Escenografía

- A veces me parece dificil creer que toda esa gente que me rodea no es más que...
- ¿Escenografía?
- Si, a veces me pongo a pensar en que todos ellos tienen una vida. Intento imaginarlos...
- ¿Y lo logras?
- A veces. Con algunos. Con los que adivino cierta correspondencia.

Eso me decía y yo lo miraba, pensando que todas las vidas, incluso la de él, quedaban lejos, muy lejos de mi comprensión. Sumida en mi burbuja, cada vez más solitaria en mi egocentrico mundo, cualquier esfuerzo de fundirme con los otros era sólo eso... un esfuerzo.

Derramar energía sobre una escenografía, cuando el telón aún no se descubre.

Derramar lágrimas sobre la leche derramada.

Alguna vez me solté a llorar desnuda y frágil; otra vez tuvieron que sostener mi cabeza para que no me ahogara en la taza del baño. ¿Pero eso fue tocar fondo?

¿No es tocar fondo reconocer que todos, todo, nos queda tan lejos, tan inaccesible, que por más que nos esforcemos nunca seremos parte de ese afuera que nos circunda?

D.

7 comentarios:

mynn r. dijo...

ya me encontré.

tocar fondo... eso lo hacemos todo. algunos con más gracia, como tocar banjo.

porqué ahora espo regio mentirosona?

mynn r. dijo...

ah ya vi... todos somos mentirosos.

ay, a veces puedo entenderlo un poco. es que es tan difícil recordar como fueron los hechos y apegarse a eso sin contar las sensaciones y metapercepciones...

un saludo y un abrazo muy grande. estoy contenta de estar de vuelta.

:)

Gade Herrera dijo...

Chale... ps' tocar fondo es bueno ¿no?

pezenseco dijo...

"El arte de tocar fulmíneamente el fondo del dolor, para emerger de un salto." Son palabras de Cesare Pavese. Saludos.

Indigente Iletrado dijo...

Bernhardt tiene razón. Conocer al otro no sólo es indeseable e impopular. Es imposible.

Yo insisto en que no es tan malo.

Mar dijo...

Ah, sí.
Creo que tocar fondo se da de muchas formas, y una de ellas, es como la que describes.

Así, sabiéndonos lejanos y ajenos de lo que nos rodea.

Lo que me queda en duda es si eso será un buen comienzo de algo.

Espaciolandesa dijo...

Cada quién se pone su propio fondo.

O sea, que cada quién decide cuánto quiere caer.

Cuándo dejará de esforzarse.

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