Las puertas del deseo

Deseo es una palabra poderosa, que nos mueve y nos conmueve a todos. Los deseos se dan en todas las formas, variedades, colores, sabores...

Y ayer me puse en contacto con otras formas del deseo. La verdad no lo tenía planeado, pero terminé la tarde en un lugar de "ambiente" y tuve ocasión de escuchar a un grupo muy diverso de lesbianas.

Por la mañana vi la película de "Coraline", lo cual me hizo asociar estas dos cosas de manera muy particular, porque "Coraline" es una niña inconforme con la realidad en que vive, cuyos padres la tratan poco menos que como un mueble molesto que hace ruido...

Así que Coraline se asoma a la puerta de un mundo que le parece, de entrada, fascinante y misterioso, lleno de cosas dulces, brillantes y coloridas...

Algo así me pasó ayer, porque muchas de las cosas que contaban estas mujeres se me hacían muy emocionantes...

Pero claro, la moneda siempre tiene dos caras y el hecho de que se traten de relaciones humanas agrega el giro.

Finalmente, justo en las puertas del deseo, uno siempre puede reflexionar... ¿Qué quiero?, ¿Quién soy?, ¿Qué quiero ser?, ¿Cómo me define esto a mí?

Hay tantas puertas y tantos sabores para el deseo, que no alcanza la vida para probarlos todos...

D.

4 comentarios:

Jan dijo...

Pues pienso que la única manera de acallar los deseos es saciando las ganas.
Deseo de dormir, de comer, de reír, de viajar, de soñar, de escribir... jajaja...

Bonita y difícil reflexión!
¿Quién soy?

Mar dijo...

"Tantas puertas para el deseo."

¿No es aterrador?

Que la vida no nos alcance para probarlas todas. O peor, que sean exclusivas unas de otras.

Por eso las puertas del deseo deberían tener mirilla.

Espaciolandesa dijo...

Córcholis...

Pero hay deseos que sería mejor que no se realizaran.

Como dicen, "ten cuidado con lo que pides"...

Es difícil. Por un lado, vida sólo hay una, por el otro, una quisiera sufrir lo menos :P

Darina Silver dijo...

Jan:

La mejor forma de acabar con la tentación es caer en ella.

No sé quien seas, Jan. Quizá es una pregunta para hacerla diario y contestarla con uno mismo.

Yo me dedico a todas esas cosas... comer, reír, viajar, soñar, escribir... Sobre todo esa última.

Mar:

Si, deberían... ya acepté que nunca veré todas las películas del mundo: ni siquiera todos los trailers del mundo. Snif.

Pequeña Saltamontes:

Se arrepiente más uno de las plegarias cumplidas que de las que están sin cumplir... dicen, porque yo no suelo rezar.

D.

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