La visita del holandés volador...

Esta mañana cuando mi abuelita me propuso ir a la Villa entré en cierto estado de estupor... La verdad no recuerdo cuando fue la última vez que visité esa tira movil que te pasea enfrente de la imagen de la Virgen para evitar que la gente se aglomere frente a lo que se supone que es el ayate de San Juan Diego...

Al poco rato me vi explicando la historia del milagro a un holandés, quien era mi invitado por este día... Subimos a la iglesia del Cerrito y tomamos aguas de sabores contemplando la niebla sobre la ciudad.

El taxi nos había cobrado mucho para llegar, así que al salir de la basílica lo subí a un pesero "La Villa - Hidalgo - Chapultepec"

Mientras avanzabamos por la calzada de Misterios y le iba platicando de las peregrinaciones del 12 de Diciembre, de la devoción mexicana a Juan Pablo II y de la misa de seis...

Llégamos a la Alameda y caminamos entre las bonitas fuentes de agua verde... El holandés quiso probar las papas con chile certificadas de la Alameda.

Fuimos también al Museo de Bellas Artes donde lo animé a conocer más de Frida Kahlo en la exposición por el centenario de su nacimiento. Anduvimos paseando por el palacio hasta que el hambre nos venció y comimos en el famoso restaurante de azulejos azules que está enfrente.

Anduvimos por la calle de Madero viendo joyería para sus dos pequeñas hijas... sin embargo no se decidió por nada en particular y nos metimos a la catedral...

El holándes volador parecía muy interesado en el arte sacro y en la espiritualidad mexicana. Lo despedí cuando la tarde ya moría en el Zócalo: lo último que vi de él fue una mano que se despedía desde el interior de su taxi.

D.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buscando música de Wagner encontré una traducción con la que me quedo: El Holandés Volante.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...