La acera de enfrente...

Por cruzarme la calle...

tuve ya un accidente...

es que yo si tengo coraje...

y soy muy diferente...

la que quiera atreverse...

que cruce conmigo aquí enfrente.


El otro día fui a la tienda para conseguir las viandas de mis compañeritos de la oficina y como cerraron la tiendita de la esquina, clásica en todas las esquinas, tuve que ir al Seven Eleven y descubrí dos cosas:

1. El refresco de manzana sale más barato allí.
2. La acera de enfrente a donde siempre caminas, es, por regla general, siempre más interesante...

Por alguna extraña razón del destino, todos los bonitos cafés con graciosas sillas de diseño, el local de pizza con su tentador olor e incluso la peletería donde convierten los conejos en abrigos de señora mediante misteriosos procedimientos, estàn del otro lado de la acera...

Y si, otra vez... Me pregunté... ¿Por qué no me tocó una oficina en la acera de enfrente?

Y luego me acordé que extrañaría las pequeñas cosas de la otra acera si nos cambiaramos...

Así somos.

D.

7 comentarios:

Mar dijo...

Jajá, no me lo creerás, pero yo pensé en escribir un post muy similar al tuyo; luego de que me sentara en la fila de asientos de la derecha en el caimón que tomo todos los días para ir a mi trabajo, de manera que me obligué a observar las banquetas de la derecha durante todo el camino, y las encontré interesantes, aunque extrañé los locales de la izquierda.

Sí, así somos.

NM dijo...

jaja no queda más que decir 'Así somos'

Y se que me vas a matar y me van a mentar la madre muchos pero cambié de blog, ya sabes ya no podía escribir ahi, así que aquí te espero... besos!

www.nataliasoyyo.blogspot.com

Darina Silver dijo...

Mar:

Ay! Todos extrañamos las aceras conocidas. Oye, ya esta en marcha el proyecto del que te platiqué ayer. ¿Te gusta la tinta verde?

Natalia:

Te voy a ir a visitar, me hubieras avisado antes, para ir a la inaguración!

D.

Anónimo dijo...

no tengo nada que decir excepto... "start being here now"

Mar dijo...

No, no me gustan las tintas de colores. Aunque no estuve en ninguna escuela militarizada, siempre me obligaron a escribir con azul o negro.

Sólo tuve un bolígrafo que pintaba amarillo y olía a plátano. Pero nada más. De ahí en más, siempre tuve repudio eterno por las tintas de colores.

En serio... me agrada nuestro proyecto. Hasta me emociona! Jajá. Abracitos.

Darina Silver dijo...

Jhon:

Jo... debo volver a prácticar mi inglés...

¿qué querías decir?

Mar:

Lástima... espero que en breve te llegue mi texto escrito con tinta verde.

D.

Espaciolandesa dijo...

Exactamente... así somos.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...