música que aparece al mismo tiempo que la imagen es un incidente con el vals de "El Danubio azul" totalmente en contexto y para nada gratuita... El resto de la película uno se la pasa extrañando esa banda sonora a la que nos han acostumbrado desde casi el principio del cine: aunque a veces no había diálogos, la música servía para relajar la tensión o crearla.


En este caso los hermanos Dardenne prescinden de eso y se basan en la historia misma y en ocasiones en el silencio, que dice tantas cosas. Ni siquiera los créditos van acompañados de música.


La anécdota es la siguiente: Sonia, una joven madre llega con su novio Bruno, a presentarle al hijo de ambos. Bruno es un joven que se dedica a mendigar y a cometer pequeños robos, con la ayuda de un par de niños a los que siempre les toca una parte menor del botín...


El bebé constituye un obstáculo más a vencer en la ya de por sí complicada busqueda de Bruno por salir adelante, en una existencia que se limita a vivir al día, en pensar sólo en lo imnediato.


Por eso Bruno decide dar en "adopción" al niño, cambiandolo por un enorme fajo de billetes, aprovechando que Sonia lo deja un rato a cargo.


Sin embargo cuando Sonia se entera de lo que Bruno ha hecho lo denuncia y comienza para el joven una espiral de problemas que la cámara va siguiendo con paciencia infinita... como el recorrido de Bruno arrastrando un carrito para bebé vacío por las calles llenas de grafittis y gente que pasa sin prestarle atención o el intento de Bruno de hacerse del bolso de una mujer que termina en una persecusión en moto...


Siguiendo las huellas del cine de la "Nouvelle vague", por su tratamiendo de la "realidad" a la obra de los Dardenne se le ha comparado con el cine de Jean Luc Bresson y les ha ido bien en la gira de recolección de premios (les otorgaron la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes 2005 ), sin embargo hay algo que no termina de convencer en la historia... quizá ese final efectista con el que cierra la película, un poco adoctrinante y pesado.


Resulta digna de mención la actuación de los dos actores protagonistas, Jérémie Renier (Bruno) y Déborah François (Sonia), quienes a través de los juegos babosos que tienen algunas parejas dicen mucho más que el diálogo que resulta minimalista en algunas ocasiones.
Aún en cartelera en la Cineteca Nacional hasta el 24 de Mayo, en horarios de 4:30 y 6:45... por si tienen ganas de verla.
D.

12 comentarios:

Yareli dijo...

Ah, yo quedé pasmada cuando vi Reconstrucción, también es danesa, cierto?...Ya me dio curiosidad, pero ando pobre, tendré que estafar a alguien para que me lleve al cine jiji. Por cierto, no se, tal vez ya no te da tiempo, pero mañana estará en un cinemark (no sé cuál, pero seguro en internet dice) Inland Empire, un viajesooooote! altamente recomendable, nunca creí que Lynch se pudiera debrayar tanto después de Lost highway...gran error. Un abrazote!

Petite amèlie. dijo...

Ya la vi. Me gustó el final.

D dijo...

Mmm, Yo quiero!

Aca solo hay cinepolis. Que weba ir solo.

Anónimo dijo...

Algunas veces un nuevo año nos sirve para replantear lo vivido. Otras sólo nos dejamos llevar por el festejo.

De cualquier forma es un placer leerte, así que lo menos que puedo hacer es felicitarte.

Por cierto, escogí los calcetines como regalo, esos siempre son buenos, me gustan.

Soy la de la cumbia del mole y el viaje sin regreso.

Z.

Anónimo dijo...

Muy muy muy feliz cumpleaños. no pude hablarte pero sabes que nunca se me olvida. Que Dios te bendiga y perdona esta manera informal de felicitarte

Darina Silver dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Darina Silver dijo...

Yare: Si, Reconstrucción es de Dinamarca y El niño es de Francia y Bélgica...

Hoy vi "La virgen de la Lujuría" pero eso es otra historia...

No está de más tener con quien ver películas.

Lost and Found: En realidad el final no es malo... sólo efectista, es decir... como que desea tanto conmover que se vuelve un poco predecible.

David: ¿Los cinepolis es donde programan en cuatro de las diez salas el Hombre Araña?

Z: Si, los calcetines siempre son bien recibidos... Me gustan los de muñequitos. Pero también uso de rayitas de colores. Los puedes aventar por la ventana de mi cuarto.

Jhon Bauer: Hoy Anel me preguntó por tí y le revelé tu identidad secreta... espero que no sea una espía y tengas que matarla...

Te quiero mucho, ¿sabes que eres uno de los amigos que más aprecio? Has subido mucho en mi rankin desde que empezamos a conocernos hasta hoy. Gracias por todo.

D.

Anónimo dijo...

jajajaja...

¿espía?

jajaja

¡Qué chistoso!

jajaja

(creo que hoy desperté más simple de lo nomral)

Anónimo dijo...

anrel pues yo te veo igualita que siempre

Darina Silver dijo...

Anel:

Coincido con John... te veo igualita que siempre, es decir tan bella como cuando nos conocimos.

D.

Anónimo dijo...

uhmm, yo no me referia a eso, pero gueno....

Anónimo dijo...

Mayra, querida, eres benevolente conmigo.
Te quiero.

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