Hoy regresé a mi casa después de una jornada bastante infructuosa y abordé el transporte de vuelta a casa. Era un pesero muy pintoresco, pues entre los pasajeros viajaba una viejecita con un abrigo naranja brillante y boina negra. Junto a ella iban sentadas tres niñas de tercero de kinder o primero de primaria (nunca supe bien) con suéteres rojos y despeinados propios de un salón de clases...
Para completar el cuadro policromo, subieron a vendernos pilas unas chicas vestidas de azul, que tras anunciar su producto se bajaron...
- ¡Mira! Son hadas... desaparecieron - dijo una de las niñas de suéter rojo.
D.
4 comentarios:
Y que importa que digan que está trillado hablar de amor que maldigan a las hadas.
no manches, los niños...
Indy: Si, cada vez que tu alabas a Jhon Bauer una hada cae muerta.
Dr. Proctor: Ya sabes... los niños.
D.
... ¿QUÉ? ....
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