El club de la serpiente

Mientras leo Rayuela, al escuchar las conversaciones del Club de la Serpiente, no puede darme más que una nostalgia inconmesurable: no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió...

No puedo medirme con la Maga porque nunca he sido esa chica adorable que dice las más geniales estupideces, ni fui violada, ni tengo ese valor para tomar un pasaje de tercera y viajar a París...

Siempre me he sentido una outsider, observadora, mosca en la ventana, tan alejada de todo eso...
Y no he tenido más que mezquindad para esos grupos que desarrollan sus propios lenguajes secretos, códigos infranqueables, momentos embarazosos en los que sorprendo una sonrisa cómplice y me siento tan alejada de toda convivencia humana.

Esta misantropía que me surge espontánea en todos los poros del cuerpo, que me hace alejarme de los caminos transitados y mascullar disculpas entre dientes, confiada solo a una sonrisa tímida que se deslice bajo la puerta: "no, luego", murmuro ante el vendedor, ante el extraño que me tiende una paleta, ante la anciana que tiende su mano hacia mí...

Luego, siempre luego, como cuando empezaré a vivir... Luego, luego, cuando ya no sea más que la piel seca de la serpiente...

Luego, luego, cuando las escamas se tiendan al viento y mi vientre ya no tenga ulular, ni mi cascabel siseo...

Mi cuerpo es una uva pasa, que a veces entra a hervir en agua y se desarruga, pero ya no es tan dulce como era antes... temo haber perdido la frescura por concentrarme en este teatro de sombras que es ahora mi vida.

Si después de un tiempo me encuentran y aún tengo colores en el cabello, si aún ven algo revoloteando en mis ojos, quizá aún pueda ser una mujer serpiente...

Pero si no, podrán buscar leer a quien tenga algo de verdor en la panza, como una de esas bellas serpientes arbóreas... (Oh, sí nena, amo el dulce ulular de una serpiente hembra)

Ulular es un verbo bonito.

D.

2 comentarios:

Yareli dijo...

Yo creo que tu cascabeleo es muy bonito, quizá sólo debas presumirlo más seguido.

Darina Silver dijo...

Mmm...

Lo consideraré, Yare.

Aunque... quizá lo reserve.

Ja.

D.

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Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...