Escuela activa de maquillaje

Masaje, faje, pasaje y escuela de maquillaje...

Todo por dos pesos.

No pueden culparme por no saberme maquillar. Después de todo mi mamá nunca lo hace, ella aprecia la belleza al natural de las culturas africanas... así que su idea de maquillarse es pasarse sombra de colores por los ojos que combine con un vestido de fiesta.

Yo crecí alejada de los lápices de labios... Creo que tuve mi primer brillo labial a los 13 años...

Y nunca aprendí a usarlo. Hasta la fecha me maquillo a la usanza mexica, esto es: poniendo lápiz labial en mis dientes, en un intento por que el color negro sobre el esmalte resulte atractivo, como en aquellos lejanos tiempos...

Pero mi más cercana referencia para aprender a maquillarme (ya que me parece un exceso gastar 20 pesos en revistas que me digan como hacerlo) es observar a las miles de feminas que mientras viajan en el metro tuercen la nariz para ponerse base, alzan los globos oculares para pintarse líneas en la parte baja del ojo y abren la boca para enchinarse las pestañas.

La verdad todos esos rituales me parecen de un carácter demasiado íntimo y personal como para realizarse en publico... como ese sutil acto de colocarse el labial, que puede ser usado como afrodisiaco...

Pero yo he aprendido mucho de las mujeres que se maquilla en el metro: la diferencia entre pintarse con el lado horizontal o vertical del aplicador del rímel, las cantidades de base necesarias para pasar de espantapájaros a chica de portada, la polifonía de colores para la sombra de ojos, lo torturante de las cucharas y enchinadores...

Por eso si alguna mujer de repente se da cuenta de que alguien la observa mientras se maquilla en el transporte publico, que no se sienta ofendida...

Tal vez es sólo otra alumna de la escuela activa de maquillaje, tratando de aprender nuevas técnicas.

D.

2 comentarios:

Indigente Iletrado dijo...

Ya lo sabes: yo -como Shakespeare- no confío en las mujeres que se maquillan.

Y también sabes porqué.

Darina Silver dijo...

Quizá por lo que dice Wilde:

- Sólo hay dos tipos de mujeres, las bonitas y las que se maquillan.

Pero nah... las bonitas tampoco son de confianza.

D.

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