Posesión

No me gusta que se metan con mis cosas.

Será que soy una perturbada mental, o que tengo poca tolerancia, o que soy insegura.

Pero no me gusta.

Cuando era niña compartía el cuarto con mi hermana y la línea imaginaria (pero absolutamente clara) que separaba sus cosas de las mías.

Ahora pienso en la película de "Enredos de oficina" donde por una engrapadora un asalariado arma tremendo lío...

Creo que la pertenencia es un concepto que permitió el desarrollo de la sociedad, así como algunas de las injusticias más grandes registradas en la historia... pero finalmente, separar lo tuyo de lo mío tiene sus ventajas.

Y quizá ahora, que comparto mi vida con más gente, debido a que mis tíos se encuentran temporalmente en casa, aprecio más mis espacios...

Y no, no me gusta ver cosas revueltas o fuera de su lugar, o mezcladas con cosas de ellos.

Ya tiene uno bastante adaptandose a su familia nuclear para también adaptarse a su familia extendida...

Por eso, ahora en tiempos de la crisis, me desespera pensar que se aleja gradualmente la posibilidad de ver un hogar para mí, donde pueda dar rienda suelta a mis necesidades controladoras de saber siempre que las llaves están en el mismo lugar, que nadie aprieta la pasta dental por la mitad, que las chamarras van en el perchero y no en los respaldos de la silla... y todas esas pequeñas cosas que me enervan de la convivencia con otros.

Pero bueno... no puedo salir del mundo.

Hoy platicaba con Juan de las muchas obsesiones que tienen los artistas, de como rigen su mundo con ideas...

Yo poseo tantas obsesiones que no me caben en una canción.

Pero esta noche, que pienso en las obsesiones que me mantienen atada al piso, que no me dejan vivir, que me cortan el aire, en los libros que tengo en el pecho para mantenerme conectada con la realidad, me asomo a la ventana y veo a mi gato blanco, cazando moscas.

Regreso al papel y pienso en cazar una idea para traerla y pegarla al papel.

Soy poseedora de mis obsesiones.

Las meto en frasquitos de vidrio y dejo que me alumbren con su titilante brillo en esta noche. Otra vez.

D.

3 comentarios:

Mar dijo...

La pertenencia o la búsqueda de ésta es inevitable. Hasta los hombres de las cavernas sabían cuál era su cueva y cuál la del vecino.

A mí me gustaría también tener 'mis cosas' pero en mi casa eso es interpretado como codicia y egoísmo. Así que hay que acostumbrarse a que los demás dejen los envases de champú entreabiertos.

Anónimo dijo...

jaja órale me haces sonar interesante!jajaja

y buneo algún día tendrás rtu casita propia con tus perritos y gatitos y ojalá estés asi tranquila un rato hasta que llegue un tipo que apriete mal la pasta de dientes

Darina Silver dijo...

Mar:

Egoísta o no, yo tengo mi propio envase de shampoo.

Nowhere man...

Tú eres interesante!

D.

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