Tengo ganas de destruir algo hermoso...

En la vida hay dos impulsos. El crador y el de destrucción. Las más de las veces los libros de autoayuda hablan del impulso creador, del poder del amor, de la fuerza vital que nos alienta...

Pero hay días (como hoy) en que despiertas con ganas de romper, destrozar, desgarrar....

Y si sólo tiraras y desgarraras, rompieras y agujeraras lo viejo, lo inservible, lo deleznable... quizá se entendería.

Pero hoy amanecí con ganas de hacerle agujeros a mis medias, de tomar las tijeras y partir mis pantalones de mezclilla, de estrellar esferas del árbol de navidad contra el piso, de arañarme la piel y hacerme sangrar.

Hay días en que tengo ganas de pintar las paredes blancas con grafittis de palabras obscenas y gestos vagos.

Hay días en que quiero que mi boca se vea asaltada por el sindrome de Tourette y toda la basura que he aprendido se escurra de mi boca, como de un vertedero del drenaje, donde despedace incluso la imagen de mí misma que he construido en torno mío como una barrera, una burbuja, una pared de cristal.

Tengo ganas de meterle ladrillazos a los cristales y gritar fuerte.

Quizá todo el arte ya ha sido creado, por eso lo que queda es esa pulsión de muerte, eso podrido que escapa de nuesta boca como un último aliento del espíritu humano.

Hoy tengo ganas de destruir algo hermoso.

D.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

me suena, me suena... ¿dónde he oído eso antes May? de destruir algo hermoso...

Marisolirais dijo...

Me ha pasado....algo de antes:
http://crazyirais.spaces.live.com/blog/cns!CB3293CDF9359DA4!204.entry

J. Tomás Martínez dijo...

Ánimo, ponle de chingadazos a algo o a alguien, no te aguantes...

O ve a la calle y busca la oportunidad de darle rienda suelta a ese impulso.

dale, dale, dale... no pierdas el tino!!!

Mar dijo...

Ah, sí!!!

El instito de Tánatos!!!

Hablar con obscenidades y gritarle al mundo que la peor desgracia que te pudo haber ocurrido es haberle conocido, destrozar lo que es tuyo y lo que no también, y hacerte un daño profundo con el filo de las uñas... es un deseo que de vez en cuando a mí también me asalta.

Vaya. Es confortable leer algo similar.

Indigente Iletrado dijo...

A mi también me gusta, ya sabes.

No hay mérito en incendiar un vagabundo o romper los papeles que ya no necesitamos.

Hay que destruir nuestros libros, quitarle los dulces a los niños y ponerle el pie a los viejitos.

Darina Silver dijo...

Jhon...

¿En una rola?

¿Lo viviste? ¿Lo soñaste?

Iris... A veces me sorprende nuestra sincronía.

Juntacadáveres: Si... ¡Vamos a una posada! Jo, jo.

Mar: ya me dejaré las uñas largas, a ver si alcanzo a arañar los sillones.

Indigente: Recuerdo que amputabas las patas de los perros y cosas como esa... Tú sabes más.

D.

Espaciolandesa dijo...

En días como esos, me siento en la silla, tomo las tijeras y le digo a mi madre "corte".

Unknown dijo...

jaj, busque esto en google y me salio tu blog

estamos locos los que queremos romper?

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