Al abrir la boca para bostezar, ya mentía: "Yo soy mi propia esposa"

Ser travestí en dos de los regímenes más homofóbicos de la historia: el reto de plasmarlo en una obra de teatro lo tomó Doug Wright y su puesta en escena puede ser vista en México en " Yo soy mi propia esposa", gracias a la excelente interpretación de quien considero uno de los grandes actores que tenemos en México: Héctor Bonilla.

A Héctor Bonilla no lo veía desde la ya lejana ocasión en que fui al Centro Cultural Universitario a verlo actuar con Sofía Álvarez (su esposa) y sus hijos (muy bien parecidos, todos ellos), en la también magnífica obra "Tríptico de Guerra"; así que en cuanto mi amiga E. me invitó al teatro con una llamada inesperada esta mañana, me pareció una idea excelente.

"Yo soy mi propia esposa" cuenta la historia de Charlotte von Mahlsdorf, quien nació bajo el nombre de Lothar Berfelde, en Berlín, pero descubrió durante su adolescencia que tenía preferencias por el travestismo, lo cual le hizo buscar sus propios modos de sobrevivencia.

La infancia de Charlotte se vio oscurecida por la sombra de su padre; a quien, según sus declaraciones, mató debido a que maltrataba a su madre y a sus hermanos.

Charlotte fue sentenciado a un tutelar de menores, pero la llegada de los rusos a Alemania la dejó en libertad. Una vez libre, en Berlín, decidió dedicar su vida a lo que desde su infancia era una pasión para ella: coleccionar muebles antiguos y gramófonos, los cuales atesoraba con indecible paciencia y amor.

Sin embargo, tras la fachada legal del museo de Charlotte se escondía una tarea más oscura: mantener un club para homosexuales, el cual se encontraba de manera clandestina en el sótano de su casa.

Con la finalidad de no arruinarles la sorpresa, ya no puedo contar nada más sobre la vida de Charlotte y la obra que escribió Doug Wright, quien también es un personaje en este texto biográfico; cuyo principal mérito es lanzar una luz sobre el alma humana, creando con ella sus respectivas sombras, poniendo en relevancia los claro oscuros que conforman a este personaje, con toda su complejidad.

"Yo soy mi propia esposa" se presenta en el Teatro Rafael Solana Viernes, Sábados y Domingos. No dejen de verla, si tienen la posibilidad (económica y de tiempo, claro... Ya se sabe que el teatro es más costoso que el cine, pero vale el esfuerzo).

Es un ejercicio histriónico de primer nivel, pues Héctor Bonilla representa a todos los personajes (el programa de mano dice que son 31, yo no los conté, porque estaba fascinada con la versatilidad de este hombre).

Gracias a Héctor Bonilla, a quien vi antes de empezar la obra en la cafetería y no me animé a saludarlo... pero es una inspiración y un deleite verlo trabajar.

D.

2 comentarios:

KAZVEL dijo...

Envidio tu oportunidad de ver Teatro, eso me encantaria a mi.
Saludos y sigue escribiendo.

Darina Silver dijo...

Kazvel:

Si tienes ocasión de venir a la ciudad de México, es una excelente forma de pasar una tarde.

Un abrazo.

D.

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