Una historia de gatos

Me gustan los gatos. Son peludos. E independientes. Me gusta como mueven sus colas y sus aires de superioridad.

Y tengo uno, gracias al señor Ladahir, que me lo regaló cuando mi gato anterior falleció.

Pero mi gato no ha regresado a dormir y tengo la preocupación de que quizá no vuelva.

Con todo, los gatos son animales de hábitos.

He estado leyendo Kafka en la orilla, donde el protagonista se comunica con los gatos y, para aprovechar su don, se dedica a buscar gatos perdidos.

Mientras leo, no puedo hacer más que deprimirme y sentirme terriblemente preocupada, porque como ama de mi gato soy una persona algo lejana...

Lo dejaba ser y entendía su naturaleza gatuna de explorar por las azoteas.

Y ahora el desconcierto...

La verdad no sé que pensar. Sólo estoy triste.

D.

P. D. Miau

3 comentarios:

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

Aw!

Mi mejora amiga también tiene un gato. Es decir, una gata. Igual la deja ir y venir pero una vez se le quedó atrapada entre 2 bardas y tardó en encontrarla y en poder sacarla.

Espero que tu gato este por ahí y no tarde en regresar. Ánimo!

Lumediana dijo...

Tengo tres, los gatos no son de uno, son del territorio, o como dicen los gringos el lema de los gatos es: "arruino tus muebles y te ignoro a cambio de comida, quien sabe si regrese a dormir" ellos me han ensenado a ejercitar el amor incondicional. Suerte con la leccion

Juan dijo...

aaw, he estado en tu situación incontables veces.. =(

manténnos al tanto!!

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