De dioses y de hombres

En lo que fue una excelente elección de parte de Gabrielantinea este fin de semana fu a ver "Des Hommes et des diex", que en español es, acertadamente "De hombres y de dioses" de Xavier Beauvois, una película francesa del 2010 que dura 2 horas y pueden ver este mes en la Cineteca Nacional.

"De dioses y de hombres" cuenta la historia de un grupo de monjes franceses, que viven en Argelia país predominantemente musulmán. Su rutina normal de oración, dedicación a la comunidad y autosustentable (cosechan sus alimentos y venden algunas cosas en el mercado local), se ve amenazada cuando empieza a proliferar en las cercanías al pueblo un grupo extremista.

Las autoridades les exigen volver a Francia, pues la amenaza de que el grupo terrorista ataque el monasterio es una sombra en la vida otrora apacible de los monjes.

La historia está basada en un hecho real ocurrido en Argelia en 1996.

Durante la película se confronta al espectador con un debate que se vuelve aún más relevante en el contexto de la violencia en la que vivimos inmersos: la desintegración de una comunidad y el temor permanente que provoca el clima de violencia, en dónde incluso los que no estaban implicados, se ven en medio de un fuego cruzado.

Con la población del lugar como rehén y las decisiones importantes convertidas en urgentes, los protagonistas de la cinta ven confrontadas sus propias intenciones de mantener sus creencias pacíficas, convivir en el entorno que es diverso en cuanto a creencias y prácticas religiosas.

Los musulmanes de la zona han adoptado a los monjes en su sociedad e incluso los invitan a sus festejos, por lo que para ellos irse representa una derrota tanto de su fe, como de su proyecto de vida.

¿Es alejarse del problema la manera más sabia de enfrentar la violencia? ¿Puede la convicción de un hombre o un grupo de hombres ser más fuerte que el entorno adverso, la sinrazón de la violencia y el extremismo de grandes poderes a debate?

La cinta me pareció maravillosa en cuanto a su manejo de la música y al tono respetuoso a las diversas visiones del mundo que trata de reflejar.

Los personajes resultan muy cercanos y entrañables, especialmente uno de ellos me recordó a mi abuelo, en su forma comprometida y valerosa de emprender su oficio de médico pese a la adversidad.

Amé los matices del alma humana que se reflejan en la cámara de director Xavier Beauvois y la recomiendo ampliamente. Cinco estrellitas, de esas que se me perdieron en la mudanza a Google+

D.

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