Sentido

Cada vez me convenzo más de que la vida no tiene sentido.

O que, mejor dicho, tiene el sentido que uno quiera darle.

Y es que, si veo a mi alrededor tengo vegetarianos, veganos, fumadores empedernidos, científicos, ateos, creyentes, conversos, reconversos, judíos, feministas, machirrines...

Y cada uno camina por la vida con su propio sentido.

A veces uno cree que los demás están locos. A veces yo misma lo creo.

También tengo amigos budistas, yoguis, animalistas, pro toros.

Y yo trato de cumplir día a día mis sueños y mis expectativas como aquella hormiguita que llevaba un granito de arena (aunque un pisotón inesperado estaba acechando a la vuelta de la esquina).

Pero como en este macro rompecabezas en el que vivimos no tengo un Zoom, me limito a hacer un seguimiento del siguiente grano de arena que logré transportar: terminé la maestría este mes, todo está pagado y en trámite.

Una satisfacción me recorre el cuerpo, pero también viene acompañado de incertidumbre por el siguiente paso.

¿Cuál será el sentido que debo darle ahora a mi vida? ¿Giro a la derecha, a la izquierda, me hago vegana, comienzo una lucha a favor del tocino?

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D.