Bautismo

De los sacramentos de la iglesia católica, apostólica y romana, el único que he recibido ha sido el bautizo.

Aunque yo quería bautizarme a los 30 años, como Jesús, mi abuela tuvo otros planes y me bautizó a los ocho años, aunque mi madre puso cara de resignación y mi padre ni siquiera estuvo en la ceremonia.

Mi abuela temía que mi alma ardiera en el purgatorio por esa rara idea de mis papás de dejar que eligiera la religión o convicción espiritual que mejor me conviniera cuando tuviera uso de razón.

Mientras, mis padres me enseñaron valores que considero universales como la honestidad, el respeto y la tolerancia a las ideas de otro, el tocar la puerta antes de entrar y el usar calcetines antes de ponerme tenis (Mar dixit).

Lo cierto es que el catolicismo me parece una religión muy pintoresca y como es de las que más puedo estar en contacto, se me hace bonita, pero...

Me hubiera gustado elegir mi ropón.

En aquella ocasión, de mi bautizo, me vistieron de blanco y me hicieron caireles. Por la edad, más bien podría haber sido una primera comunión...

Recuerdo el agua bendita en mi frente. No ardió el lugar, ni olió a azufre, ni nada así. No sentí que ningún cambio verdadero se produjera en mi después de eso... Ningún espiritu demoniaco dejó mi alma... (O quizá se resistió y sigue aquí, no estoy segura).

Lo recordé hoy, que vi a una de mis sobrinas recibiendo el sacramento del bautismo. Ella, total desconocedora de que con ese ritual sus padrinos se comprometían a educarla en la fe católica, a guiar sus pasos, a protegerla en caso de que sus padres faltaran y, sobre todo, el gran compromiso: dar "el bolo" a la multitud de niños que se apiñaban afuera de la iglesia.

El ajetreo de la fiesta dejó de lado a mi sobrina y a su ropón blanco; sólo fue el pretexto perfecto para que mataran a un cochino y corriera la cerveza.

Mujeres atareadas echaban tlacoyos de frijol enormes al comal, mientras su madre corría de un lado a otro, esperando que todo estuviera a punto. Ella lloraba, sin que nadie la consolara: todos estaban ocupados.

Su papá terminaba de poner enormes bocinas, para que todos en la calle notaran que estaban de fiesta. Sus tías inflaban globos de colores y las bolsas de regalos rosas se seguían acumulando en la puerta de entrada.

Los hombres de la familia brindaban, una tras otra cerveza, hasta olvidar el motivo del festejo. La religiosidad se perdió en el fondo y después sólo se escucharon canciones profanas, multitud de dimes y diretes, chismes al por mayor, apreciaciones sobre las condiciones de la casa y la fiesta de los anfitriones.

Recuerdo que, al terminar mi bautismo, mi abuela me regaló un agua de horchata y nos fuimos a su casa a ver la tele. Hace poco mi abuelo me dijo "oye, encontré entre los documentos de tu abuelita tu fe de bautismo, ¿cuando vienes a recogerla?"

Aún no sé si iré... Mis padres me educaron para que no azotara las puertas, pero aún no decido si unirme a las filas católicas, apostólicas y romanas. Esas fiestas siempre me dejan demasiado que pensar.

D.

3 comentarios:

Juan dijo...

no recuerdo quién dijo que el catolicisimo era una maravilla y sería la mejor religión si tan sólo fuera seguida al pie de la letra.

Yo casi diario me persigno, le dedico a Dios mi día y le pido que me proteja y a todos los que me rodean y quiero.

mi madre me ha dicho incontables vecs que tengo muy buena suerte, y también lo he constatado, con la diferencia de que no creo que sea sólo eso, sino que siempre, siempre, me he sentido acompañado.

Saludos!

Espaciolandesa dijo...

Una vez vi en "La ley y el orden" (me parece) a una mujer que le dice a un abogado que se va a ir al infierno por defender a un asesino (o violador, no recuerdo) y él le contesta "soy judío y no creo en el infierno".

No sé, pero me pareció un ejemplo muy ilustrativo de cómo esas cosas son también muy relativas :P

Darina Silver dijo...

B.

Que frase más sabia..

Siempre he pensado que el catolicismo es una religión muy hermosa.

Pero la espiritualidad tiene que ir más allá del nombre de la religión.

Pequeña:

Ah! Que fuerte. Interesante capitulo.

D.

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Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...