El muro

Hace un par de meses M. me invitó a visitar "El muro", una enorme pared falsa donde se puede escalar. En esa ocasión decliné, porque aunque empezaba a hacer ejercicio, mi condición física no era tan buena.

Como a mitad del año me sentía bastante "sportif" y hasta me arrepentí de no haber ido.

Hoy, por razones del trabajo, me tocó visitar de nuevo "El muro" y al ver esa altura atemorizante me dieron muchas ganas de escalar. (Aunque hace meses que no muevo un dedo y mis musculos están atrofiados por tanto estrés, frío y comidas navideñas).

Me quedé pensando.

¿Cuántos desafíos he descartado, simplemente por miedo? ¿Y si realmente hubiera emprendido la escalada? ¿Qué hubiera podido pasar?

En la entrevista que hice me contaban que realmente es bastante seguro. Lo único molesto es que el sol golpeaba plenamente contra la pared, así que yo creo que se calienta y se vuelve complicado.

Pero una vez medido el riesgo y calculada la ganancia... (Realmente hubiera sido una experiencia interesante con M.)

En fin, creo que en estos años de decidir ya me he quedado en la orillita muchas veces. Pero las veces en que me he animado han resultado mejor. Incluso en los top momentos del año debería añadir que canté ante unas 200 personas y me divertí mucho.

Claro, cantar no es igual que escalar, pero igual se requiere un poco de valor.

En eso estaba pensando en este comienzo de casi vacaciones.

Seguiré rumiando eso, mientras echo un vistazo al top top top de todo. (Música, películas... libros llevo pocos)

D.

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