Viejas amigas

No es lo mismo crecer con alguien, ver como se abriendo su corazón de cactácea y ver nacer de entre sus espinas la flor de sus ideas, ver como sus huesos se van conformando y en las líneas de su cara se va pintando el rictus de amargura o de sonrisa que nos va dejando la vida...

No es igual conocer a alguien cuando aún tiene fe en la humanidad y espera darle una mejor casa a su familia, antes de comprar un abrigo de visón...

He visto crecer su alma, he visto florecer su mente y me estremece ver correr su sangre bajo su carne pálida y casi traslucida.

A veces me quejo porque es otro el camino de sus sueños y no encuentro punto de llegada a esa escalera al cielo que tiende...

Pero sé que venimos de una raíz que no me es desconocida y desconocerla sería como desconocerme a mí; por ello cada vez que la abrazo y estrecho entre mis brazos esos huesos frágiles y a la vez tan firmemente parados en la tierra, escucho mis propios sueños y sonrío, porque en nuestra voz hay cierto eco por las cosas que siempre hemos creído justas.

A pesar de los besos, cursos, kilometros, marcas que nos hemos empeñado en que nos separen, espero... espero que ella sienta lo mismo, porque ella es para mí la más antigua de mis amigas; quien sabe que mis valores no serán distraídos, ni el golpe que quisiera alcanzar las estrellas se distrae por la oscuridad que me envuelve algunos días.

Porque le he confiado el depósito de mi infancia, porque también vio como se afinó mi cintura y aprendí con ella a caminar en tacones.

Porque somos viejas amigas....

Porque ella es, simplemente, como deben ser siempre las amigas, a pesar del tiempo, fieles.

D.

8 comentarios:

Chinísima dijo...

Me gustó mucho este post... es emotivo y sincero.
Hoy me has hecho recordar muchísimas anecdotas, aunque, desafortunadamente, muchas de las personas que viven en mis recuerdos adolescentes se han ido alejando poco a poco por azares de la vida.
Un saludo y un abrazo... ¡Felicidades por lo de los tacones!

Mar dijo...

Awwww.

Yo no conservo a las amigas con las que empecé a andar en tacones, ni con las que se me ciñó la cintura (¿será porque nunca sucedió?).

Qué afortunadotas son ambas.

Anónimo dijo...

Sea quien sea, ciertamente es una fortuna contar con alguien así.

curiosa casualidad, yo hoy mismo estuve con mis amigos y fue un día realmente especial, extraordinario!!!

Marisolirais dijo...

Que bien, me da gusto saber que esas amistades se dan... a pesar de todo, a pesar de las diferencias irreconciliables. Yo tengo una amiga con la que compatí mil anécdotas cgagadas, entre ellas, la de que repentinamente y por ninguna razón, llegabamos vestidas exactamente igual a la esucela, sin que mediara ningún acuerdo.

Ahora nunca vestimos igual, yo amo la mezclilla y ella debe llevar pantalón de vestir, yo uso tacones, y ella prefiere los zapatos bajos, ja. Más que mirar como se achicaba nuestra cintura, compartimos la época en que se ensanchó...los años no pasan en vano.

Yareli dijo...

Ay! que bonito, sabes yo tampoco, igual que mar, conservo a mis viejas amigas, es decir, si hablo con ellas a veces, pero esa parte bonita y especial se perdió =(. Tengo, por otro lado, pocas pero valiosisisisimas que no dejaría por nada, tú eres una de ellas.

Darina Silver dijo...

Chinísima:

Me da gusto hacerte pensar en cosas bonitas... Si, es muy dificil conservar a los amigos, el otro día hablaba con Ricardo, uno de los guardias de mi oficina sobre ese tema...

El conserva a dos amigos desde la infancia. Le digo que es millonario.

Mar: Pero si tienes amigos, buenos amigos. Eso cuenta. Los tacones van y vienen.

Jhon:

Tus amigos son extraordinarios, ya he tenido la suerte de verlos.

Iraís: Si, supongo que todos tenemos diferencias...

Yare: Gracias por ponerme en tu lista, sabes que también estás en la mía... ¡Ya quiero que veas que te trajeron los reyes!

D.

Indigente Iletrado dijo...

Los amigos son leales. Que es diferente.

La amistad no atiende prejuicios como la fidelidad.

Espaciolandesa dijo...

Qué lindo.

Me hiciste recordar a mis Simples.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...