Me advirtieron que podía caer en una seria depresión después de leer "Esperando a Godot" y es que, en efecto, la obra ilustra mucho del sin sentido de la vida humana.
Sin embargo la vivacidad de los personajes que retrata Samuel Beckett no puede sino asombrarnos y maravillarnos, pues en un páramo tan árido se lleva a cabo una profunda reflexión sobre el tiempo, la espera, la ausencia, las prioridades del hombre, el esclavismo y tantas y tantas cosas.
Y sí, nada más eso faltaba, otra reflexión de lo mismo de "Esperando a Godot", pero no pude más que sentirme emocionada de leerlo, de reinventar el tiempo de la espera, de esperar el final de las cosas.
Y es que, aún sabiendo que Godot nunca llegará, un poquito de esperanza se colaba hasta la última página.
Muy recomendable, cinco estrellas
D.
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2 comentarios:
... me gustan tus reflexiones... saludos. Mc.
Gracias Marco, eres bienvenido cuando gustes!
D.
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