Remate de libros del Auditorio

Falta exactamente un mes para mi cumpleaños.

Y como soy pobre, pero tengo la conciencia tranquila (ya pagué mis impuestos y no le debo a nadie) me animé a pasar mi primer día de vacaciones en el quinto Remate de libros del Auditorio nacional, donde las editoriales llevan sus libros antes de convertirlos en confetti.

Las bodegas son caras y no hay editorial que aguante ese gasto, así que muchos libros son condenados.

Es algo triste pensar en ello, pero desde las mesas atiborradas en colores en colores vistosos, sabes que sólo un pequeño número de esos libros la "librará".

Viendo las caras de resignación de los que vendían, sabías que regresarían a casa con gran parte del stock, pero los libros más manoseados.

Eso sin contar el robo que se da en estos lugares, donde se reportan altos incidentes debido a las multitudes.

Aún así, mientras trataba de evadir a la gente, como en una especie de danza en torno a las mesas de novedades, colandome entre los arcos que formaba la gente al tomar un ejemplar y saltando a los que se agachaban para ver libros en mesas bajas, se sentía un fresco aire de camaradería y solidaridad, en ese ambiente que compartimos los que queremos los libros: "De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo... Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria". Jorge Luis Borges

La filia por los libros es una perversión terrible, que se expande y no deja lugar al equívoco: se llena uno de papeles, de recuerdos, de esos bichitos patones que comen hojas, de olor a libro, de estantes hechos de madera, de ladrillo, de metal... Y olvidas el olor de las paredes para tapizar todo de colores y letras.

¿El botín de hoy, se preguntan?

Wasabi, de Alan Pauls; Se visten novias, de José Joaquín Blanco; Poesía Reunida, de Juan Carvajal, El hombre que hablana de Octavia de Cádiz, de Alfredo Bryce Echenique; La última noche que pasé contigo, de Mayra Montero y Ese maldito yo, de Emil Cioran.

El remate termina este 24 de abril, así que aún tienen tiempo de ir a encontrar un hallazgo entre las mesas de "Oferta", por 25 o 30 pesitos. La cita es en el Auditorio Nacional, paseo de la Reforma No. 50.

Seguro uno de los 7 mil títulos que ofrecen es para ustedes.

D.

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