La chica que soñaba con un cerillo y un bidón de gasolina

Mientras escribo esta canción suena el tema princopal de Jessica Rabit en "Quien engañó a Roger Rabitt?", lo cual me hace pensar en la condición femenina...

A veces pareciera que las mujeres sólo tenemos dos opciones en la vida: ser la mala del cuento o la inocente víctima. ¿Dónde se forma uno para no ser ninguna de las dos?

Al respecto, un amigo me confesó hace poco: dejé de leer tu blog porque sé que esa historia, por más que te esfuerces no tendrá final feliz.

Y es que en algún punto de la historia tienes que elegir si dejarás de ser víctima y te pondrás de pie... con todo y las consecuencias.

Lo pensaba, pensaba en esto hace un rato, mientras veía la segunda parte de la trilogía Millenium y la lucha de Lisbeth Salander por escapar de su pasado.

El dinero no importa, si algo te ata al ayer con fuerza, si la huella de la violencia y la ira te siguen consumiendo como un fuego griego, que arde pese a las lágrimas que viertes sobre él.

¿Qué cosa tiene el poder de curarnos? ¿Cómo podemos escapar de nuestra propia historia?

La segunda parte de la trilogía Millenium, al menos en la cinta, fue menos detectivesca. En lo personal disfruté más la primera parte, pero agradezco el paréntesis para pensar en cómo buscar el equilibrio en este mundo.

Recomendable, cuatro estrellitas.

D.

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