¡Echate un volado!

- ¿Me voy en pesera o en metro? - Me preguntó... como si yo supiera algo, algo...

Yo que he dejado a la suerte la mayor parte de las decisiones importantes de mi vida.

- Echate un volado. - Le dije... y él utilizó su razón y su entendimiento para resolver el problema.

Llovía. La ciudad se veía bonita y decidí tomar el camino largo para llegar a casa.

Luego escribí un mensaje en una esquina.

Y siguió lloviendo, mientras pensaba que el azar me ha puesto en las esquinas correctas del pañuelo.

Llegue a casa y me probé una falda azul.

De nuevo la moneda había acertado.

D.

6 comentarios:

Mar dijo...

Ahhh, sí! cuántas veces las monedas aciertan en sus decisiones!

D dijo...

Na, la suerte no es de confianza, ni tampoco el colectivo —aca no hay metro, aun—.

Los volados, me los hecho solo para agregar diversion a las opciones, pero casi siempre estoy listo para lo que venga.

Darina Silver dijo...

Mar:

Que tiene la suerte, que anda por tu casa...

David:

Siempre hay que desear lo mejor y prepararse para lo peor...

D.

Indigente Iletrado dijo...

Nunca deben dejar de usar faldas. El mundo sería más pior.

Espaciolandesa dijo...

Pues... digamos que siempre acierta, ya que no sabemos qué pase al segundo siguiente.

Lindo post.

Saludos.

Darina Silver dijo...

Indigente: El mundo siempre puede ser peor.

Saltamontes: Si, quien sabe que pasará, que misterio habrá...


D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...