Quiero darle gracias a quienes boicotearon mi boicot.
A quienes me enseñan que amar es una decisión y no un acto de magia.
A quienes han estado allí, independientemente de los días, las fechas, las etiquetas, los calendarios.
A quienes acaban de llegar a mi vida, para mostrarme lo dulce, lo suave, lo hermoso.
A quienes me besan en los parpados, mientras duermo.
A quienes habitan en este corazón de condominio, a quienes ya pagaron renta, a los que me guiñan el ojo con la promesa de ser mejores habitantes y dejan el agua abierta y me inundan, me colman.
Gracias a todos ellos, por amar, por el amor, por la amistad, por vivirme sin miedo, por temer sin duda, por dudar siempre, por leerme, por abrazarme, por estar.
Gracias a todos ustedes.
A los que leen y a los que no leen, a mis amigos, a mis fantasmas. A quienes boicotean el boicot.
D.
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