Breve manual del autoerotismo femenino

-¿Te tocarás?

- ¿Para qué?

- Pues para... ya sabes.

- Oh... Bueno, verás... Es que en realidad no lo necesito.

- ¿No?

- No. A veces me basta con recordar una tarde de lluvia en las ventanas, el olor de unos libros...

- ¿Libros? Que fetichismo más raro el tuyo.

- Si, bueno... cada quien sus fetichismos, ¿no? A mi los libros me parecen excitantes.

- ¿Y en que más piensas?

- En tibieza, en besos, en el sabor delicioso de unos labios exquisitos, en el perfume que se queda entre los dedos, el espuma de cerveza que sube y humo de cigarrillo que se arremolina. En queso que se funde y se derrite, en uvas rodando por las curvas del cuerpo, en...

- ¡Oye, detente!

- Ves. Te dije.

D.

2 comentarios:

Karla dijo...

Hermoso y acertado. Seguro que sí.

Darina Silver dijo...

Muy amable tu comentario, Karla, gracias por pasar a visitarme.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...