La mala letra

Cuando tenía seis años, lo juro, mi letra era bonita.

Los cuadrados grandes quedaban de acuerdo a mis necesidades caligráficas. Redondas como unos marcos de arial, escribía planas de "Ese oso es de Susu".

Mi papá me enseñó a leer y escribir desde los cinco años y escribí con buena letra por tres años...

Hasta que Rafael Espinosa, mi profesor de tercer año, entró a mi vida. Si tu tarea no estaba en su escritorio en 10, 9, 8... ya no la calificaba.

Así que aprendí a escribir rápido. Muy rápido. Rapidisimo. Hasta el punto de que mi caligrafía era espantosa.

En primero de secundaria casi me reprueban por la presentación de mis cuadernos: completos de contenido, pero con una letra que sólo yo podía decifrar.

Chely, una figura emblemática que conocí en Guanajuato, llegó a decir que mi letra era la más fea que había visto en su vida...

Y muchas personas aseguran que tengo letra de doctor.

Es por eso... por mi mala letra... y no por otra cosa, que ya no te escribo diciendo "no consigo olvidarte".

D.

4 comentarios:

Onminayas dijo...

Me has hecho recordar, que hace años que no escribo ninguna carta caligrafiada. El teclado se apoderó de mi vida... Yo, que al contrario que tú, sí que tenía una letra bonita, aunque sea poco humilde al decirlo.

Besos, Darina.

fher dijo...

Yo también tengo una letra espantosa, pero cuando me esfuerzo me sale más o menos legible. Aunque yo hace años que no escribo cartas, ni siquiera recuerdo la última vez que escribí "ojalá que estuvieras conmigo en el Río de la Plata"

Besos

Mar dijo...

No sabía que había sido la legendaria Chely quien había lanzado semejante crítica de tu letra.
Y no podría estar más de acuerdo con ella. Jojó.

Juan dijo...

jajaaj, a wevo, los que tenemos letra horrible rifamos!! jajaja

por milésima vez te hago un cumplido, me encanta tu blog por cómo conviertes las pequeñas ideas y lo cotidiano en algo interesante y relevante y todo lo que termine en "ente"

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