Sexo grupal, tríos y esas cosas que uno no sabe de la gente

Platicaba con "C" de que había regresado temprano a casa en viernes.

C: Pues falta de confianza... te presento a unos amigos.
D: (En tono de broma) No, pues yo no le hago al sexo grupal...
C: Ah, pues luego te invito a una orgía.
D: ¿Neto? No sabía que habías tenido una experiencia así.
C: Pues si, ¿que quieres saber?

Y allí, queridos tres lectores, me ganó la curiosidad y comencé a preguntarle a C. sobre sus experiencias.

Quedé sorprendida, en realidad, porque C. había expresado que comenzó su vida sexual tardíamente y alguna vez incluso dijo "¡Uy, me falta mucho por aprender!"

Pero ayer, mientras me platicaba de sus experiencias sexuales ("es como ver una película porno, pero en vivo") pensaba yo en que cuando conoces a una persona pocas veces piensas o te imaginas todas las posibilidades de sexualidad que ha explorado en su vida.

C. me dijo que esas experiencias las había tenido para compensar un poco lo que llamaba "un tardío ingreso en la escuela del aprendizaje sexual de la vida".

Y es que, como seres sexuales, nosotros tenemos una diversidad de posibilidades muy amplia. Pero es tanto lo que se habla y se escribe, que el contacto sexual llega a trivializarse y se vuelve como "una experiencia más" de esas que conforman ritos de paso o cosas de la lista de pendientes a realizar antes de morir.

Como le decía a mi amiga G, que es lesbiana. "Yo, como heterosexual, no llego y me presento "Mi nombre es Darina y me gustan los hombres", no veo por qué tú tendrías que llegar "Mi nombre es G. y me gustan las mujeres".

Encontrar un punto medio entre tu declaración de principios y el anonimato de tu vida sexual; decidir que te gusta, que quieres y hacerte responsable por ello; cuidar de tu salud y de la de otros; seguir la triple regla de oro: "no hacer nada que te dañe, no hacer nada que dañe tu compañero sexual, no hacer nada que dañe a terceros".

Hay muchas decisiones que tomar respecto a la sexualidad, la duda de siempre es "¿Qué quiero y que estoy dispuesto a hacer para conseguirlo?".

Pensaré en ello...

D.

6 comentarios:

Onminayas dijo...

Yo, aún sigo pensando en ello...

Besos, Darina.

Ricardo Miñana dijo...

Excelente y reflexivo texto
un placer leerte.
que tengas una feliz semana
un abrazo.

Rino Bod dijo...

Yo tengo una camiseta que dice "ámenme de dos en dos" y siempre la uso por debajo de la camisa

Ladahir Mebarak Haddad dijo...

Muy interesante…
Hace poco hacía una reflexión similar:
“"Yo, como heterosexual, no llego y me presento "Mi nombre es Darina y me gustan los hombres", no veo por qué tú tendrías que llegar "Mi nombre es G. y me gustan las mujeres".”
Divagando, recordé un chiste que dice más o menos que los heterosexuales llaman homosexuales a quienes se han decidido a tener una vida sexual más activa que la suya.
La conclusión [que por supuesto puede ser errónea] es que de cierta forma, sobretodo por los tabúes sociales, los homosexuales sí se presentan [se definen] a través de su preferencia sexual. Es decir que ese es su rasgo característico: no son “gorditos”, ni “abogados”, ni otros adjetivos que el resto de las personas colocan a alguna otra en particular, sino que son “gays” o “lesbianas”.

Espaciolandesa dijo...

Muchas veces una dice que le gustaría vivir tal o cual experiencia y a la hora de la verdad le da miedo.

Creo que es muy bueno, como dices, pensar en qué quieres vivir y qué estás dispuesta a hacer.

Darina Silver dijo...

Onminayas:

La vida es lo que pasa mientras te la pasas pensando en ella...

RMC:

Gracias por la visita, vuelve cuando gustes.

Rino:

Ja, mira... lo dice quien se quejaba de los músicos que estaban en el negocio por "The nookie"

Ladahir:

Si... lo que dices de ti, es como quieres que los otros te perciban. Interesante.

Pequeña Saltamontes:

Si, creo que a muchas cosas le sacaríamos la vuelta a punto de...

D.

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