Guardiana de los muertos

Así como los egipcios enviaban a sus gatos con sus amos para cuidarlos en el camino, así la Canela se fue a la tierra de los muertos el día de hoy, para aguardarnos.

Mientras mis padres conducían al mercado para comprar flores de Cempazuchitl, el hombre del traje naranja de la basura les dio la noticia, agorero de la muerte:

- ¿No es esa su perra? - los cuestionó... y ellos incrédulos lo negaron.

Al parecer escapó por la mañana, cuando mi tía salió a caminar.

Mi padre aún regresó a casa, tratando de encontrarla sana y salva, escondida en algún rincón.

Era su destino, al parecer, morir en el puente, como un símbolo del paso entre la vida y la muerte, en el espacio suspedido entre dos tierras.

Un asesino anónimo que no detuvo el paso la arrolló, como pudo haberla arrollado el año pasado, cuando me detuve en medio de la calle para salvarla.

Esta noche, cuando mi hermana me dio la noticia, me detuve a pensar en la sangre que brotaba de mi labio después de que la recogí del suelo, en la desesperación con la que la cargué al veterinario, me pareció que había pasado toda una vida desde entonces.

Han pasado muchas cosas este año.

Muchas pérdidas.

Parientes, vecinos, amigos se han ido.

Ahora creo que la Canela se fue, mucho antes de su tiempo, debo decirlo, para cuidar a toda esta gente que hemos perdido en este año.

Quizá la labor de la Canela era, desde antes, ir a cubrir la misión de ser guardiana de los muertos y, hasta ahora, pudo realizar su misión.

Siempre que pierdo el conocimiento veo una cascada con piedras y agua que corre... quizá la Canela pudo atravesar las piedras y nos espera a todos del otro lado del muro de agua, cuidándonos.

Descanse en paz.

D.

3 comentarios:

Mar dijo...

Se fue a cuidar al hámster que perdiste este mismo año.

Yo creo que sí hay un cielo para los perritos. Y si no, entonces la creación divina tuvo un defecto en su estructura.

Espaciolandesa dijo...

u_u

Siento mucho lo de la Canela.

Perder a un ser querido siempre es triste.

Mi mamá nos decía que cuando muere una mascota muere en lugar de algún miembro de la familia.

No sé si lo decía por consolarnos o porque realmente lo creyera, pero a mí me hacía sentir cariño y admiración hacia ellos, por lo que me parecía un sacrificio muy noble de su parte.

En el cielo de los perros hay varios a los que amé mucho. Y espero que donde quiera que estén, sean felices.

Darina Silver dijo...

Mar:

Si, el gordo... ya lo había olvidado.

Snif.

Pequeña:

Es bonito lo que te decía tu mamá. Me reconfortó, muchas gracias.

D.

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