La mala del cuento...

Como si requiriera de nuevo mi voz o mi aliento para ese triste oficio de lágrimas...
como si se le hubiera acabado la tinta con la que escribía que era desgraciado...
como si quisiera resucitar mi nombre para tatuar nuevas cruces en su libreta
y exprimir heridas que ya fueron...
cuando mi mano cerró sus ojos y aquello fue un hasta nunca.

Traicionera, cruel, esquiva... la excusa perfecta para unos versos amargos...
la musa de todas sus pesadillas estelares...
la llama que lo calcinó de los pies a las pestañas...
la mala del cuento, la bandida, la puta, la infiel, la ladrona...
Ese papel quiso darme.
La insensible, atole en las venas, que nunca toma nada en serio...
Esos fueron mis epítetos...

Y yo, que me colgué todas las medallas...
y acepté, que no había sido suficiente mi amor;
sólo por salir en la obra... sólo por ganar un papel en su vida...
ahora ya sé, que no quiero ser la mala del cuento sólo por figurar...
pero sigo sin saber, que papel voy a tomar.

D.

4 comentarios:

Mar dijo...

Bueno, al menos tuviste un papel en su vida, no?

Ah. Creo que es un mal momento para mi humor mugroso.

Yareli dijo...

Te quiero.

Darina Silver dijo...

Mar:

De hecho, creo que si... Al menos.

Yare:

Gracias linda, yo te quiero mucho a tí, ojalá tenga ocasión de verte pronto.

D.

Espaciolandesa dijo...

¿Qué tal el papel de la que lo superó y fue feliz sin él?

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...