La tarde de las mariposas amarillas

Ayer iba caminando por la calle del Buen Tono: había un buen clima, los niños jugaban en el parque, sus padres los vigilaban con feliz indolencia vacacional... Me parecía una tarde perfecta.

Luego llegué a reunirme con unos amigos y, entre la charla de bienvenida, mencionaron que había muerto Gabriel García Márquez.

La noticia no fue del todo una sorpresa: el escritor colombiano había estado enfermo.

Todos vamos a morir, claro. Los escritores al menos dejan algo de sí.

No conocí mucho de la biografía de García Márquez. Sólo sabía que empezó su carrera como periodista. Que ganó el Premio Nobel. Que desde hacía mucho tiempo había decidido vivir en México.

El primer cuento que leí de él era uno llamado "La luz es como el agua", en que unos niños inundaban de luz un departamento.

Luego leí varias novelas que encontraba en el librero de mi abuela: ese lleno de prodigios.

Conocí así a la familia Buendía. Al Coronel de "El Coronel no tiene quien le escriba". A Cándida Eréndira.

Y sobre todo, a los protagonistas de "El amor en los tiempos del cólera", que es mi novela favorita del autor...

Para mí, las novelas tropicales de García Márquez se desarrollan en casas como las de mi abuela. En ellas vi llover cien días, espanté guacamayas de los árboles, vi cruzar mulatas de caderas descomunales. Vi volar docenas de mariposas amarillas.

En la carrera me dejaron leer "Crónica de una muerte anunciada", "Relato de un naufrago" y "Noticia de un secuestro. Todas ejemplo de un estilo particular que puede ser imitado, pero difícilmente logra esa claridad y lucidez.

Entre mis deudas: muchas novelas suyas por leer y falta de los créditos en alguna cita que puse en trabajos y nunca mencioné en la bibliografía...

Descanse en Paz, GGM.

D.


1 comentario:

Espaciolandesa dijo...

Yo sólo he leído "Crónica de una muerte anunciada" y "La mala hora" y ambas me parecieron muy buenas.

Que descanse en paz.

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