Caminar

Resulta que después de pasar varios días mordiendome las uñas por un problema de diferencia de firmas en el banco, llegué y me dijeron que no había problema... así que, como siempre que mis problemas auto inventados se evaporan, me fui a caminar para dejar fluir la adrenalina que había dispuesto, preparandome para una batalla que nunca se llevó a cabo.

Caminé por la Calzada Zaragoza, un lugar sucio, turbio, ruidoso, maloliente, lleno de tiendas de tornillos y almacenes de autopartes. En donde quiera surgían ofertas extrañas, como "compramos el kilo de radiografias a $19.00" o también "Se venden extintores"

Caminé y caminé, hasta encontrar una tienda que frecuentaba cuando era más chica, en donde vendían ropa de liquidación... Me sumergí entonces en la ropa y no encontré los vaporosos vestidos de la última vez. Quizá porque se terminó ya la temporada de Primavera - Verano...

Entré a probarme unos pantalones, pero no eran de mi talla... y terminé comprando una blusa con globos aerostáticos...

Luego me trepé al metro, con la vaga esperanza de que una de las estaciones me dejara cerca del trabajo... y si... en efecto. Caminé como un kilometro más y estaba en la oficina.

Aún no me pruebo mi blusa. Pero como no tengo trabajo por ahora... quizá...

Luego les vengo a decir que tal me quedó.

D.

3 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

Síiiii... y pon fotos :)

Mar dijo...

Ahhh, yo también me cuento historias de terror de cosas que ni suceden, como cuando sé que un cliente va a regresar porque tal o cual cosa falló, me imagino que me armará un numerito y llamará a la profeco frente a mi nariz, y casi nunca es así.

En fin.

Queremos ver la blusa!

Darina Silver dijo...

Jo.

Si, al rato pongo fotos.

Nada más que averigue que angulo es bueno.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...