Conocí a Eduardo Casar, posiblemente como muchos de ustedes, viendo la tele.
Me gustaba como se reìa y la manera en que explicaba el origen de "La dichosa palabra" en el programa del canal 22.
Después un amigo me dijo que le daba clases en la Facultad de Filosofìa y Letras.
Luego, otro amigo me dijo que era su tío.
Por razones que no vienen al caso mencionar, una vez me invitó a bailar.
Y hace casi un año me regalaron un libro de él.
Y de eso querìa contarles... pero es que he tenido tantos mini encuentros con el escritor Eduardo Casar, que pensé que no estaría de mal decirles que me encantó su libro sin confesar que muchas cosas me predispusieron a quererlo tanto.
Lo cierto es que la poesìa de Eduardo Casar, es directa, sin rebuscamientos ni adornos preciosistas. Tiene la claridad del mar y tambièn su fuerza. La manera en que afirma, los juegos a los que se entrega y la manera en que deja ir una palabra, repicando, con la claridad de una campana bien tañida.
Les recomiendo ampliamente la poesìa de Eduardo Casar. Lo único que me molesta de este libro es que sea tan breve.
D.
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2 comentarios:
Le resultara inspirador leer como te expresas de el, yo tambien disfruto tu prosa poetica es muy hermosa.
Que amable luna, lunera.
Un saludote.
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